Mauricio Macri está avanzando en la definición de las primeras líneas de su gabinete, ante la posibilidad de ser electo presidente este domingo. El diario Clarín reveló este sábado en su edición web que Marcos Peña ya había sido oficialmente elegido para la jefatura de Gabinete.
La información fue confirmada a LPO desde el entorno del candidato de Cambiemos. “Marcos volvió del acto de Humahuaca como jefe de Gabinete”, ratificaron las fuentes consultadas.
Marcos Peña es el ideólogo de la estrategia política y de comunicación de Macri y uno de sus más cercanos colaboradores. Se supone que mantendrá el manejo de la comunicación –incluyendo redes sociales-, la estrategia política y hasta podría quedarse con la Secretaría de Cultura para la que se menciona a su actual colaborador Pablo Avelluto o el actor radical Luis Brandoni, aunque este último dejó trascender que no tiene demasiadas ganas de someterse a un trabajo tan intenso.
Esta decisión dejó sin el lugar al que aspiraba al presidente del radicalismo, Ernesto Sanz, que ahora es mencionado para las carteras de Justicia o Interior, aunque algunos de sus allegados no descartan que molesto, directamente rechace integrarse al gabinete.
Entre los hombres del sector privado que Macri quiere sumar a su gabinete, encabeza las preferencias el CEO de LAN Argentina, Gustavo Lopetegui. El fundador de la cadena EKI es un macrista convencido a quien se menciona para distintos lugares. Desde YPF –Macri ya tiene decidida la salida mas temprano que tarde de Miguel Galuccio- hasta una suerte de vicejefatura de Gabinete “técnica” que tendría injerencia en temas económicos y de gestión.
Lopetegui, que fue ministro de la Producción de Felipe Solá, cree que llegó la hora de “hacer la patriada” de sumarse a un eventual gobierno de su amigo Macri, pero en su entorno más cercano sopesan con mucho cuidado los costos públicos de pasar a la política.
Andrés Ibarra, otra de las personas más cercanas a Macri seguramente formará parte del equipo de Peña, encargado de la devaluada Secretaría de la Función Pública, o algún organismo similar que se cree para modernizar la estructura del Estado.
Para el Ministerio de Economía este sábado daban por hecho que el ministro será el actual presidente del Banco Ciudad, Rogelio Frigerio. Sobre todo desde que Macri fijo dos pautas: Dijo que iba a ser “desarrollista” y que tenía que ser una persona que supiera manejar su “ego”.
Frigerio es nieto del fundador e ideólogo del desarrollismo –su abuelo Rogelio Frigerio- y lejos de los economistas estrellas, cultiva un perfil amable y conciliador. La referencia de Macri al ego había sido un mensaje a Alfonso Prat Gay. El ex presidente del Banco Central conoce a Macri hace años y comparte el origen en el colegio cardenal Newman.
Pero en el entorno del líder de Cambiemos reconocieron a LPO que “por momentos la arrogancia de Alfonso se le hace pesada a Mauricio”. Similar cortocircuito que padece con Federico Sturzenegger, otro de sus economistas más cercanos. Ambos, de gran calidad técnica son también mencionados para el Banco Central.
Aunque otras fuentes sostienen que Frigerio podría recalar en el ministerio de Interior -cargo para el que también se lo mencionó- y Prat Gay ocupar la cartera de Economía.
En el Ministerio de Defensa el elegido sería el diputado radical Julio Martínez, a quien de paso apostarían a darle visibilidad para potenciar sus chances de ganar en el futuro la gobernación de La Rioja.
En Turismo está confirmado el actual ministro porteño Hernán Lombardi, que ya ocupó esa cartera en el gobierno de Fernando de la Rúa y en Educación es número puesto Esteban Bullrich. También se habla de Francisco Cabrera para Industria, así como a Guillermo Montenegro para Seguridad y Guillermo Dietrich para Transporte.
Este ministerio sería área de influencia de Hugo Moyano que empuja para alguna de las secretarías a Guillermo López del Punta, que ya pasó por esa cartera durante la gestión de Eduardo Duhalde.
Moyano también quiere influir en la cartera de Trabajo para la que se menciona a Jorge Triaca y al actual funcionario porteño Ezequiel Sabor, cercano a Luis Barrionuevo. Además el líder de los camioneros quiere asegurarse el control de resortes claves de las obras sociales como la Administración de Prestaciones Especiales (APE) que en su momento controló y terminó en escándalos judiciales.
El otro resorte sensible para los sindicatos es la Superintendencia de salud, que debería administrar los 30 mil millones de pesos de las obras sociales que Cristina Kirchner le pisó a los sindicatos en el Banco Nación. Para esa posición clave se menciona incluso la posibilidad de que Macri decida entregársela a Sergio Massa, para que designe a alguien de su confianza.
Para el Ministerio de Ciencia suenan los radicales Mario Barletta y Agustín Campero, así como el técnico de la Fundación Pensar y también funcionario porteño, Carlos Melo. Pero el radical Julio Cobos, que por ahora viene rechazando sumarse al gabinete, propone a Jose Luis Riccardo.
Un actor muy importante en este diseño es el jefe de Gobierno electo, Horacio Rodríguez Larreta, que tiene todo el organigrama del Estado nacional en la cabeza y es utilizado por Macri para inflar y desinflar expectativas.
El ex candidato a gobernador de Tucumán, José Cano, figura como ministro de Salud –donde tendría el placer de auditar la gestión de su rival Jorge Manzur- o como encargado del Plan Belgrano, un faraónico proyecto de infraestructura para todo el norte argentino.
El Ministerio de Planificación es zona reservada a Nicolás Caputo, la mano derecha de Macri y empresario constructor, que podría impulsar la designación de Edgardo Cenzón, uno de los hombres de mayor confianza de Macri.
Sin embargo, al actual ministro de Espacio Público porteño también lo tironean desde la provincia. Por eso, no sería descabellado que Cenzón termine en Nación y ubique una persona de su equipo en el mismo ministerio de María Eugenia Vidal.
Para la Agencia Federal de Inteligencia (ex Side) como reveló LPO hay un puja entre el ex titular de ese organismo Miguel Angel Toma y el presidente de Boca, Daniel Angelici, que cuenta con el respaldo del mítico operador radical Enrique “Coti” Nosiglia, convertido hoy en uno de los principales armadores políticos de Cambiemos.
Por último, para Aerolíneas Argentinas, donde Cambiemos deberá lidera con el descomunal déficit que deja la gestión del camporista Mariano Recalde –unos dos millones de dólares por día-, Macri analiza designar a Fernando Dozo, ex gerente de Política Aérea de Aerolíneas Argentinas y ex presidente de la Cámara de Transporte Aerocomercial o en ex CEO de una multinacional. Para ese cargo también se menciona a Juan Pablo Piccardo, actual titular de la empresa Subterráneos de Buenos Aires.
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