El Frente Renovador aguarda definiciones internas entre macristas y radicales de cara a comenzar a diseñar un acuerdo en la Legislatura bonaerense que permita incluso controlar la poderosa Cámara de Diputados.

En el massismo se mantienen expectantes y quieren un pacto que sirva como escudo para lograr la presidencia y la vice de la cámara. Lugares que hoy ocupan Horacio González y el camporista José Ottavis.

Los macristas permanecen cautos, abocados al balotaje del domingo. Pero es en el radicalismo donde asoman los principales roces. La cuestión pasa por integran un bloque bajo el nombre de Cambiemos o avanzar con bloques separados.

LPO adelantó que la propia María Eugenia Vidal le pidió al radical Ernesto Sanz que ordene al alfonsinismo que se resiste a un bloque único. “No hay ninguna posibilidad de armar un bloque con Cambiemos”, dijo hace pocos días el senador radical Horacio López, un referente de la Sexta Sección. La respuesta llegó desde las entrañas del radicalismo: “un bloque único garantiza cohesión en la actividad parlamentaria y aporta a la gobernabilidad”, aseguró el senador electo Marcelo Dileo.

Fuentes de la Legislatura que siguen de cerca las negociaciones aseguran que el acuerdo está cerca y que lo que hizo un sector del radicalismo fue marcar la cancha y presionar al PRO para lograr cargos en el Ejecutivo. “El ministerio de Salud es la cabeza de una serie de segundas y terceras líneas para el radicalismo”, dicen en La Plata.

Se sabe que en la misma reunión en la que Vidal presionó a Sanz para que haya un bloque propio, le garantizó también que el ministerio de Salud quedaría para el radicalismo y la gobernadora electa le pidió una terna de nombres.

Pero también hay diferencias en el PRO. Es que la posibilidad de que Mauricio Macri llegue a la Rosada en el balotaje del domingo devino en un reacomodamiento de nombres y ahora son muchos los legisladores electos que sueñan con cargos importantes en Nación.

Esas incertidumbres hacen que no aparezcan interlocutores válidos, al menos hasta la semana que viene, cuando los esquemas de Provincia, Ciudad de Buenos Aires y -quizás- Nación, comiencen a tomar forma.

Por lo pronto, parece haber una decisión desde las tres partes (PRO, UCR y Frente Renovador) de quedarse con las autoridades de la Cámara de Diputados. La presidencia quedaría para el PRO y suenan tres nombres: El favorito es Manuel Mosca, un hombre muy cercano a Vidal. También aparece Orlando Yans, un legislador que responde a Daniel Angelici. Y también aparece César Torres, funcionario de Jorge Macri en Vicente López.

La vicepresidencia quedaría para el Frente Renovador y el elegido parece ser Jorge Sarghini. En tanto, para el radicalismo quedarían las presidencias de un bloque unificado en ambas cámaras.

En tanto, en la Legislatura reconocen que mientras macristas y radicales dirimen sus internas, Horacio González ya comenzó a trabajar para retener la poderosa presidencia de la Cámara Baja, cargo que ostenta desde 2007. La jugada parece imposible pero el hombre de Ituzaingó tiene el respeto de oficialistas y opositores. Por ahora, cuenta con el respaldo de los legisladores del Frente para la Victoria y un grupo muy pequeño de radicales rebeldes, un capital que pareciera escaso para quedarse con la Cámara.