Daniel Salvador está sumergido en un vértigo impensado semanas atrás, cuando casi nadie en el sistema político creía posible que María Eugenia Vidal le arrebatara al peronismo la provincia de Buenos Aires que gobernaba de manera interrumpida hace casi treinta años.

En el primer piso de las históricas oficinas del Comité Nacional de la UCR, a metros del Congreso nacional, Salvador arma contra reloj sus equipos para conducir el poderoso Senado bonaerense y articular la actuación del radicalismo en el gobierno de la macrista Vidal. Hasta allí llegan asesores, legisladores e intendentes electos.

El vicegobernador electo recibió a LPO en una oficina austera decorada con la histórica bandera radical y retratos de los ex presidentes Marcelo T. de Alvear e Hipólito Yrigoyen, un poco más lejos una foto de milicianos de la Revolución del Parque, posan armados en un balcón de Mitre y Talcahuano.

Salvador no es un recién llegado a la política. Fue secretario de la Conadep y diputado nacional. Pero también conoce la Legislatura bonaerense, por donde pasó como senador y también diputado. Asegura que “el gran logro de esta elección fue recuperar el equilibrio de poder en la provincia” y anticipa acaso su rol, “queremos gobernar con todos y vamos a demostrarlo en la relación con los intendentes”.

¿Le molesta que se diga que se derechizó el radicalismo a partir de este acuerdo con el PRO?

Me molestaría si se derechizara. Que se diga no me molesta porque nosotros en este acuerdo no sólo no bajamos ninguna bandera, sino que están muy altos los postulados radicales.

Yo estoy muy orgulloso de la decisión que tomó el partido. Hubo momentos en la historia de revolución donde estuvo el radicalismo para pelear por el voto secreto, universal y obligatorio. Otros tiempos fueron de abstención electoral. Luego hubo tiempos en los que se pudo ir con las banderas propias y hubo tiempo como éste, en que fue necesario acordar. La ciudadanía nos dio la razón y ahora tenemos que ratificar ese respaldo desde el gobierno.

Me molestaría que el radicalismo se derechizara, pero nosotros no estamos bajando ninguna bandera, están muy altos los postulados radicales.

¿Cómo fue la negociación dentro de Cambiemos cuando se decide volver atrás con la candidatura de Cristian Ritondo? Primero se mencionó que el elegido para acompañar a María Eugenia Vidal sería Juan Gobbi y luego fue usted.

Hubo un acuerdo partidario. Cambiemos es en definitiva un espacio donde nos encontramos el PRO, el radicalismo, la Coalición Cívica, el partido FE y sectores independientes, sobre la base de coincidencias democráticas y republicanas. Uno de los objetivos más importantes fue el de recuperar determinados valores que desde nuestro punto de vista sólo se podían lograr siendo gobierno.

Y cuando estábamos en la cercanía del cierre de lista se decidió que era más conveniente que la fórmula a la gobernación también estuviera integrada por el radicalismo, que tiene una participación activa en los 135 distritos.

El PRO lo analizó, entendió, y en forma inmediata dijeron que era conveniente hacerlo así. Ritondo tuvo un gesto importante y cuando vio que los acuerdos políticos iban para ese lado dio un paso al costado en términos personales y allí el radicalismo me llama a mí para ser el candidato a vicegobernador.

Yo no participé en una disputa con otro dirigente. Yo fui en representación de la UCR a integrar la fórmula y acompañar a Vidal.

¿Por qué Usted y no Gobbi?

A mí me convocaron, yo no participé de ninguna disputa. Yo estaba ajeno a eso, me llamaron y me dijeron que había una propuesta.

Las alianzas son siempre un componente de dos o más partes y esas partes nunca son iguales, sino que se complementan. ¿Qué aporta el radicalismo al frente Cambiemos?

Primero aporta la búsqueda de unidad en un momento en el que todo es dispersión y donde hay una necesidad de generar condiciones de unidad. Ese ya es un aporte inicial a los partidos que conforman este frente.

¿Puede decirse que el radicalismo aporta experiencia y territorio, mientras que el PRO aporta juventud?

No es tan categórico. El radicalismo tiene juventud, tiene experiencia, pero también presencia territorial. Yo creo que por un lado está la unidad y por otro una historia y una cultura política particular. Todo lo vinculado a lo institucional pero también a experiencia de gobierno.

LPOJuan Casas

En tanto, la Coalición Cívica aporta la impronta misma de Elisa Carrió, que fue un factor fundamental para que se logre este acuerdo. El partido Fe aporta sus vínculos con el medio del trabajo y el PRO, toda la fuerza de un partido reciente, pero a su vez con la experiencia del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Macri y la provincia

¿Cambiemos será un bloque en la Legislatura bonaerense o avanzarán con bloques separados: por un lado el PRO y por el otro la UCR?

Eso lo vamos a definir en los próximos días, pero se va a actuar en unidad más allá de que se defina un bloque o interbloque.

Da la sensación de que existe desde el radicalismo una intención de avanzar con bloques separados. No quiero usar la palabra interbloque porque no existe esa figura legal en la Legislatura.

El camino puede ser bloques separados y confluir en una coordinación o pueden integrar un bloque único. Cualquiera de los dos caminos son buenos sobre la base de que lo que más importa es la convicción plena de la responsabilidad que significa compartir un gobierno.

Va a tener un bloque pequeño en el Senado. Tendrá que apelar a acuerdos y negociaciones.

Yo creo que uno de los grandes logros de esta elección es que se recuperó el equilibrio de poder en la provincia de Buenos Aires. Eso puede ser un poco más trabajoso, pero será más saludable en términos institucionales. Eso requerirá consensos, búsqueda de diálogo, escuchar, no imponer sino proponer. Queremos gobernar con todos y eso lo vamos a demostrar con la relación con los intendentes, sin diferenciar entre signos partidarios.

¿Y por dónde se empieza a ordenar la Provincia? Lo que tenemos son urgencias y esas urgencias parece que nunca dejan lugar a la planificación.

Sí, eso es verdad. Así como estamos poniendo mucha fuerza a la transición y lo que van a ser las primeras medidas de gobierno, también le estamos poniendo mucha atención al balotaje.

Es muy importante para la provincia que Mauricio Macri sea elegido presidente. Él se comprometió públicamente con nosotros en lograr un ingreso de 13.000 millones de pesos anuales para obras hídricas y viales de la provincia. Eso independientemente de la masa coparticipable.

Pero a su vez, en cuanto a los primeros objetivos también tenemos como prioridad el inicio de las clases. Queremos mejorar la calidad educativa. Lo que hace falta es poner una provincia en marcha. Es una provincia en donde hemos perdido millones de cabezas de ganado y toda la producción triguera.

LPOJuan Casas

Se da la particularidad de una transición que inevitablemente se mezcla con la campaña hacia el balotaje. ¿Esto está entorpeciendo el traspaso de mando en la Provincia?

No, ceo que vamos a una transición ordenada. A partir de diciembre mostraremos cómo está la provincia, lo que recibimos y en forma inmediata nos pondremos en marcha. Sabemos que gobernar no implica tomarnos respiros. Apenas asumamos debemos encarar la seguridad en los distritos de la Costa Atlántica y la negociación con los docentes para comenzar el ciclo lectivo el año que viene.

El rol del vicegobernador

Gabriel Mariotto fue, al menos en los primeros meses de su gestión, el comisario político de Scioli. ¿Usted va a ser un comisario político de Vidal?

(Sonríe) De ninguna manera. Nosotros somos gobierno. Nosotros somos Cambiemos. Ganamos y vamos a gobernar buscando las mejores condiciones.

¿Quiénes se quedarán con los lugares designados a la oposición en los organismos de control del gobierno bonaerense? ¿El Frente Renovador o el kirchnerismo?

No lo sé. Estamos en medio de la transición y en medio de la elección del 22 de diciembre. Lo iremos viendo en la marcha.

Hay quienes aseguran que durante la campaña usted sólo visitó distritos donde gobernaban los radicales. ¿Es cierto?

No. No pongo en duda lo que me decís, pero la gente del PRO me invitó a muchos municipios. Estuve en Junín, en Olavarría, en Quilmes. Y mi primer ingreso a la Legislatura bonaerense será a una reunión donde estaremos juntos senadores y diputados de Cambiemos.

Durante la campaña hubo una propuesta de un ex candidato radical a la vicepresidencia de dividir en territorio bonaerense en tres provincias. ¿Qué opinión tiene de esa propuesta?

Creo que son temas muy buenos para abrir un debate. Nosotros empezamos a gobernar en pocos días, pero creo que es bueno para lo inmediato empezar a aplicar el concepto de regionalidad. Nosotros vamos a fortalecer al máximo las autonomías municipales con criterios de descentralización y a aplicar criterios de regionalidad que nos van a permitir hacer obras o aplicar programas beneficiando a distritos de una misma región. Eso va a formar parte de nuestra manera de gobernar.

Pero esas propuestas como la de Lucas Llach son para un debate que está muy bueno que se haga y que seguramente se hará en los próximos tiempos.

Gabriel Mariotto intentó avanzar con un proyecto de Ética Pública para que tanto el Gobernador y su vice, como los legisladores, tengan que presentar su declaración jurada patrimonial. ¿Está ese tema entre los primeros en la nueva Legislatura?

Nosotros todo lo que sea en favor de la transparencia y la ética pública lo vamos a trabajar e impulsar.

¿Pero no está en la agenda inmediata?

No es que no está. Nosotros planteamos lo que son nuestras propuestas de gobierno. Ahora, ante la inmediatez de una transición de la Legislatura vamos a dar todos los pasos necesarios para que esas propuestas se concreten.

Hace algunos días se reunió en este mismo edificio con intendentes radicales. ¿Qué le plantearon?

Encontré mucho entusiasmo. Mucha responsabilidad. Son conscientes de que son protagonistas de un momento histórico. Saben que tenemos que trabajar muy fuerte desde Cambiemos y tienen la certeza de que cada uno está trabajando muy fuerte desde sus distritos para que el 22 de diciembre Macri sea presidente.