La reunión solicitada al gobernador electo, Miguel Lifschitz, por más de cincuenta gremios para que adelante los lineamientos del plan de seguridad se concretó, llamativamente, en un local del Partido Socialista.

“Nos dijo que había elegido ese lugar porque como aún no asumió no correspondía hacerla en la sede de gobierno”, informó a LPO uno de los sindicalistas presentes.

La elección de un local partidario incomodó a los dirigentes gremiales quienes manifestaron su sorpresa: “Tendría que haber sido en la gobernación para darle mayor institucionalidad y si allí no se podía por cuestiones que no sabemos, podríamos haber ido a algún club o sindicato” agregó Antonio Donello, secretario General de la UOM.

De hecho, algunos Secretarios decidieron enviar en su representación a los adjuntos del gremio al conocer que la reunión se llevaría a cabo en una sede del Partido Socilista, “porque no me gustan esas cosas, me pareció muy raro” reconoció uno de ellos que pidió preservar su nombre.

Según pudo conocer este medio por fuentes del socialismo, la relación entre el gobernador electo y Antonio Bonfatti es inexistente, a pesar de que ya se ingresó a la cuenta regresiva para el traspaso de mando.

La escasa aparición de Lifschitz en la campaña a senador de Hermes Binner terminaron por visibilizar las fisuras hacia adentro del Partido Socialista que ahora comienza a disputar la puja por la conducción del partido centenario.

Los siete ejes

Miguel Lifschitz presentó a los gremios un programa de siete puntos para atacar el problema endémico de inseguridad que vive la provincia.

Como primera medida adelantó la creación de una Junta Provincial de Seguridad, integrada por el presidente de la Corte Suprema, el Procurador de la Corte, el Fiscal General, los Fiscales regionales y los jefes policiales.

A su vez, instó a profundizar los acuerdos con el próximo gobierno nacional para seguir articulando la presencia de fuerzas federales en la región e impulsar la creación de más fiscalías y fiscalías especializadas en la investigación del narcotráfico.

Por otra parte, el gobernador electo reconoció que “tenemos que trabajar sobre la Justicia Penal para logra más efectividad y asegurarnos que quienes cometen delitos terminen presos”.

La declaración no fue fortuita, fue una manera de responder un preocupante informe del Ministerio Público de la Acusación que indica que el 46 por ciento de los casos se esclarecen en sede policial pero sólo el 26 por ciento llega a una condena.

Respecto a la designación de los jefes policiales, luego de los escándalos por complicidad con el delito de funcionarios jerárquicos de las fuerzas provinciales, Lifschitz sostuvo que implementará un sistema que involucre al Poder Legislativo en la aprobación de los nombres elegidos.

El gobernador electo también aprovechó para marcar diferencias con la actual gestión y adelantó que impulsará la creación de la Policía Judicial, un organismo especializado para el esclarecimiento de casos que fue propuesto por la oposición en el proyecto de emergencia en seguridad pero nunca fue implementado por Bonfatti.

Sin embargo, los gremialistas expresaron su decepción por no conocer aún el nombre del Ministro de Seguridad que, como adelantó LPO, sería el radical Maximiliano Pullaro quien ya estaría preparándose para ocupar una de las carteras más importantes y decisivas a la hora de evaluar la gestión del futuro gobernador.

“Los siete puntos son interesantes, salimos con expectativas. Ahora hay que esperar que se pongan en práctica”, afirmó a LPO el gremialista Donello y reconoció que “es la primera vez que nos presentan un plan”.

Según Donello, la presencia de más de 50 gremios en la reunión con Lifschitz implicó una representación de más del 50 por ciento de la población: “Más de la mitad de la población estaba representada a través de sus referentes gremiales, fue muy importante la reunión aunque creo que el lugar no fue el indicado”, concluyó.