Cristina Kirchner ascenderá a la jueza que el año pasado frenó el desalojo del barrio Papa Francisco, en el barrio porteño de Villa Lugano, luego de que intercediera el propio Sumo Pontífice.

En agosto se reunirá la Comisión de Acuerdos, que entre otras cosas debatirá el pliego enviado por el Ejecutivo nacional en el que solicita la designación como jueza de la Cámara del Tribunal Oral en lo Criminal Federal nº 8 de la Capital Federal, a la doctora María Gabriela López Iñiguez.

Iñiguez es una jueza garantista que tiene la causa de la toma del barrio papa Francisco, ubicado en las calles Fernández de la Cruz y Pola, en Villa Lugano. El predio fue tomado por cientos de familias de la villa 20 en febrero del año pasado y motivó una intervención del Sumo Pontífice cuando iba a ser desalojado por la fuerza.

La jueza frenó el desalojo en junio, cuando el gobierno de Mauricio Macri intentó desligarse de la competencia del caso para trasladarle el conflicto al Gobierno nacional. El predio finalmente fue desalojado en agosto de 2014 tras el homicidio de una adolescente.

El desempeño de Iñiguez en la causa de Lugano, que evitó lo que podría haber sido una masacre, fue un trampolín para su ascenso a camarista. Aunque en Tribunales señalan que la propia jueza se hizo su camino a la Cámara.

Iñiguez se había presentado a varios concursos y si bien tuvo muy buenas calificaciones, no la postulaban por falta de un “padrino” político que la empujara.

Pero según dijeron a LPO en Tribunales, Iñiguez mandó mails a todo el Poder Judicial buscando avales, y consiguió el apoyo no sólo de empleados sin jerarquía sino de colegas y hasta superiores.

“Esa pila se la llevó a Alak, algo que no hizo nadie”, aseguraron a LPO en Tribunales, en donde destacaron que Iñiguez no buscó el camino fácil de los avales de los jueces con “chapa” sino que buscó el apoyo “popular”.