El juez decano de la Corte Suprema Carlos Fayt, de 97 años, reapareció esta mañana y dejó en ridículo al Gobierno de Cristina Kirchner, que en las últimas semanas desparramó todo tipo de versiones sobre el veterano magistrado.

La imagen que trasmitió el ministro de la Corte fue contundente. Salió caminando por sus propios medios de su casa en el barrio porteño de Recoleta, apenas acompañado por su secretaria, que lo ayudó a subir a un vehículo.

Fayt aprovechó y, como en otros tiempos, le dio una breve declaración a la prensa que lo esperaba en la vereda. "Estoy bien, voy a Tribunales", les dijo el juez antes de subirse a un auto, rodeado de custodia.

El magistrado llegó poco antes de las 10 al Palacio de Tribunales para participar de un acuerdo extraordinario, con el que el pleno de la Corte responde a los ataques del Gobierno. Fayt ingresó por la Alcaidía del Palacio, situada sobre la calle Lavalle al 1300, y se dirigió directamente al Salón de Acuerdos, acompañado por sus colaboradores. En el frente del Palacio se convocó una manifestación para respaldarlo y en las escalinatas se concentraron personalidades con carteles que decían "Todos somos Fayt".

La movilización en respaldo a Fay frente al palacio de Tribunales.

DyN

El tribunal celebró su acuerdo semanal ayer, pero hoy sorpresivamente convocó a una nueva reunión sin temario previsto en agenda. Para la reunión de ayer, se había adelantado la presencia de Fayt, pero a último momento se canceló "por un cambio de planes".

Las versiones del kirchnerismo fueron tan arriesgadas que incluso se llegó a poner en duda que el juez estuviera vivo. En realidad, la idea siempre fue redoblar la presión para obligarlo a renunciar, algo que blanquearon ayer varios diputados del FPV. Si Cristina logra sacar a Fayt, tendrá dos lugares para ocupar en la Corte y podría negociar con Adolfo Rodríguez Saá, como reveló LPO.

El sábado pasado, el juez había dado una breve declaración a radio América. "Me encuentro bien. Estoy trabajando como siempre y seguiré así mientras Dios me dé fuerza, vida y plenitud", dijo en el programa de su abogado.

"Tengo un poco de garganta y hasta tengo buena voz, pero no es la misma cuando estoy sano que cuando estoy enfermo", declaró Fayt, que también agradeció "las manifestaciones de aprecio" que recibió "a través de la prensa, la radio y la televisión y de internet, con los comentarios virtuales de todos".

El kirchnerismo, a través de Aníbal Fernández, llegó incluso a poner en duda la veracidad de esa declaración de Fayt y siguió sembrando sospechas, al pedir que salga de su casa o que sea filmado. "No tenemos elementos más que los que nos cuentan terceros o una grabación que sabe Dios si realmente le corresponde a él y de qué fecha es esa grabación, con lo cual uno no puede dar ciencia cierta a esa situación", dijo el jefe de Gabinete.

Ayer, la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados, con mayoría kirchnerista, abrió una investigación “psicofísica” sobre Fayt, en medio de denuncias de la oposición por la presunta ilegalidad de la medida. Diputados del oficialismo pidieron además la renuncia del magistrado.

 "Si Fayt no va al examen se agravan las cosas. No presentarse no va en camino de resolver los problemas, sino de agravarlos", amenazó hoy Aníbal Fernández.