Cristina Kirchner inició hoy el proceso para destituir a Carlos Fayt de la Corte Suprema de Justicia, por haber firmado -según denunció el periodista kirchnerista Horacio Verbistky- desde su casa la acordada que ratificó a Ricardo Lorenzetti como presidente del máximo tribunal.

La mano de obra para esta decisión fue La Cámpora. Temprano, la mendocina Anabel Fernández Sagasti se quedó con la Comisión de Juicio Político de Diputados y anticipó que irá por la cabeza del magistrado de 97 años de edad, tal como LPO adelantó ayer. De lograr su salida, quedarían dos vacantes en el máximo tribunal.

Cristina quiere dos vacantes para poder negociar con la oposición los nombres de los futuros magistrados. Estaría dispuesta incluso s ceder una de las vacantes. Si lograra esto, Cristina lograría aumentar su influencia en la Corte donde actualmente sólo cuenta con el voto de Highton de Nolasco.

En una reunión que duró 15 minutos, Fernández Sagasti reemplazó a su par Adela Segarra y luego anticipó ante la prensa que impulsará el reemplazo de Fayt en caso de comprobarse el delito de falsedad ideológica de documento público.

“Se estaría en un caso de mal desempeño” y en una “cuestión institucional de gravedad", señaló la diputada camporista. "Debería actuar la Comisión de Juicio Político, en lugar del Consejo de la Magistratura, por tratarse de la cabeza del Poder Judicial, tal como lo prescribe la Constitución”, agregó.

Sin embargo, el Gobierno no en el Senado los dos tercios necesarios para destituir a Fayt y nombrar su reemplazante. De ahí la idea de retomar la hasta ahora fallida negociación con el peronismo federal, liderado por Adolfo Rodríguez Saá, o directamente con los radicales.

Fernández Sagasti aclaró que en el kirchnerismo “no hay decisión” tomada sobre el caso de Fayt, aunque ya existe un pedido de enjuiciamiento de Aníbal Fernández y otro de investigación del diputado oficialista Carlos Raimundi. 

La Cámpora pisa fuerte en la Comisión de Juicio Político de Diputados: además de la mendocina, la integran Andrés Larroque, Marcos Cleri y Juan Cabandié. 

Durante la breve sesión de hoy, la diputada kirchnerista María del Carmen Bianchi pidió analizar esos planteos. “Desde hace meses circula que Fayt atraviesa condiciones de salud personales que impedirían el normal cumplimiento de sus funciones”, sostuvo.

Según escribió Verbitsky en Página 12, Fayt “no está en condiciones de firmar un fallo” y por momentos ni siquiera “reconoce a sus colaboradores”.

De hecho, fue el titular del CELS quien aseguró que la Corte incurrió en el delito de “falsedad ideológica de documento público” por haber permitido que Fayt firmara en su casa la acordada que le permitió a Lorenzetti, sumar un nuevo período como presidente del máximo tribunal.

“Es un tema de agenda de carácter prioritario que debe tener una especial consideración por la valía personal y de trabajo del miembro de la Corte en cuestión, sin dejar de tomar en cuenta que su función está en vinculación directa con el pleno funcionamiento de los derechos de los argentinos", sugirió Bianchi y pidió volver a reunirse para analizar el tema.