El fiscal federal Enrique Senestrari pidió la imputación y la detención del poderoso empresario cordobés Euclides Bugliotti, en el marco de la causa en que se investiga la quiebra fraudulenta de la financiera CBI.

Senestrari acusa a Bugliotti de “lavado de dinero, asociación ilícita e intermediación financiera fraudulenta”. Además, el fiscal pidió la imputación de otras dos personas: Eduardo Espinelli, el presidente de Toyota Compañía Financiera, y Javier Guevara, el contador de Bugliotti.

Mañana, el juez federal Ricardo Bustos Fierro resolverá a favor o en contra el pedido de Senestrari.

Senestrari, al comienzo de la causa, había pedido el apartamiento de Bustos Fierro por la amistad que lo uniría con Bugliotti. La Cámara Federal rechazó esa solicitud y acusó a Senestrari de transformar al proceso penal en un “espectáculo circense”.

Meses atrás, Senestrari había ordenado el allanamiento de un departamento del complejo Milénica, un barrio cerrado en altura que pertenece a Bugliotti, para buscar documentación sobre CBI. El complejo se ubica al lado del supermercado Dinosaurio, propiedad del empresario.

El grupo Dinosaurio está extendido en desarrollos inmobiliarios, centros comerciales, hotelería, espectáculos, medios de comunicación y operaciones financieras.

La financiera CBI quebró después de una corrida, y la noticia pasó de las páginas económicas a las policiales cuando apareció muerto, unos días después, unos de los socios de CBI, Jorge Suau.

Todavía persisten las dudas sobre si Suau se suicidó o si lo mataron.

De todos modos, Suau dejó una carta de despedida, en la cual, según trascendió, acusaría al contador Guevara de ser el testaferro de Bugliotti.

Suau, en su carta, afirmó que la caída de la financiera se debía, entre otros motivos, al retiro abrupto de cuarenta millones de pesos por parte de Bugliotti.

A 240 ahorristas perjudicados por la caída de la financiera los representa el abogado Carlos Nayi, quien manifestó esta mañana que “esta querella viene solicitando desde el año pasado la imputación” del empresario.

“Los elementos de prueba colectados a lo largo de la causa explicaban cómo Javier Guevara Amado, mano derecha, contador, según los testimonios testaferro de Bugliotti, y apoderado de Dinosaurio, entraba y salía de CBI realizando operaciones, algo que no lo aleja de un plano de responsabilidad”, dijo Nayi.

Bugliotti fue un empresario muy cercano a Carlos Menem y a Ramón Mestre (padre) en la década del Noventa. En esta década tuvo relaciones muy próximas al kirchnerismo y tomó una gran distancia con el actual intendente, Ramón Mestre (hijo).

También ha sido un colaborador de Olga Riutort, a quien, para ayudar económicamente en la campaña, alguna vez recurrió al ministro Julio De Vido.

Su acusador, el fiscal Senestrari, integra el grupo Justicia Legítima, también adscripto al kirchnerismo.