Baldomero “Cacho” Álvarez tiene cerrado su regreso al espacio de Daniel Scioli, furioso con Sergio Massa por el armado del Frente Renovador en el interior del país. El ex intendente de Avellaneda todavía negocia con el Gobernador la renovación de su banca en el Senado bonaerense, pero el cuello de botella que aparece en la Tercera Sección le impide a Scioli garantizarle por ahora el deseo.

El conflicto con Massa se dio principalmente por la estrategia electoral en tres provincias clave, donde el barón del Conurbano vio frustradas sus aspiraciones. Son los casos de Mendoza, Neuquén y Misiones.

En tierras de Julio Cobos, Cacho tenía un armado con peronistas no kirchneristas, que venían en contacto con Francisco "Paco" Perez. Pero Massa finalmente cerró con los radicales encabezados por Alfredo Cornejo, el candidato a gobernador que ya había acordado con Mauricio Macri.

En Neuquén, Cacho fue a ver a Horacio "Pechi" Quiroga con Felipe Solá. Parecía en este caso que el Frente Renovador tenía cerrado el acuerdo con el intendente de la ciudad capital, pero lo que ocurrió fue que el PRO se lo terminó llevando. Y se frustró nuevamente la comunicación entre Cacho y Massa.

Misiones fue la gota que rebalsó el vaso. El ex intendente de Avellaneda es misionero, nacido en Oberá, por lo que es una zona especial para él. Viajó durante varios meses a Misiones, con un andamiaje massista que excluía explícitamente al ex gobernador peronista Ramón Puerta.

Pero en el momento de la definición, Massa terminó de confirmar su acuerdo con Puerta, que en rigor venía de antes, por lo que el ex intendente se sintió puenteado. Incluso el tigrense participó de una visita en la que Puerta avisó que no podía participar ni Cacho ni ningún hombre suyo. Y así fue.

Entonces Cacho dijo: “Este chico no aprende más”. Y volvió con Scioli. El ex intendente tiene un amigo, Isidoro Laso, ex senador, que trabaja con Alberto Pérez, con quien nunca cortó relación.

De hecho, en algunos sectores del massismo sospechan del creador de la Juan Domingo como un doble agente dentro del Frente Renovador, trabajando desde el massismo para el gobernador. Es más, aseguran que Scioli ya le ofreció cargos en el Ministerio de Desarrollo Social, del que fue titular, y por evitar quedar pegado el hombre de Avellaneda lo rechazó.

Baldomero Alvarez quiere renovar como senador provincial y mantener los fueros. Pero hay un cuello de botella en la Tercera Sección con varios dirigentes de peso en el FPV peleando por los tres primeros lugares de la lista, y el ex intendente no tiene una confirmación en este tema. Lo que sí es seguro, según pudo saber LPO, es que no competirá como intendente, con un Jorge Ferraresi fortalecido dentro del espacio K y muy cercano a Scioli.

Ayer Clarín dio cuenta del alejamiento del massismo del diputado provincial y dirigente camionero de Misiones, Ramón Velázquez, y sus coqueteos con Scioli. Se trata justamente de un efecto de la ruptura entre Baldomero Alvarez y Massa. Es gente de diálogo con el barón del Conurbano enfrentados a Puerta que ya empezaron a conversar con el sciolismo.

La juventud que responde a su conducción en Avellaneda ya empezó a bajar murales, carteles y pegatinas massistas, para pintar todo de naranja. Sus concejales aguardan por nuevas líneas de acción para ver cómo seguir en un año de legislación complicada.

El hijo de Cacho, Maximiliano Alvarez, con 28 años y sin siquiera ser concejal venía lanzado desde diciembre en una tímida candidatura a la intendencia. Con este cimbronazo el joven dirigente bajó sus aspiraciones y ahora buscará un lugar en el Concejo Deliberante.