A horas de que el juez Claudio Bonadío procesara a Amado Boudou por falsificar los papeles del auto de su esposa, la Asociación de Personal Legislativo (APL) hizo circular un mensaje que suspendía una cena para el 16 de diciembre en la costanera.

Lo celebración de fin de año iba a ser en costanera norte y aunque nadie lo había oficializado, se esperaba la presencia del vicepresidente, invitado habitual de las galas del gremio liderado por Norberto Di Próspero.

Su última aparición fue en la cena de los empleados del Senado el jueves 20, donde circuló una foto suya rodeado de mujeres con los dedos en V.

Fiel a su estilo, evita hablar ante los comensales y pide refugios Vip para pasar la noche con sus elegidos. Algunos empleados del Senado todavía recuerdan el cubículo que se hizo armar el año en el ex Museum, el recordado boliche de San Telmo.

Como APL también su tuvo su fiesta con el personal de Diputados el año pasado, el motivo de la cena del mañana no había quedado claro entre los empleados y mucho menos entendieron porqué la suspendían con las entradas compradas. La promesa fue devolverla en enero.

Boudou se asoció a Di Próspero ni bien arribó al Senado. Deseoso de evitar cualquier problema, lo benefició con la ola de nombramientos nunca vista antes, que dejó a la Cámara con más empleados que Diputados por primera vez en la historia.

“APL se pasó estos años dando ascensos sin que siquiera los pidan. Fue algo histórico”, confesó a LPO un empleado del Senado.

Tanta fue su generosidad que muchos senadores de la oposición se sorprendían al ver a personal que había cumplido funciones en sus despachos desparramados por otras dependencias.

“Hay que entender que el poder de APL es ese: tener a empleados por años en planta transitoria pidiendo todo el tiempo ser nombrados”, explican en el Congreso. Boudou fue uno de sus mejores socios, aunque tenga que ir a juicio oral.