En menos de 24 horas, Ernesto Sanz fue y vino en su opinión sobre el posible acuerdo entre el Frente Amplio Unen y el PRO. Primero, el senador dijo que “ni siquiera” se lo plantea. Pero más tarde admitió que en al menos diez provincias podrían aliarse con esa fuerza o el Frente Renovador para tener chances de ganar las gobernaciones.

El candidato a presidente del radicalismo admitió algo con lo que hace meses vienen presionando distintos referentes provinciales del radicalismo: si no hay acuerdo con Mauricio Macri o Sergio Massa no tendrán chances reales de vencer al peronismo.

"Al menos 10 candidatos a gobernadores del radicalismo quieren, para poder ser gobernadores, abrir las puertas en sus distritos a alianzas lo más amplias posibles, e involucran a partidos que no están en el UNEN nacional, como pueden ser el PRO o el Frente Renovador, y eso hay que contemplarlo", afirmó Sanz en declaraciones a radio Milenium.

Se trata de una declaración radicalmente opuesta a otra que había hecho un rato antes. "Ni siquiera me lo planteo, porque no está en la agenda de UNEN, porque no estuvo y porque la verdad todos los chisporroteos vienen desde afuera, aunque desde luego que tienen repercusión adentro", indicó.

Pero la realidad es que el propio Macri viene jugando fuerte a los acuerdos provinciales. Como explicó LPO, el jefe de Gobierno porteño no quiere cerrar a nivel nacional con la UCR por temor a que sea interpretado como una nueva versión de la Alianza, y apuesta a acuerdos distritales como el que alcanzaron en Marcos Juárez para vencer al peronismo.

El ejemplo más concreto a nivel provincial es el de Corrientes, la única provincia que gobierna la UCR. Allí el radical Ricardo Colombi ganó el año pasado con el apoyo de su partido, el PRO y un sector del peronismo que ahora reporta al Frente Renovador, además de partidos provinciales. El gobernador no oculta sus deseos de cerrar con Macri para 2015.

La presión para la cúpula del radicalismo viene sobre todo de parte de los candidatos que tienen chances reales de ser gobernador a partir del 10 de diciembre de 2015. Es el caso del tucumano José Cano, que necesita evitar la dispersión opositora para vencer al alperovichismo. Lo mismo sucede al formoseño Ricardo Buryaile, que meses atrás admitió ante LPO que necesita mantener la alianza con el massismo.

La misma situación se repite en Córdoba, donde el radicalismo quiere aprovechar que Macri es el candidato mejor posicionado en las encuestas, o Santa Cruz donde el diputado Eduardo Costa es el mejor posicionado y podría encabezar una alianza con el PRO. Las alianzas podrían extenderse a Catamarca, La Pampa, Entre Ríos y Jujuy, entre otras.

Es por eso que días atrás la diputada Margarita Stolbizer se quejó porque la UCR está "poniendo su estructura al servicio de otro candidato", en referencia al líder del PRO. "El macrismo no tiene fuerza en las provincias y el radicalismo se la está dando", agregó.

Ayer, Sanz también envió un mensaje para Julio Cobos, que había rechazado el acuerdo con el PRO y había pedido convocar a la Convención Nacional del partido para ratificar la política de alianzas. El pedido fue rechazado por la sanzista Lilia Puig de Stubrin, presidenta de la convención. "El radicalismo mantiene la misma política de alianzas desde el 2006", afirmó, quizás olvidando los acuerdos con De Narváez en 2011 o Lavagna en 2007.

Ante ese reclamo del ex vicepresidente, Sanz le recordó que "en Córdoba, un hombre muy ligado a Cobos, habla permanentemente de este tema de Macri", en obvia alusión a Oscar Aguad. "También Alfredo Cornejo, en Mendoza, muy ligado a Cobos; y Ricardo Buryaile, en Formosa", mencionó.