Tras siete meses de peleas y conflicto, radicales y oficialistas llegaron a un acuerdo en Mendoza, y el gobierno de Paco Pérez tendrá su presupuesto 2014, con un permiso de endeudamiento de hasta 800 millones de pesos. Pero el dato significativo tiene que ver con las variables que incluirá la pauta de gastos, que se presentará la semana que viene: se calculará para 2014 una inflación de 28%, muy por encima de los cálculos previos, siempre amañados por las órdenes políticas de la Casa Rosada.

“Así y todo no acanza”, dicen los radicales, que se regocijan al ver que el cálculo de inflación se “acerca” a la real. El detalle es que 28% para todo el año no llega siquiera a cubrir el porcentajes de aumentos que el Gobierno acordó con los gremios estatales, de 30,5% en todos los casos, aunque con algún agregados en ciertos sectores, como la salud.

No obstante la diferencia, los radicales festejan haberle obligado a Paco Pérez a poner por escrito que la inflación real en el año en Mendoza es cercana al 30%. Al mismo tiempo, la UCR dice haber logrado que no haya “cosas raras” en las finanzas de Mendoza en relación a la maniobra que intentó Pérez de utilizar un permiso de endeudamiento del año pasado para aplicarlo a este.

Esa movida, que se realizó a través de la modificación de una ley, fue denunciada en la Corte provincial como inconstitucional, lo que el máximo tribunal terminó avalando. Inmediatamente, Pérez ordenó a sus funcionarios una campaña de pánico echándole la culpa a la UCR de todo lo que el Estado no iba a poder hacer. Eran 1.200 millones de pesos de déficit, que se cubrirían con un crédito.

La estrategia funcionó, porque los radicales terminaron aceptando que Mendoza se endueda por 800 millones, en un presupuesto total de unos 33.000 millones de pesos. Es decir, en este conflicto los ganadores y los perdedores no están claros.

Lo que sí es un dato de la realidad e incontrastable es que el ministro de Hacienda, Marcelo Costa, haya mandado a la Legislatura el primer borrador del presupuesto 2014 modificado a julio de este año. Ahí, cuando los radicales vieron la previsión de la inflación, salieron inmediatamente a ventilar el dato y a hacer sus interpretaciones.

Ahora, tras la pelea, el conflicto, las culpas y el dato duro del crecimiento de los precios, tanto oficialistas como radicales se encaminan a aprobar la pauta de gastos en tiempo récord: apenas una semana, por lo que antes de que empieza agosto Mendoza ya debería tener presupuesto.