Desesperada por aumentar la recaudación, Cristina Kirchner no quiso excluir el aguinaldo del pago de ganancias y quedó enfrentada a los sindicatos oficialistas de la CGT y la CTA.

Enojados, Antonio Caló y Hugo Yasky reunieron ayer a sus gremios y pidieron una audiencia con Jorge Capitanich. 

La CTA, además, anunció una marcha al congreso para el 4 de agosto. En la CGT prefirieron esperar para tomar medidas pero la bronca era mucha en la reunión que tuvieron anoche en el sindicato de taxistas. 

Hasta allí llegaron Omar Viviani (taxistas), el estatal Andrés Rodríguez, el albañil Gerardo Martínez, José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Sergio Sasia (Ferroviarios), el taxista Omar Viviani, el mecánico Ricardo Pignanelli, el docente Sergio Romero, el piloto Pablo Biro y el mercantil Armando Cavalieri, entre otros.

Según informaron a LPO, la mayoría estaba furioso porque Cristina no excluyó del pago de Ganancias los dos medios aguinaldo como sí hizo el año pasado. 

Era lo que esperaban después de cerrar paritarias que ampliaron la cantidad de trabajadores abarcados por ese impuesto y no llegaron a cubrir la inflación del último año. 

Pero ese gesto nunca llegó y así muchos de los acuerdos paritarios firmados no se sintieron en julio. Fue por eso que Caló y Yasky perdieron la paciencia y se negaron a esperar a septiembre para discutir la suba del mínimo no imponible de Ganancias. 

Esa fue la fecha en la que el gobierno lo subió el año pasado, por ser la que deja cerrado el año de negociaciones paritarias. Nada de eso importó esta vez. 

"Los gremios están preocupados, algunos están enojados, y nos pidieron que le pidamos una reunión a la Presidenta para definir de una vez por todas qué va a hacer el Gobierno con el Impuesto a las Ganancias", afirmó Caló esta tarde, el diálogo con radio Mitre. 

Hay casos emblemáticos como el de ferroviarios y colectiveros, que como explicó LPO para no dilatar las negociaciones aceptaron la oferta de Carlos Tomada de firmar por el 28% que quería Cristina. 

Lo hicieron a cambio de sumar viáticos y dos sumas fijas que con el impacto de Ganancias quedaron inocuas para los solteros que cobren 15 mil pesos mensuales. 

Este desequilibrio provoca situaciones insólitas como que empleados no quieran hacer horas extras o guardias porque pierden salario. 

“Esperábamos al menos ese gesto. Mantendremos la prudencia, pero queremos hablar con Capitanich para que nos explique como sigue todo”, dijo un miembro de la CGT oficial a LPO. 

El Gobierno reaccionó hoy a través de Juliana Di Tullio, la jefa del bloque oficialista de Diputados.

"Todos los años el Poder Ejecutivo atiende el planteo de Ganancias. El Poder Legislativo es quien tiene la facultada de elevar el piso del mínimo no imponible", se escapó.

Lo curioso es que esta vez Yasky se sumó a esta pelea, de la que solía quedar al margen con el discurso de pedir primero por los trabajadores no registrados.

La CTA no sólo pedirá subir el mínimo no imponible sino que reclamará una reforma impositiva que eleve las escalas tomadas en cuenta para pagar Ganancias.

Estas oscilan entre el 9% y el 35%, que alcanza a los trabajadores con 20 mil pesos de ingresos, presentes en sectores industriales. 

“Vamos a pedirle al Congreso que haga una reforma impositiva urgente que contemple esos cambios", le dijo a LPO Pedro Waseijko, adjunto de la CTA de Hugo Yasky.

Una cambio en el sistema tributario significaría un arduo trámite parlamentario que en la CGT oficial consideran imposible en estos tiempos. Pero nadie sabe si habrá algún Gobierno que se anime a hacerlo.