Sergio Berni no irá al Senado bonaerense a ocupar su banca para permitir al kirchnerismo alcanzar los votos para aprobar el proyecto de Policía Municipal. Por eso, Gabriel Mariotto busca negociar con los radicales provincializando la insólita deuda del municipio de Chascomús por el premio de una rifa que nunca pagó a los ganadores.
Como anticipó LPO, Cristina vetó cualquier posibilidad que el secretario de Seguridad renuncie para poder volver a ocupar su banca en la Cámara Alta bonaerense y así permitir al Frente para la Victoria lograr la mayoría que permita aprobar los artículos rechazados por el Frente Renovador, la UCR, el GEN y hasta la bancada de Mario Ishii.
Ya era conocido el rechazo de la Presidenta al proyecto. "¿Para qué quieren la policía comunal algunos? ¿Para esto?”, dijo la mandataria a fines de enero. Se quejaba por el accionar de esta fuerza en San Isidro a raíz de un incidente con La Cámpora.
El miércoles, los senadores aprobaron en general la ley que crea la Policía Comunal en distritos mayores a 70.000 habitantes pero al momento de votar los artículos el oficialismo entendió que no tenía los votos y pidió un cuarto intermedio para después dejar caer la sesión. Fue un sonoro papelón de Mariotto que se lanzó a la sesión sin tener garantizados los votos, un requisito mínimo de cualquier oficialismo serio.
Mariotto tuvo que mandar a los senadores a huir de la sesión por la propia interna del oficialismo, ya que los artículos que cuestionó el massismo fueron una imposición en diputados del sabattelista Marcelo Sain y La Cámpora. Es que los artículos rechazados por el Frente Renovador (por ejemplo que los policías no puedan portar arma luego de terminada su jornada laboral) también son cuestionados por intendentes kirchneristas y por el propio ministro de Seguridad Alejandro Granados.
Las opciones que rápidamente evaluó Mariotto para salir del pantano en que metió a su bloque fueron dos: El regreso de Berni o una negociación con los radicales.
Con la primera vía descartada, la estrategia de Mariotto ahora es dar vuelta el voto de la UCR y la clave para eso parece ser una insólita deuda millonaria que el municipio generó a partir de una rifa de un campo que nunca se pagó a los beneficiarios.
El problema es extravagante: En 1995, dos mujeres de Chascomús ganaron a través del sorteo de una rifa un campo de 327 hectáreas aptas para la agricultura. Sin embargo, nunca pudieron recibir el premio.
Por eso denunciaron a las cooperadoras que habían organizado el sorteo, a la Provincia y a una empresa que había intervenido en la rifa . Todos fueron condenados a pagar una indemnización, pero quien debería que afrontar los $100 millones era el municipio de Chascomús.
En la Legislatura ya comenzaron las negociaciones, puntualmente en Diputados donde el intendente de Chascomús, Juan Gobbi, acordó con un grupo de legisladores la presentación de un proyecto de ley para que el Gobierno provincial afronte el desembolso de la deuda.
Para el radicalismo, la provincialización de esa deuda es una salida ante lo que parece ser una debacle económica de un municipio radical.
El diputado Ricardo Alfonsín -oriundo de Chascomús- dijo a LPO que de ninguna manera se puede contemplar un apoyo del radicalismo a la Policía Municipal a cambio de la provincialización de la deuda. "No hemos modificado para nada nuestra posición original. Las discrepancias entre el Frente para la Victoria y el Frente Renovador que las resuelvan entre ellos", dijo.
Mientras tanto, la estrategia del Frente Renovador es sumar voluntades que rechacen los polémicos artículos. Apuntan a convencer a la senadora denarvista Nidia Moirano de que vote junto a la oposición. “El único inconveniente es la enemistad que existe entre Moirano y Dámaso Larraburu”, explicó una fuente del armado massista.
No es una tensión menor. Los roces entre los dos referentes de Bahía Blanca llegó incluso a una denuncia penal que el director del Banco Provincia presentó en la Justicia por una presunta asociación ilícita dedicada a la adquisición irregular de terrenos y fraude procesal.
Sin embargo, hay un dato que resaltar. Moirano evitó hacer declaraciones durante la sesión del miércoles y prefirió evitar a los periodistas.
Una opción superadora, que empezó a analizarse y anticipó LPO, es dejar correr los cuestionamientos en particular que quiere imponer el massismo en el Senado y en diputados armar una nueva mayoría de sciolistas, massistas y otras fuerzas que ratifique la norma en esos términos, dejando afuera a Saín y La Cámpora. Sería una manera de Scioli de alzarse acaso con una ley más afín a su verdadera intención.
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