En su regreso al Conurbano y en un discurso transmitido por cadena nacional, Cristina Kirchner salió a defender a su par venezolano, Nicolás Maduro, pese a la represión, las denuncias de torturas y las detenciones por motivos políticos, como la de Leopoldo López.

"Extendemos nuestra mano solidaria a todo el pueblo venezolano, recordando que no hay nada más importante para todos -para los que piensan como piensan o hayan votado como hayan votado- que el respeto a la democracia y a la paz", comenzó la Presidenta, antes de defender al sucesor de Hugo Chávez.

Cristina responsabilizó por la crisis que ya lleva diez días en Venezuela a los opositores, quienes reclaman cambios democráticos a Maduro. "Si ahora no les tocó ganar las elecciones, habrá oportunidad en un próximo turno electivo de presentarse nuevamente", indícó la mandataria desde Florencio Varela.

"Las elecciones son así: se ganan o se pierden. Pero no se puede, por haber perdido una elección, poner en vilo a un país y también poner en vilo a una región que ha sido declarada hace tiempo por la CELAC como una región de paz", insistió Cristina.

La jefa de Estado insistió en mencionar "la paz y el respeto a las democracias" como "valores a defender". "No se trata solamente de la República Bolivariana de Venezuela, lo hemos hecho cuando estuvo en peligro la democracia en Bolivia, lo hemos hecho cuando estuvo en peligro la democracia en Ecuador", recordó respecto a episodios que fueron considerados por Unasur como intentos de golpe de Estado.

De esa forma, Cristina obvió mencionar la feroz represión -que ya se cobró varias vidas- que sufrieron los estudiantes venezolanos que protestan desde el pasado 12 de febrero y tampoco sobre la detención del dirigente opositor Leopoldo López, acusado de intentar desestabilizar al Gobierno.

Pero la Presidenta tampoco aprovechó la oportunidad para condenar el exabrupto del dirigente piquetero Luis D'Elía, quien le recomendó Maduro que fusile a Leopoldo López por ser un "agente de la CIA".

La única referencia cercana a esa polémica fue un pedido de Cristina para "ser todos un poco más tolerantes con nuestras lenguas, con nuestras acciones". Además, pidió "no contribuir a avivar fuegos que no son de la región" y opinó que "la violencia siempre engendra mayor violencia, aunque sea verbal".

Hasta ahora, los únicos kirchneristas que repudiaron a D'Elía fueron Florencio Randazzo y Ricardo Forster.

El discurso de Cristina coincide con las declaraciones que hizo esta mañan el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, quien aseguró que "lo que está pasando en Venezuela es un intento de desestabilización, de golpe de Estado".

"Hay sectores en Venezuela que tienen actitud de golpe de estado, sin ninguna duda, de generar caos, violencia e imputárselo al gobierno, un gobierno que hace menos de un año ganó con el 51 por ciento de los votos", evaluó el funcionario en declaraciones a radio América.