El anuncio de un nuevo acuerdo de precios que hizo hoy el ministro Axel Kicillof junto al jefe de Gabinete Jorge Capitanich dejó varios puntos oscuros que despertaron la desconfianza de las asociaciones de consumidores.

En primer lugar, la lista de productos recién se conocerá el 1 de enero, mientras los supermercados se apuran a remarcar a mansalva para hacerse de un “colchón” para los próximos meses. En segundo término, la categoría elegida por Kicillof, que hablo de “acuerdo voluntario” y no de congelamiento. Por último, las organizaciones exigen que se explicite por escrito y no se repita la política del ex Secretario de Comercio Guillermo Moreno de hacer el control de precios de palabra, sin resolución alguna del ministerio de Economía.

“La verdad es que no creo en el acuerdo voluntario. ¿Acaso las empresas van a ir a decirle al gobierno ‘no quiero aumentar los precios’?”, se preguntó la titular de Adecua Sandra González, en diálogo con LPO. “No creo que hoy en día los empresarios tengan la voluntad de no aumentar los precios, al menos no en este contexto de inflación”, agregó.

Durante el anuncio de hoy, Kicillof se preocupó por aclarar que no se trataba de un congelamiento ni un control de precios, acaso en un intento por diferenciarse del desplazado Moreno.

"No es un congelamiento ni un control de precios: es un acuerdo voluntario", aclaró el funcionario, acompañado por empresarios del sector y de Augusto Costa, el flamante Secretario de Comercio.

“El acuerdo voluntario se refiere a que los empresarios se ‘ofrecen’ a congelar los precios, pero en definitiva es un congelamiento igual”, acotó Fernando Blanco Muiño, de la Unión de Consumidores de Argentina.

De todas formas, se trata de un acuerdo de precios bastante particular, porque podrá ser “revisado” trimestralmente “a la suba o la baja”, atendiendo cuestiones “estacionales o climáticas”, de acuerdo al ministro de Economía. En su turno, Costa explicó que "cualquier actualización de las canastas que se de trimestralmente se conocerá anticipadamente y será difundida a todos los consumidores, explicando los motivos".

“Si en el primer anuncio ya reconoce que van a revisar el acuerdo, es como estar matándolo”, criticó Blanco Muiño.

El acuerdo se extenderá por todo un año, a pesar de que Kicillof criticaba a Moreno por haber estirado el control de precios por tanto tiempo, cuando lanzó los “500 congelados”, y que buscó controlar por medio del “Mirar para Cuidar”, un plan que terminó volviéndosele en contra al ex Secretario porque las planillas mostraban que los precios seguían subiendo o los productos no se conseguían.

Además, las Asociaciones se quejaron porque no fueron convocadas para realizar el acuerdo, del que quieren formar parte.

Recién el 1 de enero se conocerá la lista y ahí se verificará la cantidad de productos que incluye, ya que hasta hoy los funcionarios no sabían si tendrá 175 o 200 bienes, y, según dijeron, representará “dos tercios del consumo frecuente de los hogares argentinos”.

Mientras tanto, las consultoras observan cómo la inflación vuelve a acelerarse y podría terminar por arriba del 3% mensual, ya que los supermercados, ante la perspectiva del acuerdo, deciden apurarse a remarcar y hacerse de un “colchón” que les permita mantener los precios fijos durante los próximos meses.

El acuerdo fue firmado por el secretario de Comercio Interior, con los presidentes de la Asociación Supermercados Unidos (ASU) Alfredo Coto; de la Cámara Cosmética y Perfumería, Guillermo Saraceno; Alberto Guida, de la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas; Daniel Funes de Rioja, de la Coordinadora de las Industrias Alimenticias (Copal) Marcelo Armini, de la Federación Argentina de Supermercados y Asociados.

Alerta temprana

Con respecto al cumplimiento del convenio, Kicillof destacó que “se realizará un monitoreo permanente, habrá mesas de diálogos periódicas y un sistema de alerta temprana cuando surja algún problema de costos o logística que eleve el precio de algún producto”.

En ese sentido, Capitanich señaló que "Vamos a trabajar mucho en el control fiscal y popular del acuerdo. El fiscal, a través de los nuevos controladores de la AFIP, que permitirán comprobar el cumplimiento en tiempo real. Y también el control popular por parte de los vecinos, las asociaciones de consumidores y otras entidades y programas como el "Mirar para Cuidar". Tenemos que construir una alianza entre productores y consumidores", informó el jefe de Ministros.

Blanco Muiño también cruzó esta decisión de usar a la Afip como agente controlador: “Está para recaudar, no para controlar acuerdos”, subrayó.

Otra fue la opinión de González, que consideró que “el estado tiene la capacidad de estudiar la cadena de valor”, en donde los estudios muestran que los perjudicados son “las puntas” (el productor y el consumidor). Así, el gobierno podría saber “quién está especulando con el precio y en qué sector es que aumentan”, opina la titular de Adecua.

Los funcionarios presentes también adelantaron que otros sectores de la cadena de producción y comercialización de esos artículos serán incorporados al plan en el corto plazo, como los productores y los consumidores. También se buscará un acuerdo particular con los llamados "supermercados chinos", que ya se quejaron públicamente por no tenerlos en cuenta en la primera etapa.

Capitanich agregó que el actual acuerdo de precios es un convenio "marco" y adelantó que luego se firmarán "acuerdos específicos" con los diferentes actores para dar "viabilidad y vigencia" al esquema. .