El martes, la Comisión de Asuntos Constitucionales de Diputados, presidida por el macrista Pablo Tonelli, suspendió la reunión que tenía prevista con invitados especiales para debatir el proyecto de ley que reforma la composición del Consejo de la Magistratura que en su momento envió la Casa Rosada (ver documento adjunto).

Mauricio Macri lo envió en diciembre pero el descanso veraniego lo hizo cambiar de idea, por una sencilla razón: con la actual composición del Consejo, logró tejer una sólida mayoría que no está interesado en arriesgar. "Nunca estuve tan cómodo", se sinceró el jefe de Estado.

El proyecto eleva de 13 a 16 los integrantes del Consejo, pero mantiene en 7 la presencia política: un miembro del Poder Ejecutivo. 6 por el Congreso (3 por cámara, 1 de ellos por la minoría), aunque en este último caso pueden ser legisladores o representantes. 

La Magistratura tiene 13 miembros y el proyecto de ley lo lleva a 16: suma un juez y dos abogados. Macri está muy conforme con la actual composición y sólo le interesa garantizar su reelección.

Eleva a 4 la participación de jueces (hoy son 3) y de abogados (son 2), que deben pertenecer a la matrícula federal, dos de ellos con domicilio en la Capital Federal.

Macri considera que no tiene mucho sentido dar un largo debate para luego tener que inspeccionar quienes son los nuevos consejeros, pero sí le gusta el artículo 3 del proyecto, que permite que todos sean reelectos. 

La decisión igual entraña sus riesgos, porque en la Corte Suprema ya aterrizó la causa que se armó contra la actual composición del Consejo y el máximo tribunal postergó una decisión para darle tiempo al Congreso que sancione la reforma. Si esta se congela, la Corte podría verse tentada de pronunciarse.

A fin de año vencen los mandatos del abogado Miguel Piedecasas y los jueces Luis Cabral y Leónidas Moldes, sólidos aliados de Cambiemos en la Magistratura.

Contribuyeron a nombrar jueces afines a la Casa Rosada y destituir a otros molestos, como el camarista Eduardo Freiler. Sus reemplazantes no necesariamente llegarán con tanta voluntad.

Piedecasas, Cabral, Moldes, Juan Mahiques (representante del Ejecutivo), los diputados Mario Negri y Pablo Tonelli y el senador Ángel Rozas constituyen una sólida mayoría oficialista en la Magistratura. 

La decisión de permitir las reelecciones también es avalada por el radicalismo, que en este caso encuentra un aliciente importante: Piedecasas es consiederado por ellos un correligionario más y les encantaría que siga.

Los senadores peronista Rodolfo Urtubey y Juan País no molestan demasiado, tal es así que Gabriela Michetti ni siquiera se molestó en tratar de remover a uno de ellos en diciembre, aun cuando Cambiemos logró la misma cantidad de senadores que los conducidos por Miguel Pichetto.

Michetti podría haber sumado un voto oficialista en la Magistratura con una simple resolución. Macri no se lo pidió. Nunca estuvo tan conforme con ese organismo.