Martiniano Molina lanzó un "shock" de obras públicas en Quilmes -apoyado en fondos de Nación- y logró revertir la derrota de las PASO. Entre todas las inauguraciones que hizo en los últimos meses, el intendente puso énfasis en la reparación vial, que asegura tenía años de abandono.

Como dio cuenta LPO, tras quedar segundo en las elecciones primarias, Molina relanzó su campaña, politizó su discurso y se apoyó en las obras viales para ganar la elección en octubre.

Señalan en particular que Camino General Belgrano, tradicional del sur y eje de desarrollo de la zona, estaba "intransitable". Por eso decidieron rehacerla por completo, de modo más ancho. "Es una obra con eje en la reactivación, hace décadas que no se hacía nada ahí", dicen en Quilmes.

Construyeron dársenas, refugios peatonales, rampas de acceso, luminarias y semáforos en toda su extensión, renovando sustancialmente uno de los principales puntos de acceso tanto sur como norte del distrito. El intendente participó en todas las inauguraciones y dio cuenta de los "logros" obtenidos.

Además de esa obra, hubo otras dos que ahora identifican como claves: avenida Mitre -la más transitada de Quilmes- y la Calchaquí, donde está previsto el Metrobus de zona sur 2018. "En las tres iniciativas el eje fue agilizar el tránsito y mejorar la seguridad vial", dijeron a este medio desde el municipio.

En la avenida Mitre se hicieron nuevos carriles y veredas más anchas, además de instalar un nuevo destacamento de la policía local para reforzar la seguridad en la zona. 

La nueva avenida Calchaquí quedó inaugurada en un acto en el que estuvieron Mauricio Macri y María Eugenia Vidal. Fue financiada por el ministerio que conduce Guillermo Dietrich e incluyó una renovación integral de más de 30 cuadras. 

Martiniano se encargó de describir como esa iniciativa como el fin de "una deuda histórica con los vecinos de la zona" y la ratificación de su el compromiso de dar respuestas concretas.

"Con el apoyo de nuestro presidente y nuestra gobernadora, hemos concretado otra obra histórica para Quilmes", definió y lo puso como ejemplo esa renovación integral de la arteria vial para demostrar que "en este Gobierno las obras empiezan y se terminan".

Esa avenida conecta al distrito con tres ciudades vecinas: Florencio Varela y Berazategui, al sur; y Avellaneda, al norte. Las obras permitirán que los 80 mil automovilistas que, en promedio, circulan por día, lo hagan de una manera más fluida y segura, además de permitir acortar los tiempos de viaje de las casi 10 líneas de colectivo que recorren a diario la traza.

Martiniano también puso el eje en los bajo vías e inauguró tres durante este año: el de Bernal, Ezpeleta y el de Don Bosco que está en proceso en su etapa final. 

El cruce bajo vías de Bernal fue emblemático en su gestión porque había arrancado en enero de 2014, pero al iniciarse la gestión de Molina estaba paralizada, con apenas el 35 por ciento realizado.   

En Quilmes explican que además está previsto comenzar la obra del cuarto, de calle Las Heras, ubicado en el límite entre Quilmes y Bernal. "La inversión en infraestructura vial es inédita", enfatizó el intendente y prometió: "En nuestra gestión igualaremos la cantidad de bajo vías construidos en toda la historia de Quilmes".