Es un problema que viene afectando en los últimos años a la mayoría de las economías regionales. La falta de competitividad debido a los altos costos está generando que la Argentina pierda sucesivamente posiciones en el comercio mundial de arándanos.

Esta situación ocurre a pesar de que a fines de julio pasado el presidente Mauricio Macri y los máximos representantes del sector anunciaron un acuerdo de competitividad en el que se destacaba la eliminación de la cantidad máxima a cosechar por trabajador.

A partir de dicho acuerdo con la Casa Rosada se generó un clima de gran expectativa y en el sector productor de arándanos se animaron a proyectar la contratación de unos 500 mil trabajadores jornales para la campaña que comenzó en agosto.

Sin embargo, la actual campaña comenzó de la peor manera con una caída del 20% en los precios de exportación debido a la irrupción de Perú (que desplazó a la Argentina) como un jugador de peso en el mercado mundial de arándanos.

Sucede que en los últimos tres años las exportaciones de la Argentina se plancharon entre 16.000 y 18.500 toneladas, mientras que en el mismo periodo Perú avanzó varios casilleros al cuadriplicar sus envíos de 10.000 a casi 40.000 toneladas por año.

Los que entienden del tema explican que el crecimiento de Perú en el comercio mundial se dio en el marco de un Tratado de Libre Comercio (TLC) que les permite acceder con aranceles preferenciales a Estados Unidos, Unión Europea y China.

La Argentina, en cambio, en lo que va del año concentra el 54% de sus exportaciones en Estados Unidos, Reino Unido (13,4%), Holanda (8,3%), Alemania, (6,9%), Canadá (4,7%), España (3,7%) e Irlanda (2,9%), según publica el sitio valorsoja.com.

Pero hasta el momento a la Argentina le fue imposible acceder a China -tal como lo viene haciendo Perú- a pesar de los pedidos de los representantes del sector al Gobierno nacional para abrir este mercado de suma importancia para la actividad.

"China sería fundamental, no solo para el crecimiento del conjunto de la actividad, sino también porque funcionaría como una puerta de entrada a nuevos mercados", dijo a LPO Raúl Robín, presidente del área de Economías Regionales de la CAME.

"Es muy difícil competir cuando el jornal en la Argentina se paga 40 dólares; en Chile u$s 25; y en Perú u$s 15", señaló Robín. "Hay que trabajar para reducir las cargas patronales y ponernos en igualdad de condiciones con nuestros competidores", agregó.

En este contexto, en septiembre pasado se exportaron un total de 1.968 toneladas a un precio de u$s 8,51 por kilo versus 1.299 toneladas a un valor de u$s 10,72 por kilo en el mismo mes de 2016 (una caída del 20% en el precio de exportación).

El año pasado Chile siguió siendo el mayor exportador de arándanos del mundo con 140.577 toneladas; seguido por Canadá con 100.808 toneladas; Estados Unidos con 37.120 toneladas; España con 36.505 toneladas; y Perú con 28.139 toneladas.

Por su parte, Federico Bayá, presidente del Comité Argentino de Arándanos (ABC), comentó que "apoyamos la política nacional de apertura al mundo y ahora debemos enfocarnos en lograr que los arándanos ingresen en el mercado de China".

Cabe mencionar que entre los meses de septiembre y noviembre se cosecha el grueso de la producción argentina de arándanos que se concentra principalmente en las provincias de Tucumán, Entre Ríos y Buenos Aires.

Para ganar en competitividad el año pasado se habilitó el aeropuerto de Tucumán para exportar arándanos durante las 24 horas del día. Se trata de la segunda aeroestación más importante del país después del aeropuerto de Ezeiza.

El tema es que, tal como lo viene adelantando este medio, el atraso del tipo de cambio, la suba de costos productivos y la caída de precios internacionales, está generando una fuerte pérdida de rentabilidad a los productores de arándanos.