"Siempre me escriben mal el apellido. Hasta mis compañeros lo pronuncian mal, por eso dijeron ‘pongamos Rafa y a la mierda'", bromea Rafael Klejzer y asegura que el sonido de la "jz" es similar al de una "i", trocada por una "j" por algún funcionario de migraciones. Es candidato a diputado de los Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), que competirá en las PASO dentro de Convocatoria Abierta por Buenos Aires (CAxBA) contra Claudio Lozano. 

"El sistema político está hecho para cagar a los que queremos cambiar las cosas. Creímos en una palabra y faltando seis horas para cerrar la lista, fue otra", explica. Según Klejzer, el acuerdo con el economista preveía que la boleta de legisladores sería para los trabajadores populares y la de diputados nacionales para Lozano.

"Es muy cara una elección pero los que no tenemos de plata lo suplantamos con militancia", asegura Klejzer. "Hay voluntarios que se ofrecen para hacer ‘coaching' conmigo, pero no les doy pelota, no me interesa. Me recomiendan hablar del ‘metro cuadrado', que son las cosas puntuales que le interesan a la gente: tarifas, inflación, seguridad o salud. Pero prefiero instalar grandes temas", comenta.

-¿Por qué no quiere hablar de pobreza?

-No queremos hablar más de pobreza, sino de la riqueza y cómo la repartimos. No hay forma de salir de la pobreza sin generar laburo. Basta de hablar de la política del derrame: tiene que haber aumento general del salario, eso después va a ir a las PyMES y generar consumo interno. Tenemos que volver a poner en pie a las empresas del Estado, Techint se quedó con los ingenieros, con las ideas y los proyectos de SOMISA. ¿Por qué no fabricamos locomotoras en lugar de comprarlos en China?

La gente se tuvo que inventar un laburo y ahí entra la identidad del trabajador de la economía popular y no de choriplanero.

-Ustedes se perciben como laburantes, ¿cómo piensan que los percibe el resto de las personas?

-Nos vamos ganando un espacio. El 40% de los trabajadores en la Argentina gana menos de 10 mil pesos, muchos son precarizados y muchos se inventaron ese trabajo. Nadie puede vivir con los tres mil pesos que representa un plan social. La gente se inventa un laburo y ahí entra la identidad de un trabajador de la economía popular y no choriplanero.

Pero insisto ¿Cómo perciben que los ven cuando ustedes se proclaman trabajadores de la economía popular?

Tenemos de todo, algunos son más paternalistas que creen que tienen una solución a nuestros problemas y que mágicamente vamos a volver a industrias que hoy no existen. Hay otros de la derecha recalcitrante que cree que somos vagos y vivimos del Estado. Los primeros que viven a costa del Estado son las empresas de la patria contratista, la fuga de capitales, que consiguen al dólar al precio que quieren y que tienen exenciones impositivas.

Hay otra sociedad que nos ve como un actor económico que está despertando y que ya representa el 1,5% del PBI en Argentina.

Juan Casas

-¿Por qué el candidato de la economía popular es usted y no Juan Grabois, que tiene mayor nivel de conocimiento?

-Hay tres corrientes importantes en la CTEP y Grabois representa tal vez a la parte más importante. A través de él hay un bloque de organizaciones muy importante con una trayectoria y una orientación. Además está el Evita con un bloque de organizaciones y nosotros que tenemos una posición más clasista. Nosotros quisimos que fuera nuestro candidato, porque entendimos que no queríamos más mediaciones con el Estado. 

No queremos ningún paternalista progre que nos diga "nosotros vamos a hacer las leyes". Como laburantes, además representamos más allá de nuestro sector. Y a todos los que quieren una industria nacional, soberanía económica y pararle la mano a este gobierno con un programa de trasformación de fondo.

-¿Qué piensa del intercambio entre Lanata y Grabois?

-Juan (Grabois) le puso los puntos. Lanata es un gran profesional y un gran mercenario. Me acordé de un programa en el que Lanata mostraba un mapa de la concentración de medios de comunicación y de Clarín. Ahora es un títere que no tiene argumentos, que estigmatiza a los pobres y a la pobreza. Es un vendehumo importante. Y a Grabois lo ví muy afilado, es un tipo de convicciones, le va a dar mucho a la patria.

Grabois le puso los puntos a Lanata, que es un gran profesional y un gran mercenario. Todavía me acuerdo cuando Lanata mostraba un mapa de concentración de medios de comunicación e incluía a Clarín.

-¿Cómo llegó a la economía popular?

-Llegamos a partir de luchas y victorias y de reconocer que en los 12 años anteriores el Estado generó cinco millones de puestos de laburo por un lado, pero también porque fuimos de las pocas organizaciones que enfilamos para el lado de las cooperativas y los microemprendimientos. Por eso forjamos una identidad de laburantes muy fuerte. La gente se siente trabajadora de la economía popular y no desocupada.

-Desde hace dos décadas los trabajadores de la economía popular fueron tomando más relevancia y visibilidad, ¿cómo cambió la relación con el Estado?

-Cristina no le dio la personería a nuestro sindicato. La dio faltando dos horas antes de irse el 10 de diciembre y como algo de muy dudoso cumplimiento. Yo creo que hubo rupturas y continuidades entre el anterior gobierno y este. Todos los ministros de Desarrollo Social siempre nos ofrecieron planes sociales cuando nosotros íbamos a buscar trabajo.

No van al centro del problema que es la generación de empleos. ¿Se generó laburo? Sí, cinco millones de puestos de trabajo, pero veníamos de menos veinte del 2001. La visibilidad es a fuerza de organización y de tener propuestas. Ya no se puede ocultar la cantidad de trabajadores que somos.

Juan Casas

¿Cómo es la relación con la CGT?

Culturalmente fuimos aportándole mucho a la sociedad y nos fueron aceptando. El otro día hablando con la CGT nos dijeron "ya entendimos lo que son ustedes, por eso no hablamos de movimiento obrero y hablamos de trabajadores. Porque el trabajo en la Argentina se modificó y ustedes son parte de los trabajadores". Creo que del Estado se dio cuenta de nuestra importancia en todo el país. Hemos logrado con mucha lucha la Emergencia Social. Pero hasta ahora lo único que nos dieron son planes, no dieron herramientas, no en organizar el trabajo, no en reconocimiento de las ramas de trabajadores.

-¿Por qué les dan planes y no herramientas?

-Porque no les interesa que la gente labure, sino tenerlos contentos para que no salgan a la calle. Nosotros somos laburantes, necesitamos herramientas, necesitamos insumos y es para hacer calles, veredas. El PRO es la vanguardia para estigmatizar al pobre y al integrante de los movimientos sociales, pero por otro lado la política social es "generen dependencia, generen clientelismo, fomenten que cobre plan y nada más".

Macri si pudiera escondernos abajo de la alfombra lo haría, pero sus asesores le dicen: "Si no hacemos algo de política con estos tipos, nos incendian el país".

-¿Cómo analiza las posiciones de Larreta y de Macri sobre la economía popular?

-Larreta no tiene visión alguna. Es un "cool" que basa sus políticas públicas en focus groups de chetos. Y Macri si pudiera escondernos debajo de la alfombra, nos escondería. Lo que pasa es que os asesores le dicen "si no hacemos algo de política con estos tipos, nos incendian el país".

-En la Ciudad, ¿hubo un giro hacia la derecha?

-La Ciudad está de derecha a izquierda en función de los temas. Con la seguridad está muy a la derecha, pero se sensibiliza y vuelve para este lado cuando ve a un pibe en la calle durmiendo. Simbólicamente como izquierda no estamos pudiendo construir una alternativa real, pero no solo para las elecciones, hablo de una usina de ideas que puedan cambiar la subjetividad. Hay un bandeo.

-¿Por qué es tan difícil armar un gran frente de centro izquierda?

-Hay que terminar con una generación de políticos en nuestro país... Nosotros fuimos a una PASO porque creíamos que era una solución para la unidad y fue todo lo contrario.

El sistema político está hecho para cagar a los que queremos cambiar las cosas. Creímos en una palabra y faltando seis horas para cerrar la lista fue otra. Por qué tenemos que naturalizar la mentira y la falta de respeto.

-¿Dice que Claudio Lozano los defraudó?

- Había un acuerdo que tardamos dos meses en cerrar. En una categoría iba Claudio y en la otra nosotros. Presentamos la alianza, con la personería jurídica y cuando faltaban seis horas para el cierre de lista presentaron dos boletas.

Juan Casas

-¿Cómo sintetizaría las propuestas que tiene para la Ciudad?

-Cada política pública del gobierno porteño tiende a aumentar el precio del metro cuadrado. Eso es expulsivo. Si la gente no se va, incendian conventillos como el de La Boca o expulsa gente de los inquilinatos. Es una ciudad preparada para un sector, hay mucha diferencia entre el norte y el sur. A mí no me gusta cómo está la Ciudad.

-¿Qué no le gusta?

-El mayor presupuesto se lo lleva la empresa de recolección de residuos y sin embargo está muy sucia. Se financia la educación privada en detrimento de la pública. Los que nos atendemos en la salud pública la padecemos hasta llegar al profesional. Una vez que estamos con el médico nos cura, pero llegar hasta él con los trámites, los turnos... y llegar a la guardia es complicado también. Ya hay muchísima gente viviendo en las guardias. Hay que cambiar la matriz individualista de la Ciudad por una más solidaria, más en armonía con el medio ambiente y recuperar el espacio público. 

En la Villa 31 hay sectores donde se está haciendo un buen trabajo de urbanización, no estoy de acuerdo con consolidar las escaleras caracol, pero las cloacas a la gente le sirven.

Para recuperar la seguridad proponemos que la gente vuelva a las calles para recuperarlas de las bandas de la policía, jueces, políticos. Qué la gente salga con el mate a la calle. Si la recuperamos de vuelta le quitamos el espacio en donde se sienten más cómodos los delincuentes.

-¿Qué expectativas tiene sobre la integración de villas?

-Se está cumpliendo con una ley, en la mayoría de los barrios con diez años de atraso. En 2014 hicimos una carpa villera con huelga de hambre. A partir de ahí ningún dirigente pudo hacer política en la Ciudad sin hablar de urbanización. Hay sectores de Retiro donde se está haciendo un buen trabajo desde el gobierno y en otros en donde el trabajo es mal. Hay un plan general que es integrar el río a la altura de la Villa 31 hasta Costanera Sur. Eso va a ser todo tierra de IRSA en donde se va a construir viviendas mirando al río. 

Le van a dar un certificado a cada vecino y esperan que el mercado resuelva el problema inmobiliario, como ocurre en la villa Rodrigo Bueno. El certificado de tenencia se puede intercambiar por plata en el mercado: es difícil que un vecino se Retiro no quiera vender por 400 mil pesos su casa. No estoy de acuerdo con consolidar las escaleras caracol, pero las cloacas a la gente le sirven. Nosotros denunciamos lo que está mal y decimos lo que está bien.