La Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) subió este miércoles la tasa de interés de referencia un 0,25 puntos porcentuales a la banda del 0,75% al 1% anual y aseguró que habrá más subas, pero descartó sobresaltos en el corto y mediano plazo. De esta manera, le da aire al gradualismo fiscal de Macri que depende de la posibilidad de colocar deuda externa con la que financiar el déficit fiscal.

El organismo dijo que prevé dos aumentos "moderados" más de la tasa de fondos federales este año, según consignó al término de una reunión de dos días que finalizó hoy. En 2018, los miembros del Comité esperan tres subas más. Todas "graduales". De esta forma, se espera que a fin de año la tasa se ubique en la zona del 1,25% al 1,5%.

Según el comunicado de prensa, la decisión se basa en que "el mercado laboral ha continuado fortaleciéndose y que la actividad económica ha continuado expandiéndose a un ritmo moderado. La creación de empleo se mantuvo sólida y la tasa de desempleo tuvo cambios mínimos en los últimos meses. El gasto de los hogares ha continuado subiendo moderadamente a la vez que la inversión fija privada parece haberse afirmado un poco. La inflación ha aumentado en los últimos trimestres, acercándose al objetivo de largo plazo del Comité (de la Fed) del 2%; excluyendo los precios de alimentos y energía, la inflación a cambiado poco y sigue ligeramente por debajo del 2%".

Este crecimiento moderado pero firme de la economía fue el centro de las explicaciones que dio la presidenta del organismo, Janet Yellen, en su conferencia de prensa. De hecho, a penas conocido esta resolución, la tasa de interés de los bonos estadounidenses a 10 años bajó al 2,25%.

"De acuerdo a lo que establece su mandato estatutario, el Comité persigue promover el máximo empleo y la estabilidad de precios. El Comité espera que, con ajustes graduales en las medidas de política monetaria, la actividad económica crecerá a un ritmo moderado, las condiciones del mercado laboral se fortalecerán un poco más y la inflación se estabilizará entorno al 2% en el mediano plazo", precisó el comunicado.

Es decir que, de momento, la Fed no considera que la suba del empleo vaya a acelerar la inflación y que, por ende, sea necesario en el corto plazo, una suba de tasas más veloz. Este era el principal riesgo advertido por economistas locales para el plan de gradualismo fiscal de Macri.

Una suba de tasas acelerada amenazaba con elevar el costo del endeudamiento externo con el que el Gobierno decidió financiar el déficit fiscal, antes de que el Gobierno pueda reducir el riesgo país propio. Esta sobretasa de interés, que se paga por encima de la tasa de la Fed, actualmente se ubica actualmente 40 puntos básicos por encima del promedio de América Latina.

"La Fed se mantuvo en línea con sus proyecciones de crecimiento, inflación y empleo y sostuvo el gradualismo en su ciclo de suba de tasas con la tasa de interés esperada hacia fin de año de 1,375%, consistente con dos subas de 25 puntos básicos cada una. Al refrendar este gradualismo, la tasa de 10 años de los bonos de Estados Unidos se había ido a la zona del 2,60%, después del comunicado bajó a la zona del 2,50%", explicó a LPO Federico Furiase, profesor de la Maestría de Finanzas de la Di Tella.

"Esta anestesia que le puso la Fed al rendimiento de los bonos estadounidenses es una buena noticia para una economía emergente como la nuestra. Tanto desde el punto de vista del costo financiero de la deuda que no se encarece, como para el combate contra la inflación", explicó el economista.

"Esta medida le saca presión al escenario de fortalecimiento del dólar en las economías emergentes. En este contexto, las monedas pueden seguir una dinámica sin sobresaltos. Teniendo en cuenta que el papel que juega el tipo de cambio en el proceso de desinflación, también le saca presión sobre la política de tasa de interés del Banco Central", concluyó el especialista.

"El mensaje simplemente es que la economía va bien. La economía mundial se ve mejor, crece más fuerte", redondeó Yellen.