La confusión en la comunicación de la Casa Blanca de Donald Trump persiste. Hoy domingo el jefe de gabinete Reince Priebus se refirió a las implicaciones de la orden ejecutiva que vetó la entrada a refugiados y musulmanes de siete países, incluyendo a aquellos que residen legalmente en el país, que fue suspendida el ayer sábado por la noche por una juez federal.

Según Priebus, todas aquellas personas con 'green card' provenientes de alguno de los siete países afectados —Irak, Irán, Siria, Sudán, Yemen, Libia y Somalia— podrán regresar a Estados Unidos sin problemas. "La orden no afectará a quienes tengan residencia a partir de ahora", dijo al periodista Chuck Todd.

La declaración del jefe de Gabinete de la Casa Blanca, un republicano profesional, tiene la obvia intención de poner paños fríos ante la ola de protestas que sacude a todo el país y mantiene en caos varios aeropuertos centrales, ante la atolondrada decisión de Trump.

Pero esa información se contradice con las afirmaciones realizadas el sábado por Gillian Christensen, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, quien el sábado escribió en un email a la agencia Reuters que "se bloqueará a los portadores de residencia legal en el país".

El caos en el que entraron las iniciativas de Trump de su primer semana en la que intentó mostrarse ejecutivo y eficiente, empezaron a golpearlo duro en sus índices de aprobación que ya venía en picada. Una encuesta de Gallup confirmó que es el presidente más impopular tras su primer semana en el poder.

La desinteligencia en materia de comunicación tuvo su epicentro la semana pasada cuando primero el vocero Sean Spicer dijo que se impondría un impuesto del 20% a todo le generado en México. Horas más tarde relativizó esa declaración.

Ahora la crisis es más grande porque la orden ejecutiva ha desatado protestas masivas a lo largo del país y múltiples problemas bilaterales con países de Africa y Arabia.

Priebus explicó que los agentes de inmigración tienen "autoridad discrecional" para detener e interrogar a sospechosos provenientes de ciertos países. Su afirmación incrementa la confusión sobre cómo se interpretará y cómo se pondrá en práctica la orden ejecutiva en los próximos días.