Siete presos se fugaron el domingo de una comisaría en la localidad de Grand Bourg del partido de Malvinas Argentinas, en la que había 27 detenidos. Según fuentes policiales, los prófugos limaron los barrotes del calabozo que dan al recinto donde estaba el encargado de custodiarlos, irrumpieron en el sector, lo controlaron por la fuerza y se escaparon.

Ante la consulta de LPO por este tema, no hay una respuesta precisa por parte de las autoridades bonaerenses. Es que, mientras que desde Cambiemos y también desde el Frente Renovador se pregona el discurso de "mano dura", persiste sin solución un problema de fondo: el sistema carcelario se encuentra colapsado y no puede albergar más presos. Es decir, se siguen proponiendo leyes para endurecer las penas de prisión pero no se debate la situación del sistema carcelario. Pura retórica.

Contra la idea instalada de la "puerta giratoria", especialistas denuncian que la población carcelaria no deja de aumentar y se agrava la situación de sobrepoblación y hacinamiento. El inicio de la necesidad de una profunda reforma penitenciaria ya había sido planteada por el ex ministro de Justicia bonaerense, Carlos Mahiques. "El sistema va a explotar", le advirtió a la gobernadora María Eugenia Vidal un tiempo antes de renunciar a su cargo.

Hacia el fin del mandato de Vidal, los presos en cárceles bonaerenses superarán los 45 mil reclusos, casi un 50 por ciento más de la capacidad actual del sistema carcelario.

Fuentes de la justicia bonaerense brindaron a LPO números alarmantes referidos a la tasa de encarcelamiento en la Provincia. Según estas estimaciones, hacia el fin del primer mandato de Vidal, los presos en cárceles bonaerenses superarán los 45 mil reclusos. Este número surge de un estudio sobre la tasa de internos que tienen los países por cada 100 mil habitantes. En Estados Unidos -uno de los países con más presos del mundo- son 743, en la Argentina son 152. Sin embargo, la media bonaerense supera la nacional: en la Provincia hay 207. 

Actualmente las autoridades manejan un número difuso que va de los 35 mil a 37 mil presos en la provincia. A ellos se suman otros 2 mil que permanecen en comisarías, aunque sobre estos últimos tampoco hay relevamientos precisos. Pero el problema es el hacinamiento.

 Según las normas internacionales, en las cárceles bonaerenses hay espacio para 28 mil internos, lo que implica que actualmente ya existe un déficit de al menos 7 mil, un número que –si se suman los que se estiman en comisarías- ronda los 10 mil. Esta cifra sería aún mayor si se tienen en cuenta los datos que brinda la Comisión Provincial por la Memoria, que indicó que a fines de 2015 la población detenida en Provincia superó el récord histórico y alcanzó casi a 40 mil.

La gobernadora Vidal y el ministro Ferrari, al anunciar la remoción de la cúpula del sistema penitenciario.

Provincia

En la Provincia hay alrededor de 35 mil presos en cárceles y otros 2 mil en comisarías. El sistema indica que sólo hay espacio para 28 mil internos

Hoy ingresan por año al Servicio Penitenciario Bonaerense unos 2200 presos por año y egresan alrededor de 600. Es decir, la población carcelaria aumenta cada vez más. Y la construcción de una nueva cárcel tarda al menos dos años y en el mejor de los casos podría alojar a unos 1500 internos.

Es decir, habría que construir una cárcel por año sólo para contener el nuevo ingreso de presos. El stock excedente de unos 10 mil, seguiría sin solución.

Además, el problema es aún mayor si se piensa que una cárcel de capacidad media alberga entre 500 y 600 internos. Hay algunas más grandes, como la de Sierra Chica, que alojan a unos 1200, pero la media de las 55 unidades penitenciarias que hay en la Provincia es más baja y da como promedio a unos 500 internos. Aún si se construyeran cárceles más grandes, ¿cuántas deberían realizarse como mínimo para revertir el déficit actual de 7 mil internos que ya se tiene hoy en día? Las autoridades provinciales no dan respuesta a esa pregunta.

Un ejemplo emblemático del municipio de Campana, donde estaba prevista la ampliación de una cárcel para pasar de 400 a 800 personas y hasta hace unos meses todavía no se habían firmado los pliegues. Fuentes del servicio penitenciario indicaron a LPO que desde la firma a la construcción, se demora más de un año. La obra estaba anunciada para marzo del año próximo y será imposible que esté finalizada. O sea, este año no se construyó ni un metro cuadrado de nuevas cárceles.