La campaña se puso al rojo vivo la semana pasada, cuando el titular del FBI reabrió la investigación contra Hillary por el uso de un servidor privado de emails mientras era secretaria de Estado. Parecía un valioso espaldarazo para Trump.

“Supimos de la existencia de correos que pueden ser relevantes”, escribió entonces en una carta al Comité de Justicia del Senado. Se refería a los mails encontrados en la computadora de Anthony Weiner, el ex marido de Huma Abedin, una de las asesoras más cercanas de Clinton, que es investigado por presunto abuso de una menor.

Una semana más tarde, el FBI dio un nuevo e inesperado giro y se volvió a meter de lleno en las elecciones. A tan sólo dos días de los comicios, volvió a exonerar a Hillary. Después de haber revisado estos nuevos mails, dijo que mantenía su decisión de no avanzar con la investigación.

Fue un verdadero balde de agua fría para el magnate neoyorquino, que intentó salir rápido a controlar daños. Kellyanne Elizabeth Conway, manager de la campaña de Trump, copó los medios de comunicación toda la tarde para decir que esto no cambiaba nada: “Hillary mintió, fue irresponsable y se manejó mal como funcionaria”.

Kellyanne Conway, manager de la campaña de Trump, copó los medios este domingo para afirmar que la nueva decisión del FBI "no cambia nada" y volvió a sugerir que el sistema estaba manipulado en favor de la demócrata.

Con sutileza, Conway volvió a reforzar la idea que el candidato republicano buscó instalar en las últimas semanas: el sistema está manipulando la elección en favor de Hillary. “No puedo comprender cómo el FBI hizo para revisar cientos de miles de mails en sólo una semana”, dijo con picardía en el prime time de ABC News.

Astuto, uno de los periodistas que la entrevistaba le retrucó que “cientos de miles” era un número inexacto, porque no se sabía cuántos mails había en realidad en la computadora de Anthony Weiner. Aún así, la estratega republicana reiteró que este movimiento del FBI buscaba minimizar las chances de Trump.

Y algo de razón tiene. La nueva intromisión de Comey podría significar un frenazo a la remontada que efectivamente estaba viviendo el republicano en varios estados claves. Aunque las últimas encuestas globales le dan una ventaja de hasta 5 puntos a Hillary, como ya explicó LPO, lo que realmente importa en esta instancia en la pelea en cada estado.

LPO

En esa arena, durante la última semana se había abierto una luz de esperanza para Trump. Varios de los estados que parecían ya inclinados hacia Hillary, empezaron a emparejarse. Uno es la importante Pensilvania, que entrega la jugosa suma de 20 delegados. Pero los últimos sondeos también en este campo volvieron a otorgar una ventaja decisiva a la candidata demócrata.

No es casual que mañana los dos candidatos desembarquen es ese territorio. Trump estará en Scranton y Hillary apostará a un mega cierre en Filadelfia-la ciudad más poblada de ese territorio-, con asistencia completa de su dream team: Obama, Michelle, su esposo Bill y su vice Tim Kaine. No puede darse el lujo de perderlo.

Michigan es otro de los estados que parecían asegurados para los demócratas y en la última semana se puso en una virtual paridad. Se suman así a los infartantes empates técnicos de Florida, Ohio, Carolina del Norte y Colorado.

Está claro que un puñado de estados definirá al próximo presidente. Como en un enorme tablero de ajedrez, los dos equipos intentan conseguir los territorios que todavía están en duda, al mismo tiempo que tratan de robarle “comerle” alguna pieza al adversario.