Alberto Fernández se siente fortalecido después del día de furia del Frente de Todos y mandó a levantar "el 17 de octubre" que le había armado el Movimiento Evita.

Como adelantó LPO, en la organización que conducen Emilio Pérsico y Fernando "Chino" Navarro esperaban una señal del presidente para confirmar o desactivar la movilización.

Esa señal ocurrió a media mañana cuando Alberto se puso en contacto con los referentes y les pidió que suspendan la marcha, según confirmó Daniel "Chuky" Menéndez de Barrios de Pie.

La marcha a Plaza de Mayo trasladó a los movimientos sociales la pelea de Alberto y Cristina

La decisión de Alberto es una señal al interior del Frente de Todos de que se siente fuerte y que no necesita por ahora demostraciones de poder, algo que sí el Gobierno gestionó ayer pero que se hicieron por redes sociales.

En ese sentido, el Presidente se mostró esta mañana con el gobernador de San Juan, Sergio Uñac, en una clara señal de respaldo de los mandatarios provinciales. Juan Manzur, Gustavo Bordet, Ricardo Quintela y Raúl Jalil ya habían mostrado su apoyo vía redes.

Confiado, en la Casa Rosada dicen ahora que Alberto no tiene pensado tomar ninguna decisión sobre las renuncias que presentaron sus ministros y funcionarios, y esperará a hablar con Cristina Kirchner para tomar una decisión.

"No va a negociar con una pistola en la cabeza", dicen en el entorno de Fernández, donde tomaron con alivio la tregua de Cristina con Martín Guzmán a quien le avisó que no está pidiendo su renuncia. En sectores del oficialismo creen que más que un gesto a Alberto ese pudo haber sido un gesto al FMI y al mercado.