El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, atraviesa una delicada situación polÃtica. Además de las consecuencias sanitarias, económicas y sociales generadas por la pandemia, su gobierno está en la mira del Congreso por las acusaciones de sobreprecios en las vacunas que incrementó los pedidos de apertura de juicio polÃtico y semana tras semana aumentan las protestas en las calles.
Esto generó una importante caÃda de su imagen y todas las encuestas lo ubican como perdedor con Lula, en algunos estudios también en primera vuelta.
Ante esta situación, el lÃder brasileño decidió blindarse ante cualquier imprevisto que puede alterar su mandato y reforzó su alianza con el Partido Progresistas (PP), integrante del poderoso Centrao que maneja los hilos de la Cámara de Diputados con quien el Gobierno viene ensayando una alianza desde, al menos, un año.
Bolsonaro contra Lula: "Sólo puede volver con fraude"
El PP es el partido del presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, que logró alcanzar ese cargo con el apoyo de Bolsonaro. Además, tiene a Ricardo Barros como lÃder del Gobierno en Diputados y a Aguinaldo Ribeiro como lÃder de la mayorÃa.
Ahora, al inmenso poder en el Congreso en donde tiene la llave de una eventual apertura para un juicio polÃtico, el PP empezó a colonizar el Poder Ejecutivo con la designación de Ciro Nogeira en la jefatura de la Casa Civil (una suerte de jefatura de Gabinete). Bolsonaro ya habÃa designado a Flavia Arruda en la SecretarÃa General de la presidencia, pero en este caso del Partido Liberal.
En este marco, LPO habló con Creomar de Souza, analista polÃtico y CEO de Dharma Politics, quien dijo que "el nombramiento de Ciro Nogueira a la Casa Civil tiene dos objetivos principales: el primero es consolidar un proceso para blindar el Palacio de Planalto del Congreso. El segundo es asegurar que el PP y, en consecuencia, el Centrão no abandonen el gobierno si persiste la tendencia a la baja en la popularidad del presidente".
Sobre la posibilidad que las investigaciones contra Bolsonaro en la Comisión Parlamentaria de Investigación puedan provocar un proceso de impeachment, Souza sostuvo: "Considero improbable una escala hacia el juicio polÃtico. Hasta ahora, el gobierno permanece bastante protegido en términos de apoyo en el Congreso y mientras el flujo de recursos del presupuesto se mantenga estable, la tendencia es que el apoyo continúe.
"El CPI puede, si encuentra elementos indiscutibles de corrupción, crear una enorme dificultad para el gobierno en términos del proceso electoral, sin embargo, con los datos que tenemos hoy, esto no significa una tendencia creciente de juicio polÃtico", añadió el analista.
Para nombrar a Nogueira, Bolsonaro desplazó a un militar clave en estos dos años y medio de gestión. Se trata de Luiz Fernando Ramos que durante su paso por la SecretarÃa General de la presidencia logró consolidar la relación con el Congreso que dio inicio a la alianza con el Centrao.
"Es posible que Bolsonaro quiera preparar un autogolpe si pierde las elecciones"
Fue Ramos con el actual ministro de Defensa, Walter Souza Braga Netto los que impusieron el pragmatismo propio de un presidencialismo de coalición que derribó la narrativa antipolÃtica que Bolsonaro desplegó durante la campaña electoral de 2018. Por eso, el Presidente pasó del despectivo "Más Brasil, menos Brasilia" a darle la lapicera de definiciones claves al Centrao.
Estos movimientos no están exentos de tensión. Esta semana se produjo un episodio difÃcil entre Braga Netto y Arthur Lira luego que el poderoso militar bolsonarista se sumara a las denuncias de fraude del jefe de estado y dijera que "sin voto impreso, no habrá elecciones". Esa presión sobre el Congreso cayó mal en el lÃder del cuerpo legislativo.
Luego, el propio Braga Netto bajó la tensión y el vicepresidente, Hamilton Mourao, terminó aclarando que las elecciones se realizará igual, sea cual fuere el sistema de votación, porque Brasil "no es una república bananera".
En este punto, De Souza señaló que "la demanda del voto impreso es un elemento cohesivo del electorado más radical de Bolsonaro. A través de esta demanda, el gobierno busca propiciar una interpretación de la realidad de que si llega la derrota, es el resultado de una conspiración de las élites polÃticas y no del pobre desempeño electoral del presidente".
"Es importante señalar que esta estrategia es exactamente igual a la forma en que trabaja Trump en las dos elecciones en las que participó en Estados Unidos", añadió.
Jair Bolsonaro no solo tomó la decisión de incorporar al PP a la mesa de decisiones sino que también se afiliará a ese partido para competir en 2022, algo que ya hizo en 1993. El Presidente de Brasil necesita de aliados para transitar un combo explosivo entre la pandemia y las acusaciones de corrupción
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