Pablo Javkin decidió mudar el lugar de jura al barrio Empalme Granero, en la zona noroeste de Rosario. Una de las vecinales más grandes de la ciudad que abarca a varios barrios con necesidades extremas y servicios deficitarios que conviven con la inseguridad cotidiana producida por la guerra entre bandas narcos que se disputan el territorio y riegan de sangre al vecindario.

"Hay que hacer obras donde más hacen falta, miren yo cuando asumí, en el 2019, nos pusimos una meta que seguro íbamos a cumplir, porque después uno no sabe cuáles son las circunstancias en las que le toca gobernar, y nosotros hemos aprendido que las circunstancias pueden ser muy bravas y muy inesperadas, yo me acuerdo que esa fue convertir a Villa Banana en un barrio", algo que se logró, aunque destacó que "por supuesto que falta hacer más", dijo el intendente en la vecinal que hace años la preside Osvaldo Ortolani, un dirigente histórico del peronismo rosarino que inauguró el nuevo edificio.

Es que Empalme Granero siempre fue un bastión poderoso del PJ y con ello, Javkin aprovechó para dar un mensaje de apertura política: "inicié el día de hoy en Empalme Granero como compromiso de un gobierno que va a poner las obras donde más la necesitan sin mirar ninguna particularidad política, sino lo que marca la necesidad de nuestra gente", explicó luego el intendente en el acto oficial del Concejo Municipal.

"Empalme es un barrio que tiene una tradición y un corazón político distinto al gobierno de la ciudad, pero sobre todo tiene una pluralidad en su vecinal que probablemente sea ejemplar en Rosario", prosiguió el mandatario ante funcionarios y vecinos.

Javkin recibió regalos del presidente de la vecinal Osvaldo Ortolani

"Venir a asumir acá tiene que ver con el compromiso de que lo que tenemos que hacer por delante no se hace con grieta, no se hace peleando, no se hace agraviando al otro, no se hace en esta moda acá de que el que insulta es más famoso, se le viralizan mal los videos. Es verdad que es una época en la que parece que lo exitoso es gritar, agredir, enojarse con el otro", sostuvo.

"La ciudad se hace cuando los que pensamos una cosa y los que pensamos otra, en vez de discutir en el aire o agraviándonos personalmente, ponemos el mapa del lugar que queremos cambiar, venimos, hacemos y lo cambiamos. Y eso es lo que hoy, yo no tengo duda, va a recomponer el vínculo de la política con la gente", remarcó Javkin.

De hecho, el alcalde le hizo un guiño sobrio al nuevo presidente con quien espera contar con un diálogo fluido: "valoro la mención que se hace de Rosario como una prioridad en la lucha contra el delito", destacó.

 Ahora que no estamos tan solos, vamos a poder enfrentar el flagelo que no nos deja vivir tranquilos. Desde acá quiero decirle a mi amigo, el nuevo gobernador, que confiamos y creemos en él

Ya en el Concejo Municipal, Javkin hizo un repaso de los avances de su gestión "a pesar de que nos dejaron solos, pero Rosario siempre", dijo y aprovechó para referirse a Maximiliano Pullaro señalando que "ahora que no estamos tan solos, vamos a poder enfrentar el flagelo que no nos deja vivir tranquilos. Desde acá quiero decirle a mi amigo, el nuevo gobernador, que confiamos y creemos en él. Que estamos listos para aportar todo lo que esté a nuestro alcance en la batalla urgente para recuperar la paz".

Como el flamante gobernador había convocado a la primera reunión de gabinete a las 7.30 de la mañana en la capital provincial, donde les pidió celeridad para hacerse cargo de la gestión, no asistió a la asunción de Javkin y envió a Gabriel Chumpitaz en representación.

"Necesitamos que la calle sea para la gente buena, que el que las haga, las pague, que los narcos estén aislados en serio", pidió el rosarino que ofreció la tecnología en cámaras y control de calles en la que invirtió el Municipio.