La renovación del mandato de Hugo Chávez como presidente de Venezuela por seis años más no resulta un dato de menor importancia para el sector agropecuario argentino que comercializa buena parte de su producción a dicha nación bolivariana.

Sucede que la alianza trazada en su momento por el propio Chávez con el ex presidente Néstor Kichner -continuada por Cristina Fernández- trascendió el terreno de la política para convertirse en una sociedad comercial de enorme magnitud.

Por tal motivo, analistas internacionales consultados por La Política Online prevén que las relaciones comerciales vayan incrementándose de manera progresiva durante los próximos meses hasta alcanzar niveles mucho más significativos aún.

“Venezuela hoy día tiene una importancia bastante considerable para la Argentina en materia de agroalimentos ya que con el correr de los años, y de la mano de las buenas relaciones políticas, se ha convertido en un socio importante”, comentó Jorge Castro.

“En cambio, no es así por el lado venezolano dado que el petróleo representa más del 90% de sus exportaciones y alrededor de las tres cuartas partes de esa producción lo venden a EE.UU.; ahí es donde reside la paradoja del modelo Chavista”, explicó Castro.

Para tener una idea, en lo que va del presente año 2012 se declararon exportaciones argentinas de sembradoras y fertilizadoras por un total de 36,1 millones de dólares, de los cuales un 35% correspondieron a ventas destinadas a Venezuela.

Según el sitio Valor Soja, el participante más activo en el mercado venezolano es el consorcio integrado por Apache, Crucianelli y VHB, el cual declaró ventas por 84 unidades de la sembradora Apache 315 por un valor FOB unitario de 36.874 dólares.

Pero la importancia de Venezuela no solamente reside en el sector de maquinaria e implementos agrícolas, sino que también adquirió una enorme participación en el mercado de leche en polvo argentina.

Durante el pasado mes de septiembre, Venezuela representó un 42% del total de las exportaciones de leche en polvo entera declaradas (unas 22.704 toneladas) a un precio FOB de 3513 dólares por tonelada, según datos de la AFIP.

En tanto, en el mercado de maíz la importancia del Gobierno de Chávez también es importante para la Argentina dado que se ubica entre los principales compradores de pisingallo –a partir del cual se elabora pochocho- con casi un 5% de participación.

En este contexto, en los primeros nueve meses de 2012 se declararon ventas externas de maíz pisingallo por un volumen de 142.906 toneladas. Es decir, unas 7500 toneladas fueron enviadas a la nación bolivariana.

Asimismo, Venezuela –junto a Brasil, Uruguay y Sudáfrica- cuenta con una considerable participación en el mercado de silobolsas argentino, cuyas exportaciones en los primeros nueve meses del año sumaron un total de 22 millones de dólares.

Por otro lado, un dato curioso es que el Gobierno de Chávez paga hasta un 28% más que el resto de los compradores por la bola de lomo argentina (en lo que va del año nuestro país envió al exterior unas 270 toneladas de dicho producto).

De esta forma, el precio promedio FOB de la bola de lomo exportada por la Argentina fue de 4,88 dólares por kilo, mientras que a Venezuela el producto se embarcó con un valor declarado promedio de 6,26 dólares por kilo.

Esto ocurre porque en Venezuela, según sea el organismo en el que se tramite la autorización, se consiguen dólares para importaciones a un tipo de cambio de entre 4,30 y 5,30 bolívares por dólar (el dólar paralelo cotiza a no menos de 12 bolívares).

El rol de Cheppi

En la teoría, las exportaciones de productos argentinos con destino al mercado venezolano deben realizarse en el marco de acuerdos bilaterales gestionados entre representantes del Gobierno argentino con sus pares bolivarianos.

Pero en realidad, desde el punto de vista político, el único encargado de llevar adelante las negociaciones es el actual embajador, Carlos Cheppi, quien desde hace varios años viene teniendo una aceitada relación con funcionarios Chavistas.

Fue durante su presidencia en el INTA –en 2006 y 2007- cuando firmó sus primeros convenios de cooperación técnica con el país caribeño, al tiempo que durante su gestión como secretario de Agricultura –en 2008- se encargó de profundizar esos vínculos.

Pero esos negocios en 2010 debieron atravesar un duro percance tras las sucesivas denuncias que fueron saltando a la luz por supuesto pago de coimas por parte de empresarios argentinos a funcionarios venezolanos que habilitaban las operaciones.