La Cámpora armó su búnker paralelo junto a Aníbal Fernández en el Hotel Intecontinental y pegó el faltazo al Luna Park, donde se montó el escenario al que se subió Daniel Scioli.

“No vamos a ir para festejar nada y menos si no va Cristina”, dijeron a LPO desde la organización creada por Máximo Kirchner. En el hotel de calle Moreno los camporistas Andrés “Cuervo” Larroque, Juan Cabandié y Mariano Recalde se concentraron con Axel Kicillof y el candidato a gobernador del Frente para la Victoria.

Desde “la orga” dijeron a LPO que si Scioli no gana en primera vuelta “es una muy mala elección y no fue culpa de Cristina”.

En “la orga” aseguran que a Scioli tuvo servida toda la estructura kirchnerista y que no pudo conseguir el voto independiente que supuestamente lo destacaba por sobre otros posibles candidatos del Gobierno como Sergio Urribarri –que nunca llegó a los dos dígitos en las encuestas- y Florencio Randazzo.

La bronca de La Cámpora es acaso un anticipo de las tensiones internas que sufrirá Scioli hasta el 22 de noviembre si no evita el ballotage.

En la última semana de campaña, Kicillof había dado un anticipo de esas tensiones cuando armó un acto de cierre paralelo junto a La Cámpora y Aníbal en el Luna Park, un día antes del cierre de Scioli junto a Ricardo Montaner.

El ministro de Economía aumentó la tensión esta noche cuando festejó haber obtenido la banca de diputado por la que competía, según los boca de urna que circularon. Indiferente al candidato a presidente que llevaba en su boleta, Kicillof lanzó desde su cuenta de Twitter una serie de afiches con su cara, cada una de ellos con un color y slogan diferente.