CNV
Acusan a Kicillof de alimentar un negociado con la norma de la CNV
Desde el anuncio hasta que entró en vigencia la resolución 646, la bolsa cayó 13%. Quiénes se beneficiaron con la movida.

El ministro de Economía, Axel Kicillof, volvió a quedar en el centro de rumores sobre grandes negociados financieros, luego de la enorme transferencia de ingresos que generó la nueva resolución de la Comisión Nacional de Valores (CNV), luego de inexplicables tres días de revuelo e incertidumbre alimentados por el gobierno.

La resolución 646 de la CNV finalmente fue publicada hoy en el Boletín Oficial y establece que los bonos y demás tenencias nominadas en dólares dentro de las carteras de los fondos comunes de inversión (FCI) se valúen en pesos al tipo de cambio oficial y no a su precio de mercado.

Desde el gobierno anunciaron que el propósito de la medida es reducir la volatilidad y unificar los criterios de valuación para darle mayor seguridad a los ahorristas. "Argumento bastante discutible a la luz de los hechos", califica Bruno Costas del equipo del diputado Claudio Lozano, ya que las cotizaciones llegaron a caer un 30 por ciento, volatilidad que fue aprovechada por otros jugadores, que curiosamente aparecen cercanos a Kicillof, como el Deustche Bank, como reveló Clarín. 

El Deustche Bank habría aprovechado el desplome de los bonos para comprar u$s 200 millones a precio de remate. Este mismo banco apareció en la anterior maniobra del ministro que investigó la justicia.

Esto ocurrió porque una vez conocido el anuncio los FCI que de un día para el otro verían reducido el valor de sus inversiones, salieron masivamente a reestructurar la composición de sus activos antes de que entrara en vigencia la medida. 

El anuncio anticipado dio lugar a movimientos especulativos, a negociaciones y a una reunión entre la CNV y los FCI en la Cámara Argentina de Fondos Comunes de Inversión (CAFCI) para que se reviera la medida, que de todos modos fue publicada. La CAFCI al ser consultada sobre los temas abordados, se negó a hacer comentarios a la prensa.

Marcelo Bonelli reveló en su columna de los viernes de Clarín que una conocida casa de cambio y dos bancos de inversión recibieron la noticia antes de que se hiciera público el anuncio y salieron a deshacerse de aquellos activos nominados en la divisa norteamericana antes de que cayeran sus precios. 

El diario incluso reveló que el Deustche Bank aprovechó los precios de remate y compró sólo ayer u$s 200 millones de bonos. Este banco es el mismo que apareció involucrado en la anterior maniobra con bonos que realizó Kicillof en Abril, con el fondo Marathon, como reveló LPO en su momento. En ese momento con la colocación de la partida de Bonar 24, el Deustche había sido favorecido con un punto porcentual extra.

El ex presidente del Banco Central, el massista Aldo Pignanelli, agregó hoy en declaraciones radiales que "hubo al menos dos bancos que fueron demasiado rápidos o tenían información previa". Al respecto también es sospechoso el inusual volumen de operaciones de los Bonar 18 un día antes del anuncio a precios que hasta hoy el mercado no ha vuelto a convalidar.

Consultado sobre estas versiones, un experimentado agente de bolsa negó a LPO que estas maniobras sean posibles. Señaló que vender por adelantado a gran escala sería muy burdo y detectable, de manera que cualquier operación coordinada para manipular los precios sería fuertemente sancionada. 

Sin embargo Bruno Costas subrayó a LPO que la cuestión central es la imposibilidad de rastrear y auditar las operaciones hechas "over the counter" (sobre el mostrador, entre privados, a lo almacenero) con bonos argentinos en el exterior. "Sin duda algunos tuvieron pingües ganancias", afirmó tajante.

De hecho, es un dato objetivo que la movida de la CNV implicó una transferencia real de recursos desde los inversores más conservadores a los más osados. Entre otros ganadores, trascendió que el que no se quedó atrás fue el fondo buitre Owl Creek, que aprovechó a comprar bonos Par en un intento por llegar al “quórum” del 25% de la totalidad de los bonos de esta especie que necesita para reclamarle al gobierno que acelere el pago de estos títulos.

Efectos

El efecto de la medida hasta la fecha ha sido antes que nada tres días de incertidumbre, la marcada caída de la bolsa –de la que el gobierno deslinda responsabilidad y atribuye a la desconfianza mundial en los mercado emergentes- y la suspensión de la actividad de las emisoras de bonos. 

Pero el efecto económico más notorio fue una enorme transmisión de recursos. Los fondos que salieron a vender sus tenencias en dólares cuanto antes con tal de no ver sus resultados patrimoniales reducidos, perdieron confianza y con la baja estrepitosa de los precios de los bonos en dólares reportaron pérdidas patrimoniales. Así el rendimiento de sus inversiones se deprimió y sus clientes, los cuotapartistas, son los que pagaron el pato. Si hasta ahora vendieron 5 mil millones de dólares en bonos, las tenencias restantes generan expectativas por ver si los liquidan o si los conservan y revisan los contratos con sus clientes para garantizarles el acceso a las divisas y no a los pesos equivalentes a tipo de cambio oficial.

Hubo al menos dos bancos que fueron demasiado rápido o tenían información previa, denuncio el massista Pignanelli.

En un marco de gran especulación -incentivada por el brusco cambio de reglas que impuso el Gobierno-, un operador de Invertironline afirmó que la baja en la cotización de los bonos era una reacción de corto plazo porque los fundamentals de la economía iban a hacer repuntar el precio e instaba a sus clientes a aprovechar la oportunidad de adquirir dólares relativamente baratos mediante brokers. Los inversores institucionales también aprovecharon ¿Quiénes fueron los grandes ganadores?

Desde luego que el gobierno, que al sacar a los FCI del mercado de bonos en dólares tras ya haber corrido a las aseguradoras y haber limitado a los bancos, se convierte en el único gran inversor institucional, de acuerdo. Pero no es el único. 

Rápidos de reflejos también estuvieron los agentes bursátiles del Deutsche Bank, del fondo buitre Owl Creek y otros jugadores del sistema que con o sin "inside information", aprovecharon los precios de remate.

Quien llamativamente no ha hecho comentarios es Diego Bossio, el titular de la ANSES. Hoy Guillermo Nielsen estimó en $9000 millones la pérdida del valor contable del fondo de garantía de sustentabilidad (FGS) y dijo que los jubilados eran los grandes perdedores de la movida de la CNV. No obstante, resta sopesar el impacto de las nuevas adquisiciones de la ANSES aprovechando los precios de remate.

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  • 2
    faxbox
    27/09/15
    11:19
    cuando en la economia hay alguien pierde hay otro que gana, adivinen quien gano' ?
    Responder
  • 1
    manuelcoop
    26/09/15
    09:40
    Donde esta elpiloto???¡¿¿sonan la musica en el Titanic ii
    Responder
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