En el marco de la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina (CSIRA), gremios kirchneristas y massistas que integran la CGT oficialista se reunieron hoy a discutir estrategias conjuntas para enfrentar lo que denominan la “infiltración” de la izquierda en las fábricas, algo que quedó expuesto con el conflicto en Gestamp.

El encuentro se realizó esta mañana en la sede de Smata, auspiciado por el secretario general del gremio y titular de la CSIRA. Allí estuvieron Antonio Caló, jefe de la CTG y titular de la UOM, Alberto Roberti (petroleros), Jorge Lobais (textiles), Rodolfo Daer (alimentación), más representantes de otros gremios como Luz y Fuerza, químicos, Sanidad, entre otros.

De los gremialistas que integran el Frente Renovador de Sergio Massa estuvo el diputado nacional Roberti, mientras que mandó su respaldo el titular de Sanidad y también diputado, Héctor Daer.

En la reunión, Pignanelli trazó un panorama sobre el conflicto en la autopartista Gestamp, que estuvo parada durante varios días debido a que un grupo de trabajadores tomó la planta de Escobar. El jefe de Smata ya había dicho que ese conflicto era “una prueba piloto del Partido Obrero” y los responsabilizó por los despidos.

En el sindicalismo oficialista preocupa el accionar de delegados que no responden a la cúpula de los gremios y que están ganando terreno en sectores históricamente dominados por ellos. “Analizamos la situación en la que están inmersas las industrias. Estamos ante una altísima infiltración de la política de izquierda”, dijo Roberti en diálogo con LPO

“Ese accionar le está dando lugar a las empresas para tomar represalias contra los trabajadores. No podemos permitir que haya más despidos o suspensiones por esto”, detalló el jefe del gremio de los petroleros. “La izquierda no está en la conducción de los sindicatos y por eso genera estos conflictos, provocando violencia en los lugares de trabajo”, agregó.

“Quieren apropiarse de los lugares de trabajo. La izquierda apuesta al ‘cuanto peor mejor’, buscando generar crisis y sacando rédito político. Entonces las patronales, ante una peor situación, aprovechan para echar gente”, indicó Roberti. “Ellos se van a cortar calles y nosotros nos quedamos con los despedidos”, continuó.

El sindicalista adelantó que el grupo de gremios está preparando un documento sobre esta situación y lo daría a conocer el lunes. “Puedo adelantar que va a ser muy duro”, dijo Roberti. El tema también será central en el plenario que hará la CGT oficialista la semana próxima.

“Los vamos a invitar a la reflexión, a que se den cuenta que están creando situaciones muy difíciles en un contexto económico complejo”, explicó el diputado massista. Al respecto, indicó que coincidieron en expresar su preocupación por la caída de la actividad automotriz, por lo que pedirán a la Casa Rosada que derogue el impuestazo a los autos de lujos y que arregle con Brasil para reactivar el mercado.

Finalmente, Roberti indicó que ante conflictos como el de Gestamp con delegados de izquierda “vamos a actuar en conjunto”. “Nos preocupa que la izquierda se está deslegitimando la situación real y sembrando sospechas sobre los sindicatos”, completó.

Críticas de la izquierda

Referentes de la izquierda salieron a hacer fila para pegarle a Pignanelli y Roberti por sus declaraciones sobre los “infiltrados”. “El sindicalismo del Gobierno y de Massa se unen para denunciar la infiltración, un término que usaba la dictadura”, le dijo a LPO el diputado nacional Nicolás del Caño.

En un comunicado que firmó junto al diputado bonaerense Christian Castillo, Del Caño expresó “el mayor repudio a la campaña macartista y fascistizante que la burocracia sindical ha lanzado contra la presencia de la izquierda en las fábricas y sindicatos industriales, una verdadera caza de brujas".

En tanto, el diputado Néstor Pitrola denunció que el titular de Smata mandó a hacer una asamblea en Volkswagen -otra empresa en conflicto- bajo la consigna "nosotros o el Partido Obrero y Pitrola". “Obvio, el que vota en contra es despedido”, afirmó.

“Repudiamos profundamente las declaraciones de Ricardo Pignanelli y los objetivos de la Confederación, porque los que hablaban de infiltrados, los que pedían represión por los medios, los que perseguían en los lugares de trabajo y entregaban los nombres a las patronales era la dictadura militar de la que muchos dirigentes sindicales fueron cómplices”, afirmó por su parte la dirigente Vilma Ripoll. i