El retorno de los talibanes al poder en Afganistán luego de 20 años de ocupación militar extranjera de Estados Unidos y la OTAN pone un manto de incertidumbre en una región del mundo que arrastra décadas de inestabilidad. 

Fronteras adentro del territorio afgano, la duda gira en torno a si el nuevo gobierno implantará un regimen de terror sin derecho para las mujeres y con un cumplimiento estricto de la Sharia en lo que denominan el "Emirato Islámico de Afganistán". 

Sin embargo, el vocero de los talibanes, Zabihullah Mujahid, en una sorprendente conferencia de prensa brindada este martes en Kabul, buscó mostrar un cara moderada: anunció una amnistía general y dijo que se respetarán los derechos de las mujeres. En el medio, las potencias se debaten si reconocen o no a un regimen que aún no designó a su líder.

En este marco, LPO entrevistó al periodista especializado en Medio Oriente y autor de dos libros ("La disputa por el control de Medio Oriente" y "Medio Oriente, un lugar común") en donde analiza en detalle esa región del mundo, sus intereses y disputas.

Sobre la situación de Afganistán, Kopel dijo que "a simple vista en esta victoria sucedió algo similar a lo ocurrido con la crisis en el Canal de Suez en la década del 50, en donde Nasser ganó sin pelear. Técnicamente, los talibanes derrotaron a Estados Unidos o al menos lograron construir esa idea. Cuando derrotaron a la Unión Soviética mirá todo lo que pasó, habrá que mirar con atención ahora".

En 2014, 700 milicianos de Isis se quedaron con Mosul, contra miles de soldados iraquíes. Cuando se fue el apoyo aéreo en Irak, Isis ya no tuvo quien le haga frente. En Afganistán pasó algo similar cuando se retiró el apoyo aéreo de Estados Unidos.

Uno de los ejes que se viene debatiendo tras la llegada de los talibanes a Kabul fue la poca resistencia del ejército afgano al avance yihadista. Kopel explicó que "en 2014, 700 milicianos de Isis se quedaron con el control de la capital, Mosul, contra miles de soldados iraquíes. Cuando se fue el apoyo aéreo en Irak, Isis ya no tuvo quien le haga frente. Acá pasa algo parecido, cuando el apoyo aéreo norteamericano se fue, el ejército afgano que estaba articulado sobre ese apoyo, automáticamente se desarmó". 

"El ejército estadounidense también se hubiese replegado sin ese apoyo aéreo, no pensemos solo en el ejército afgano. Se rompió la joroba del camello que era lo que sostenía a los militares afganos", añadió.

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El especialista recordó: "Cuando Estados Unidos firmó el cese al fuego con los Talibán, en realidad fue un acuerdo de retirada de Estados Unidos y eso le dio ímpetu a los talibanes para avanzar". 

"Ese acuerdo incluyó una suerte de transición política pero yo creo que los Talibán nunca contemplaron eso. La salida política nunca fue considerada y ellos ganaron tiempo. Los afganos se dieron cuenta de esto y todo se empezó a desarmar. Los talibanes incluso penetraron el ejército y el gobierno". 

Un punto clave para el futuro de los talibanes en el poder será el apoyo internacional. Kopel sostuvo que "cuando gobernaron antes solo fue reconocido por tres países: Pakistán, que suele ser sospechado de patrocinar el terrorismo, Emiratos Árabes Unidos que suele acomodarse y Arabia Saudita que tiene vínculos con los talibanes, sobre todo en la interpretación extremista del islám. Ese fue el principio del fin de ese proceso e incluso Irán llegó a llevar sus tropas a la frontera e incluso le ofrecieron armas a Bush (hijo) porque son enemigos acérrimos de los talibanes".

"Ahora los talibanes están haciendo bien los deberes y están buscando apoyo internacional, se la pasaron recorriendo capitales y se reunieron con viejos enemigos como China en donde los recibió el Canciller", añadió. 

Ahora los talibanes están haciendo los deberes y están buscando apoyo internacional, se la pasaron recorriendo capitales y se reunieron con viejos enemigos como China, donde los recibió el canciller. Saben que su futuro depende de que los reconozcan sus vecinos.

En este sentido, el periodista destacó que "los talibanes saben que su futuro está en el reconocimiento de sus vecinos que, tranquilamente podrían asfixiarlo cerrándole las fronteras. Todos están pensando en el día después y se están acomodando". 

Por otra parte, Ezequiel Kopel, se refirió a la versión moderada que los voceros oficiales están mostrando a la prensa internacional: "Con esta serie de acciones públicas de moderación, lo que buscan es mandar un mensaje al mundo. Ahora hay un conflicto que se viene que es la interna entre la visión moderada de los líderes que están en el extranjero y los comandantes en el terreno que tienen una vision más extrema. Parecen un poco más maduros sabiendo como cayeron antes".

Sobre el futuro gobierno, que aún no tiene estructura, aseguró que "quien va a liderar este proceso es quien se reunió con Mike Pompeo el año pasado en la Casa Blanca, que estuvo preso en Pakistán y liberado por orden de Estados Unidos. Esa una batalla ganada ahora pero con el tiempo se va a poner todo en discusión nuevamente". "Si logran una aceptación regional es probable que muestren otra cara. Sus rivales internos están tranquilos, no hay la oposición de los 90", afirmó.

Oficiales talibanes izan la bandera Talibán antes de la conferencia de prensa de este martes.

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Por último, Ezequiel Kopel, analizó el apoyo popular de los talibanes dentro de la población que, según encuestas, está cerca del 20 por ciento. "Un grupo de 20 por ciento cohesionado es importante. El apoyo al gobierno era más alto, el Talibán es temido por lo implacable y eso limita la resistencia". 

"Los talibanes tiene más gente dispuesta a morir por ellos y en zonas inestables, empiezan a prestar cierto tipo de orden que termina generando apoyos", finalizó. 

El escenario está dividido en dos, por un lado, los talibanes definen la estructura de gobierno ante los temores de instalación de un regimen del terror y por el otro, el escenario internacional que parece tener a China, Rusia y Estados Unidos cerca del reconocimiento frente a las condenas de países como Alemania y Francia. De esa cobertura, estará el futuro de lo que viene en Afganistán.