Tras las críticas por el permiso para adultos mayores de 70, Horacio Rodríguez Larreta defendió la medida que Francia canceló ayer. "La rebelión de las canas" obligó al presidente Emmanuel Macron a dar marcha atrás con el confinamiento para mayores de 65 años, pero en la Ciudad continuará el protocolo que el jefe de Gobierno estableció el pasado viernes.
En el gobierno buscan desalentar la circulación de gente, sobre todo de los grupos de riesgo, por eso prefirieron mantener una medida "antipática" en lugar de dar marcha atrás. Si bien no conllevará una sanción para la persona que salga sin permiso de su residencia, creen que anular el trámite podría hacer que más gente salga a la calle.
El rechazo al permiso de los mayores de 70 llegó desde las redes sociales y de algunos intelectuales que enviaron cartas abiertas para que la Ciudad suspendiera una medida que consideraron estigmatizante. Parte de la oposición la consideró "paternalista". El mismo día que se anunció, el gobierno porteño dio marcha atrás con las posibles sanciones que implicaban trabajo comunitario.
Este lunes, el jefe de Gobierno volvió a insistir con que el grupo de mayores de 70 años registra las más altas tasas de mortalidad por Coronavirus en la Argentina y en el resto de los países que enfrentan la pandemia.
"Más gente en la calle significa mayor riesgo de contagio, ¿y quién tiene más riesgo de vida cuando se contagian? Los mayores de 70", explicó Larreta antes de asegurar que esperan un aumento de los casos en las próximas semanas.
El alcalde porteño afirmó que la Ciudad intenta disuadir a los adultos mayores y acercarles soluciones para que no deban salir a la calle. Pero aclaró que no se trata de una prohibición. "Cada uno que nosotros logremos ayudar a que no salga es un adulto menos que en la calle va a tener riesgo de contagiarse", dijo.
En la Ciudad se presentaron más de 35 mil personas para formar parte de un grupo de voluntarios que asiste a personas mayores para evitar que deban salir a la calle.
Son varios los países del mundo que se enfrentan al dilema de coartar libertades individuales para proteger a la población. La semana pasada el presidente francés anunció que los mayores de 65 años, casi 18 millones de personas, debería seguir por la cuarentena por mucho tiempo más. Pero debió dar marcha atrás ante la indignación popular y este domingo anunció que se suspendía la medida.
La mismísima canciller alemana Ángela Merkel fue otra de las que se expresó al respecto. "Encerrar a nuestros mayores como estrategia de salida a la normalidad es inaceptable desde el punto de vista ético y moral", aseguró la canciller alemana.
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Esto generó escándalo.
Urgente control de daños...
El verdadero problema, del que nadie habla y sobre el que nadie le pregunta nada a Larreta, es el de los geriátricos, manejados normalmente por aventureros y mercachifles privados, donde puede llegar a pasar cualquier cosa. Ya vas a ver.
Y ahora querés que los viejos te llamen por teléfono para que les des un permiso para poder salir. ¿Y si el viejo no tiene teléfono? ¿Y si lo tiene y carece de crédito? Para planificar una dictadura, tenés que tener en cuenta todo, hasta los mínimos detalles.
Además, a partir de los 50 toda persona debería ser considerada como adulto mayor...o no?