Seguridad
El chiquero tan temido
Por Jorge Luis Vidal
En el último Congreso internacional contra el narco, Argentina quedó fuera de toda consideración de las agencias americanas y europeas que se dedican profesionalmente a la lucha.

Al reciente y muy profesional III Congreso Internacional de Lucha contra las Drogas, que se realizó en la ciudad de Cartagena, Colombia, concurrieron más de 240 personalidades y policías de América y Europa, entre los que tuvo la suerte de ser invitado por Argentina. Sin embargo, no había ningún funcionario del gobierno argentino en esta cumbre en la que se trataron los nuevos paradigmas para llevar adelante la lucha, que consiste en lo que se dio en denominar el "código Esmeralda".

Se trata de un nueva forma de atacar las actividades ilícitas del narcotráfico y sus rentas criminales a nivel internacional, en la conjunción de actividades de organismos trasnacionales, apoyándose unos a otros en operaciones e inteligencia delictual.

Estar sentado allí, nutriéndome de los nuevos paradigmas e informes de inteligencia del narcotráfico internacional, y a la vez, al mismo tiempo, observar en mi teléfono lo que sucedía con una cocaína adulterada en la localidad de San Martín, Gran Buenos Aires, me obligaba a vivir dos realidades distintas: la profesional por un lado, y, por el otro, la chapucería.

 En el reciente III Congreso Internacional de Lucha contra las Drogas, no hubo ningún funcionario del gobierno argentino. En esta cumbre en la que se trataron los nuevos paradigmas para llevar adelante la lucha, que consiste en lo que se dio en denominar el 'código Esmeralda'

Diego Molano, ministro de Defensa y Seguridad de la república de Colombia nos imponía el conocimiento de que la Policía nacional y otras fuerzas de Colombia habían secuestrado la suma de 1.010.016 millón de kilogramos de cocaína, 1.062.932 de marihuana en los últimos cuatro años en diversos operativos dentro del país y en las costas y espacio marítimo; y la destrucción en selva y ciudad de 8625 laboratorios, siempre en los últimos cuatro años.

Qué más decir que cada día se hace más difícil para los países y sus fuerzas de Seguridad, encarar y determinar las mejores formas de combatir este flagelo. Hoy, solamente a nivel de Colombia -vaya a saber uno cuánto en Argentina- se mueven más de 315 millones de dólares en la dark web o internet oscura, en cuanto a comercialización de droga.

Allí tomamos conocimiento que además de la poderosa Dirección Nacional Antinarcóticos de Colombia, corriendo narcos por tierra y aire secuestrando cocaína, se acopló la Dirección de Transito y Transporte de la Policía Nacional ("Camineros" como los conocemos por aquí), quien, en proporción en las calles y vías del país, secuestró varias toneladas del polvo blanco, sin ser esa su función principal. Es lógico, el producto ilícito se transporta y se lo hace en forma aérea o en forma terrestre. Y allí mordieron y tuvieron éxito.

¡Cuán lejos estamos de ser serios en Argentina, y presentar realidades en la lucha contra el narco, si las estadísticas de los dos ministerios de Seguridad más importantes, Nación y Provincia de Buenos Aires, son de un oscurantismo total!

Mientras tanto, el adicto consumidor aspira... y la corrupción mata

Los funcionarios asustados, la sociedad movilizada, la policía cubriéndose del manto de sospecha y corrupción cuando como moscas comienzas a caer muertas -prácticamente en el mismo sector geográfico- más de veinte personas. Serían en total 24 en zona de San Martín, Hurlingham, Morón por el consumo de alguna droga que a ojos de experto había sido mal cortada (o mal cocinada) dando como resultado algo de color rosado que se llevó a esos 24 y dejó postrados a otros 90.

Cundió el miedo entre los funcionarios nacionales y provinciales. Todos sabemos -y ellos lo saben también- que el narcomenudeo paga muy bien la posibilidad de trabajar tranquilo. Las papas quemaban para el ministro Sergio Berni, que sabe lo que sabe, que sabe que no maneja a su policía, y que sabe que la actividad del narco en el Gran Buenos Aires está desmadrada, ya que su policía, esa que él debe controlar desde el ministerio, está prendida en el negocio.

 Los narcos en chancletas no solamente están en Rosario, pasean sus pies cuarteados con bolsillos llenos de dinero por el Gran Buenos Aires también.  

Ensayó el funcionario la inverosímil excusa de que esto había sucedido en el marco de una lucha entre bandas por el control territorial de la zona, donde una le había hecho llegar a la otra, por canales ilegales, un producto que era imposible de consumir, casi veneno.

Como intuimos, a quien le pusieron el sayo de culpable, el "Paísa" Aquino, según fuentes el narco más buscado del país desde hacia un par de años, fue rápidamente capturado. La comisaría local y Berni no podían cargar con la muerte de tantas personas sin dejar de ver que esa policía estaba cruzada por la corrupción. Malo para la institución policial, malo para las aspiraciones políticas del ministro.

"Payaso, mercenario", le decía el ministro nacional al ministro de la provincia, desvinculándose de su responsabilidad en la materia -una actitud impresentable-. Este último en su afán de cámaras repetía que había que descartar la droga comprada en las últimas 24 horas. Toda una sopa inglesa de varios ingredientes, en donde lo que quedaba claro era la falta de profesionalismo y la sobrada corrupción en la policía de la provincia de buenos aires y el poder político.

Mientras tanto, en Colombia hicimos un estudio sobre 400 muestras del componente o estiramiento de la cocaína que se les vendía a los jóvenes en distintas ciudades como Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla. En algunas se encontró 77% de cafeína, en otras 53% de ferracetina (analgésico), en demás muestras un 22% de levamisol, lidocaína, desparasitarlos, ketamina, etcétera.

En Colombia hicimos un estudio sobre 400 muestras del componente o estiramiento de la cocaína que se les vendía a los jóvenes en distintas ciudades como Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla. En algunas se encontró 77% de cafeína, en otras 53% de ferracetina (analgésico), en demás muestras un 22% de levamisol, lidocaína, desparasitarlos, ketamina, etcétera

Aprovechando el desconcierto político, anteriores ministros de Seguridad como Ritondo decían que su gestión había sido exitosa en la lucha contra el narco porque había derribado 150 búnkers de droga (falso índice de éxito). A lo que otro ministro -no menos actor- le decía a Ritondo que busque la droga que faltaba, y que la habían comido las ratas: Ritondo no pudo, no supo, no tenía equipo profesional para llevar adelante esa lucha que la exgobernadora quiso realizar seriamente (me consta). El histriónico Berni carece directamente del conocimiento debido para hacerlo, y de una policía capaz de hacerlo.

Como si fuera poco, un ex subjefe de policía de la provincia de Buenos Aires, Salvador Baratta, aparentemente cercano a funcionarios del PRO del ministerio de Seguridad de este momento en Ciudad de Buenos Aires consideró propicio salir a plantear obviedades. Tales como que todos reciben su sobre en este momento, políticos, justicia y policía, comentando situaciones que le tocaron vivir en la década de 2000, en esa misma zona de San Martín. No sumó.

Como lo escribí hasta el hartazgo, ningún ministro de seguridad de los últimos treinta años de la provincia de Buenos Aires dejó al término de su función una mejor policía o Seguridad publica que la que recibió.

Ningún ministro de seguridad de los últimos treinta años de la provincia de Buenos Aires dejó al término de su función una mejor policía o Seguridad publica que la que recibió.

Ver en el mapa de América las rutas internacionales del narcotráfico que parten de Colombia, y observar cuantas de ellas, como si fueran de líneas aéreas, atraviesan el suelo argentino, le daría al neófito en estos temas la claridad de porqué estamos como estamos,. Y el porqué conviene a algunos tener los ojos bien cerrados y los bolsillos bien abiertos.

Escuchar a los representantes españoles ante la UNDOC, Lorenzo Martínez Fernández y Sergio Naranjo, decir que "el ingreso de drogas y estupefacientes en esta zona geográfica del continente, bien al sur, se da más por la amplia corrupción de funcionarios políticos y policiales, que por los controles laxos que se imponen para impedir su ingreso" también es doloroso.

Ni que decir al escuchar a Pedro Martínez Gimeno, director de FRONTEX, agencia europea de control de ingreso de drogas al viejo continente. Palabras mas palabras menos, en forma cruel y directa, dijo que no reciben de Argentina ningún alerta o aviso de actividades de narcotráfico que indiquen que está saliendo cocaína desde nuestro país hacia allí para poder actuar en consecuencia y desmantelar bandas internacionales y secuestrar toneladas provenientes de Argentina.

El director de la agencia europea de control de ingreso de drogas al viejo continente expuso que no reciben de Argentina ningún alerta o aviso de actividades de narcotráfico que indiquen que está saliendo cocaína desde nuestro país hacia allí.

Ciudad de Santa Fe, Rosario de Santa Fe, Gran Buenos Aires, todos hoy o superaron la cantidad de homicidios cada 100 mil habitantes que tiene actualmente Medellín, o están a punto de superarlo. Estos funcionarios nuestros son funcionarios funcionales a sus aspiraciones políticas, y no servidores públicos como debieran ser. El profesionalismo pasa por otros lados, la lucha seria y tenaz contra el narcotráfico está lejos de Argentina, aquí solo hay chicanas políticas y  el barro del chiquero donde nuestros dirigentes políticos se mueven.

Agujero negro, allá vamos.

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