Las señales que la senadora nacional Alejandra Vigo dio en las últimas horas hablan por sà solas: lanzó formalmente a MartÃn Llaryora como candidato a gobernador y reclamó que haya mujeres en las fórmulas electorales que competirán el año próximo, cuando Hacemos por Córdoba pondrá en juego la Gobernación y la Intendencia de la ciudad de Córdoba.
El "empoderamiento" que postula Vigo es también para que las mujeres del interior "rompan el techo de cristal" y disputen las bancas uninominales en los departamentos, en el marco del proceso de renovación de cacicazgos territoriales que habrá por el impedimento que tienen estos de ser re-reelectos.
"Las mujeres somos capaces de transformar la realidad y de sacar al paÃs adelante", dijo Vigo al anticipar que las fórmulas electorales que el peronismo pondrá en cancha deben tener una mujer. La voz de la esposa del gobernador y lÃder del PJ Capital sonó a una orden directa, no un anhelo. Como se recordará, la paridad está garantizada en las listas, pero no en las fórmulas ejecutivas.
Tras estas declaraciones, hechas en un mega acto en conmemoración del fallecimiento de Evita, se sacó una foto junto con MartÃn Llaryora en el Palacio 6 de Julio, sede del poder municipal, y al dÃa siguiente, en un acto en el interior provincial frente concejales de la llamada "nueva generación" del peronismo, blanqueó que el intendente capitalino será el candidato a la Gobernación.
La combinación de los dichos de Vigo en pocas horas tiene una interpretación única puertas adentro del PJ cordobés: "Alejandra levanta el perfil y está para ser candidata", repiten cerca de ella. En ese marco, las posibilidades son amplias: desde compañera de fórmula de Llaryora, una candidatura en la ciudad y hasta una candidatura nacional.
"Vigo no habla por hablar ni lo hace todos los dÃas. Levantó la consideración polÃtica y puede hacerse cargo de cualquier rol. Hoy es senadora nacional y está abocada a trabajar por Córdoba", dicen cerca de la esposa del gobernador Schiaretti, admitiendo que una "candidatura ordenatoria de ella es posible".
Otra dirigente capitalina que reporta a la senadora nacional agrega: "Alejandra será la gran armadora para que el schiarettismo siga vigente más allá de la salida institucional del poder de Juan Schiaretti. Será quien custodie al schiarettismo en el territorio".
Las opciones de candidatura son múltiples: vicegobernadora de MartÃn Llaryora, intendenta de la ciudad de Córdoba, viceintendenta o un cargo nacional si hay un acuerdo que incluya a Schiaretti, puntean en su equipo de trabajo.
Entre las mujeres con proyección, además de la propia Vigo, está anotada (y picando en punta en las encuestas) Natalia de la Sota. La diputada nacional tiene buena sintonÃa con Llaryora y transitó la última campaña con Vigo, cuando el peronismo jugó como eslógan "Ellas", por la dupla que integraron la hija del fallecido exgoberandor y la esposa del actual mandatario.
Desde entonces, la relación de ambas es "muy buena", confÃan en el equipo de la diputada nacional. Las enemigas internas de De la Sota le achacan el haber "entrado tarde" a la polÃtica y "desconocimiento" de la gestión ejecutiva. El mayor potencial que hoy exhibe la diputada nacional (además de sus números) es "el trato con la gente", que la puede llevar a estar horas posando para selfies y saludando militantes. "En campaña es un tractor", reconocen en el llaryorismo.
Por ahora, quien asoma como otro firme postulante para acompañar a Llaryora en la fórmula para la Gobernación es Juan Manuel Llamosas, el intendente de RÃo Cuarto. Aunque cerca del intendente capitalino admiten que "no está cerrada la puerta" a un extrapartidario o un aliado, aunque la resolución de la ecuación será post Mundial.
En definitiva, si se mantiene la larga tradición del peronismo cordobés, será Llaryora quien elija a su compañero de fórmula. O compañera, como pidió Vigo.
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