A dos semanas de que cierre el plazo para confirmar las alianzas que competirán por la intendencia de Río Cuarto, Martín Llaryora desembarcó en esa ciudad y pidió que haya un "acuerdo" de las vertientes del peronismo y sumar a otros sectores, insistiendo con su controversial modelo del "partido cordobés".

Las elecciones del 23 de junio serán las primeras del ciclo Llaryora gobernador, y lo que estará en juego es nada menos que la segunda ciudad de la provincia, que el peronismo gobierna desde hace ocho años, cuando el intendente saliente y aliado de Llaryora, Juan Manuel Llamosas, desplazó al radicalismo.

"Por supuesto que espero que se pueda llegar a un acuerdo, no sólo con las vertientes justicialistas, sino que también podamos sumar a otras fuerzas políticas", fue el pedido de Llaryora dirigido a Adriana Nazario, la última pareja de De la Sota y una reconocida empresaria de esa ciudad. Al lado del gobernador estaba Guillermo de Rivas, el candidato que Llamosas sostiene para sucederlo.

En el esquema de Nazario, en el que confluyen delasotistas ortodoxos y peronistas nacionales, hay confianza porque entienden que la división del peronismo no será determinante en el resultado electoral. Es una lectura de que los vecinos votarán en el microclima de la segunda ciudad de la provincia.

Julián Oberti, del riñón de Llamosas, dijo públicamente que "la señora", refiriéndose fríamente a Nazario, se habría retirado de la incipiente mesa de negociaciones.

 Llamosas fija elecciones en Río Cuarto para junio en medio de la pelea por la sucesión con la esposa de De la Sota

Es un anticipo venenoso de la campaña que se avecina: recordarán a cada rato que dirigentes de la estructura de Nazario acompañaron a Sergio Massa y fueron funcionarios de Alberto Fernández. La propia Nazario, antes del balotaje, se pronunció públicamente a favor de Massa.

El ánimo en el campamento de Nazario es optimista: confirman que la próxima semana darán los primeros pasos en la campaña; y no lanzan una crítica a Llaryora: "Es una campaña local, y el gobernador no se jugó por ninguno de los candidatos, así que confíamos en que el Gobierno provincial se mantenga al margen", dicen cerca de la casi candidata.

"Si todavía la Adriana no largó y está palo a palo con De Rivas, que arrancó en enero, estamos seguros de que podremos ganar la elección", insisten en el comando de Nazario.