Bajo el paraguas protector de los sindicatos, quizás uno de los pocos sectores polÃticos del cual aún retiene su apoyo explÃcito, el presidente Biden se sumergió en un acto en un estado clave para los demócratas como Ohio. La excusa era el programa que apoya los planes de pensión de los trabajadores sindicalizados, una razón para que el presidente intente seducir a la clase media trabajadora que -según todas las encuestas- empieza a revertir su favoritismo por los demócratas debido a la frágil situación de la economÃa.
Pero el viaje de Biden a Ohio, su sexta visita desde que ingresó a la Casa Blanca a un estado que alguna vez fue crucial para las elecciones generales y que tiene una tendencia roja en los últimos ciclos, se produce cuando sus Ãndices de aprobación siguen bajo el agua en medio de una inflación récord y los precios de la gasolina, que están alimentando el aumento de la ansiedad del consumidor. El momento no podrÃa ser peor para los demócratas, que esperan mantener sus escasas mayorÃas en la Cámara de Representantes y el Senado en las elecciones de mitad de perÃodo de noviembre.
"¿Quién es la columna vertebral de este paÃs? Eres tú, el trabajador estadounidense", arengó Biden a la multitud, hablando frente a un cartel que decÃa "Empleos. Sindicatos. Seguridad de Retiro" en la escuela secundaria Max S. Hayes en Cleveland. "Te veo. Te escucho. Y siempre te cubro las espaldas, lo prometo", agregó el presidente.
La sobreactuación de Biden responde a su bajÃsimo nivel de aprobación general y, particularmente, a una caÃda en la imagen precisamente en el segmento de la población que históricamente apoyó a los demócratas. Una encuesta de la Universidad de Monmouth publicada esta semana encontró que el 88% de los estadounidenses dijo que el paÃs está en el camino equivocado, mientras que solo el 10% afirmó lo contrario.
Para peor, tampoco cumple las expectativas de la clase media: en la misma encuesta, el 54% dijo que la clase media no se ha beneficiado en absoluto de las polÃticas de Biden, casi 20 puntos porcentuales más que hace un año.
Ohio es un estado clave para el partido del gobierno. Es precisamente uno de los estados indecisos que podrÃa ayudar a inclinar la elección hacia un lado o el otro. En las elecciones de mitad de perÃodo se compiten para gobernador, la Cámara y el Senado. Barack Obama ganó el estado de Buckeye en 2012, pero ha mostrado signos de inclinarse hacia los republicanos desde entonces, con Donald Trump ganando Ohio en 2016 y derrotando a Biden en el estado en 2020.
La aparición de Biden se produjo con algunas ausencias sugestivas: el representante Tim Ryan, que se postula para un lugar en el Senado del estado, y la candidata demócrata a gobernador Nan Whaley no estuvieron presentes en el evento, citando "compromisos de agenda anteriores".
Biden agradeció a Ryan, a quien llamó un "futuro senador", durante sus comentarios preparados por su trabajo en defensa del programa de pensiones del que Biden estaba allà para hablar.
¿El faltazo fue coincidencia? Antes del viaje de Biden, el candidato republicano al Senado, JD Vance, apuntó tanto a Biden como a Ryan. "Tim Ryan se ha negado sistemáticamente a enfrentarse a Biden para proteger a los habitantes de Ohio de su agenda económica inflacionaria y destructora de empleos".
"Ryan ha trabajado al unÃsono con Biden para destruir nuestra economÃa y la clase media de Ohio está sufriendo hoy por ello. Pero ahora, por segunda vez en dos meses, Ryan se niega a ser visto en público con el presidente de su propio partido", dijo Vance.
Los que sà estuvieron junto al presidente fueron los representantes demócratas de Ohio Shantel Brown y Marcy Kaptur y el senador Sherrod Brown, asà como el representante Richard Neal y el secretario de Trabajo Marty Walsh.
Kaptur nombró a Trump durante el evento, argumentando que sus polÃticas no hicieron nada para ayudar a los trabajadores sindicalizados y de clase media. "Donald no hizo nada", afirmó, lo que provocó abucheos de la multitud. "Me ofende cuando pone un pie en este estado".
Lo cierto es que los intentos de Biden por reflotar la campaña demócrata de cara a noviembre es cuesta arriba. El presidente ha visto caer su Ãndice de aprobación incluso entre sus mismos votantes. La encuestadora demócrata Celinda Lake atribuyó ese declive a las frustraciones por la inflación y el desánimo por la gestión oficial. "Los demócratas están muy descontentos con la vida", dijo Lake. "Tenemos que convertir la desesperación en acción y tenemos que energizarnos", alertó.
"Millones de trabajadores tendrán la jubilación digna que se ganaron y se merecen", afirmó Biden en el acto, señalando que cumplió una promesa de campaña al promulgar el programa como ley. Biden se protege con los sindicatos que aún se mantienen firmes junto a él. "Biden es el presidente que ha hecho más por los sindicatos que cualquier otro presidente que yo recuerde", recuerdan. Pero el presidente sabe que eso no alcanza.
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