Beto O'Rourke parece decidido a pelear hasta el final. El candidato demócrata para la gobernación de Texas acaba de anunciar su regreso a una estrategia de campaña que le dio grandes resultados cuando nació a la política nacional, andando las carreteras de los Estados Unidos. 

O'Rourke dio a conocer un verdadero raid electoral que protagonizará a partir del 19 de julio en su ciudad natal, El Paso. Será el puntapié inicial de una seguidilla de 70 eventos públicos a lo largo de más de 65 condados. Según informó su equipo de campaña, la gira llegará a todas las regiones del estado, incluidos una serie de pequeños pueblos por lo general muy poco visitados por los candidatos.

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Es un itinerario ambicioso incluso para los estándares de guerrero de la carretera de O'Rourke, y llega cuando las encuestas le sonríen por primera vez en mucho tiempo. Tal como anticipó LPO el mes pasado, un sondeo de la Universidad de Quinnipiac dio cuenta de que la diferencia en favor de Abbott se achica y hoy se reduce a apenas 5 puntos. 

Con la iniciativa que pretende funcionar como un faro estadual y nacional para sus aspiraciones políticas, Beto busca capitalizar los eventos recientes que han sacudido el escenario electoral y han sacado a los demócratas de la parálisis en Texas, incluido el tiroteo en la escuela Uvalde, el fallo de la Corte Suprema de los Estados Unidos que anuló Roe v. Wade y el hallazgo de 53 migrantes muertos en San Antonio.

Según anticipó Texas Tribune, se espera que O'Rourke llegue a todas las principales ciudades del estado, pero también a algunos de los pueblos más pequeños, como Marathon en el lejano oeste de Texas y Spearman en el Panhandle. También habrá más de una docena de paradas en el sur de Texas, una región donde Abbott y otros republicanos como la congresista electa Mayra Flores vienen de marcar un giro histórico.

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El renacer de los demócratas tras los últimos episodios coincidió con el desconcierto de un gobernador que, hasta hace muy poco, veía como un tramite su reelección. Desde las primarias de marzo, Abbott no logró salir de la defensiva y quedó abrumado por una cadena de eventos que lo encontró sin reacción.

El mes pasado, el equipo de campaña del gobernador anunció planes para gastar una suma inicial de casi $20 millones en publicidad, aprovechando su gran ventaja financiera sobre O'Rourke.

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Cuando O'Rourke se postuló para el Senado de los EE. UU. en 2018, visitó los 254 condados del estado. Ha dicho que planea hacer eso nuevamente en esta carrera.

 O'Rourke quiere visitar las principales ciudades del estado, pero también los pueblos más pequeños y remotos, como Marathon en el lejano oeste de Texas, Spearman en el Panhandle y el Valle de Río Grande en el Sur.

Si bien no está claro cuántos condados ha marcado hasta ahora, se espera que dé un paso significativo con el próximo viaje. Sus colaboradores anticiparon que O'Rourke realizará eventos públicos en 38 condados donde aún no ha tenido incursiones como candidato a gobernador.