Donald Trump vivió el dÃa más agitado desde que empezó su juicio por fraude civil en Nueva York con una salida furiosa de la sala, una multa de $10.000 del juez por violar la orden de silencio y acusaciones de su ex empleado Michael Cohen de estar acabado.
El hecho más relevante del dÃa no es ni la multa ni los cruces de miradas con Cohen. Sino una reacción de frustración no contenida que ha parecido sorprender a todos. Trump golpeando la mesa, saliendo abruptamente de la sala dejando a sus abogados con cara de sorpresa y al servicio secreto corriendo detrás de él. Todo sucedió muy rápido y el juez Arthur Engoron se vio obligado a llamar una sesión cerrada durante una hora con los equipos legales.
Con el impulso decisivo de Trump, el movimiento Ultra MAGA impone al nuevo orador en el CongresoPor su parte, Cohen dijo a los periodistas después de la conclusión del juicio que veÃa a su ex jefe Trump como un "hombre derrotado", consciente que eso es lo que más detesta el ex presidente. Trump nunca acepta las derrotas, y lo demuestra en cada intervención ante la prensa en la tercera planta de la corte suprema de Nueva York. Entra en la sala y habla con los periodistas, sale de la sala y manda otro mensaje. No evita las cámaras, al contrario, sabe muy bien que es una manera de mantener el espectáculo habitual. Pero hoy a Trump le ha perdido la lengua.
Trump inició su primera intervención ante la prensa antes de iniciar la sesión diciendo: "Este juez es un juez muy partidista y tiene una persona muy partidista sentada a su lado". Acto seguido, el juez Engoron multó a Trump con $10.000 por el comentario que, según él, violaba la orden de silencio que impuso hace semanas, prohibiendo al ex presidente hacer comentarios sobre el personal de la Corte.
Trump siguió con sus mensajes sobre la caza de brujas, la elección robada, el declive de América. Se siente cómodo ante las cámaras y como siempre da espectáculo. Más tarde, el republicano abandonó abruptamente la sala del tribunal después de que el juez denegara unasolicitud de sus abogados para desestimar el caso.
Era interesante preguntarle a Trump por el nuevo presidente de la Cámara de Representantes, su aliado Mike Johnson, que logró la nominación tras tres semanas del derrocamiento de McCarthy. El hecho sucedÃa simultáneamente a otra sesión maratoniana de Trump en la corte, y el republicano celebró que su figura clave del Congreso en los fallidos esfuerzos por anular las elecciones de 2020, pueda tomar las riendas de la mayorÃa republicana de la Cámara de Representantes, amargamente dividida.La elevación de Johnson pone fin a la parálisis de la Cámara y cuenta como victoria para Trump, pese a que no era su primera opción.
De hecho el propio ex presidente sugirió en su momento que podrÃa tal vez ser él quien ocupara el cargo, pese a que tal idea nunca fue factible, sirviendo eso sÃ, para tener más dosis de espectáculo Trump.Trump se apuntaba un tanto polÃtico en Washington mientras tenÃa que presenciar cómo su ex empleado, Cohen, testificaba en su contra.
"Vi a alguien que sabe que es el fin de la Organización Trump", dijo Cohen afuera del tribunal y afirmó que miró a Trump a los ojos "muchas veces" desde el estrado de los testigos, y que el expresidente no lo interrumpió en la mesa de la defensa.
Este caso, el primero que tuvo que enfrentar Trump del séquito de causas que tiene abiertas, fue el punto de partida de una nueva etapa para el que en ese momento acababa de anunciar su candidatura a la presidencia. Trump logró paradójicamente y gracias a la fiscal generalde Nueva York Letitia James, posicionarse como lÃder indiscutible de la primaria republicana. Pasados varios meses, ya nos hemos acostumbrado a la presencia del ex presidente en la corte.
Mientras James alega que Trump y su empresa inflaron fraudulentamente el valor de sus activos durante años para obtener una ventaja en los negocios, por una suma de $250 millones, Trump aprovecha para criticar a Joe Biden por todo. Entra a la sala donde es acusado, pero la utiliza como púlpito de campaña. Afirma que si él estuviera en el Despacho Oval no habrÃa guerra en oriente medio, no habrÃa guerra en Ucrania.
Trump carga contra la crisis migratoria y culpa al presidente demócrata de la situación. Habla de crimen, de cómo las ciudades lideradas por demócratas están en decadencia y con ellas arrastran a Estados Unidos literalmente al infierno, según Trump.
Frente a la corte ya no se amontonan las cámaras como al inicio del juicio, en el que la prensa ocupaba varias cuadras. Tampoco protesta nadie, no vemos pancartas con el rostro de Trump entre rejas.
Trump sigue llegando en su séquito de coches por una entrada lateral y la fiscal James, sube la escalinata del Tribunal saludando a los medios que aguardan a los protagonistas del juicio. James sigue afirmando que tiene "montañas de pruebas" después de la investigación de cuatro años en torno al juicio por fraude civil. "La montaña de pruebas básicamente corroboran el testimonio de varios testigos", afirmó James después de un dÃa dramático en el tribunal.
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