Donald Trump reapareció en Washington por primera vez desde que abandonó el poder en 2021 y lo hizo con una fuerte crítica a la situación del país bajo el mandato demócrata de Joe Biden. "Estados Unidos ha sido puesto de rodillas", arremetió el ex presidente que ya confirmó sus intenciones de buscar una candidatura presidencial para el 2024.

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Además, el discurso -que duró 97 minutos- estuvo enfocado en la seguridad y en la necesidad de retomar el control; y sin hablar de sus intenciones de cara a las presidenciales de 2024, Trump confió en que un nuevo mandato republicano revertirá la actual situación.

"Este noviembre la gente votará para detener la destrucción de nuestro país y votará para rescatar el futuro de Estados Unidos. Estoy aquí para comenzar a hablar sobre lo que debemos hacer para lograr ese futuro cuando obtengamos una victoria triunfal en 2022 y cuando un presidente republicano recupere la Casa Blanca en 2024, algo que creo de verdad que sucederá", arengó.

Trump señaló que la inflación en niveles históricos del 9,1%, el precio de la gasolina en precios máximos y una inseguridad descontrolada, han hecho que en Estados Unidos no haya ni "seguridad" ni "libertad" en este momento.

"Solo hace dos años teníamos una economía floreciente como nunca se había visto antes, la frontera más fuerte y segura en la historia de Estados Unidos, independencia energética y precios de la gasolina históricamente bajos", recordó.

Para Trump, las ciudades dirigidas por demócratas están "disparando los registros de criminalidad". "Nuestro país está sufriendo una humillación histórica tras otra en el escenario mundial. Y luego en casa, nuestros derechos y libertades más básicas están totalmente bajo asedio. El sueño americano se está haciendo trizas", arremetió.

"Nuestro país se va al infierno rápidamente", sentenció antes de pintar un paisaje apocalíptico de "ciudades que, regidas por los demócratas, se han convertido en zonas de guerra".

Trump reapareció en Washington en un momento en que hay nuevas revelaciones del comité que investiga el ataque del 6 de enero al Capitolio, mientras se certificaba la victoria electoral de Joe Biden, probaron que él no quiso frenar a tiempo la protesta en la que hubo cinco muertos ni tampoco desacreditar a los violentos.