Al final, Donald Trump sacó plata de su bolsillo. Cuando falta menos de un mes para las elecciones de medio término, el ex presidente cedió finalmente al reclamo del establishment republicano y decidió abrir su enorme billetera. Lanzado a dar batalla por el liderazgo partidario y en amague permanente de volver a ser candidato presidencial en 2024, Trump llevaba largos meses involucrado en una campaña nacional a la que le faltaba un componente esencial: el financiamiento. HabÃa escoltado a sus candidatos en los estados más disputados y habÃa recomendado votar por ellos, pero no habÃa puesto un solo dólar para ayudarlos a dar pelea.
El momento llegó y Trump lo hizo: comenzó a gastar en nombre de los candidatos republicanos en las contiendas más reñidas que pueden definir el control del Senado en los dos últimos años de mandato de Joe Biden.
Fue toda una revelación. Hasta el lunes pasado, el súper PAC MAGA Inc., que los aliados del expresidente formaron a fines de septiembre, habÃa invertido $5 millones en avisos publicitarios para cinco estados cruciales para el resultado de la elección.
En la recta final, Thiel y Trump ponen todo para blindar a sus candidatos en Ohio y Arizona
Según AdImpact, una firma de seguimiento de anuncios, MAGA Inc. invirtió Ohio, Arizona, Pensilvania, Georgia y Nevada. En todos ellos se libran las contiendas más reñidas para el Senado y compiten candidatos que tienen el sello de Trump. Gran parte de los fondos del súper PAC MAGA estarÃan siendo destinado a ciudades caras como Filadelfia, Atlanta, Phoenix y Las Vegas.
El desembolso se produjo después de semanas de alta tensión entre el establishment partidario que lidera el lÃder de la minorÃa en el Senado Mitch McConnell y el ex presidente. Los republicanos más distantes de Trump afirmaban que habÃa impulsado a ganar las primarias a un grupo de candidatos puros del trumpismo y después lo habÃa dejado librados a su suerte, sin apoyarlos en forma efectiva.
Al ex presidente, fondos no le faltaban. Hasta fines de julio, el PAC Save America de Trump habÃa recaudado $135 millones y gastado solo $36 millones de ese total. En el banco quedaban $99,1 millones que el establishment republicano reclamaba al ex presidente gastar antes de las elecciones. Tal como LPO viene contando, el mayor financiamiento de campaña corrÃa por parte del magnate libertario Peter Thiel, quien destinó $30 millones para sostener el proyecto electoral de sus amigos JD Vance en Ohio y Blake Masters en Arizona.
En una entrevista la semana pasada, el exsenador republicano Rick Santorum habÃa considerado "decepcionante" que el expresidente no hubiera intervenido para entregar ayuda monetaria al mediático Mehmet Oz en Pensilvania y otros candidatos republicanos del trumpismo. Santorum aseguró que el mensaje que Trump habÃa estado enviando a esas campañas era "estás solo". Sus palabras se sumaban a las crÃticas de McConnell, que llevaba meses alertando acerca de la mala calidad de los candidatos republicanos que ganaron las primarias con el impulso de Trump y corrÃan el riesgo ahora de ser rivales de los más accesibles para los demócratas.
Los republicanos que buscan mantener cierta equidistancia entre el establishment y Trump sostienen que la decisión de poner dinero de su bolsillo no solo fue buena para las campañas, sino también para él y su proyecto personal de reeditar una candidatura presidencial en 2024. "Es polÃtica inteligente para Trump. Quiere ayudar al equipo. Le ayuda a parecer un jugador de equipo", le dijo a The Hill un estratega republicano.
La confirmación de que Trump comenzó a invertir parte de su fortuna para apoyar a sus candidatos llega en momentos en que los candidatos demócratas en todo el paÃs están rompiendo récords de recaudación de fondos. Hasta el momento, los anuncios publicados en los cinco estados se centran en las contiendas para el Senado, y solo uno enfoca la atención en una carrera para gobernador: para la candidata republicana de Arizona, Kari Lake. Si los republicanos mantienen el escaño que dejó vacante el senador Pat Toomey en Pensilvania, solo necesitan un escaño para recuperar la mayorÃa.
El lÃder del Senado vuelve a desafiar a Trump y escala el conflicto con el establishment partidario
Sin embargo, algunos estrategas del partido creen que el poderÃo financiero de Trump tendrÃa mejores resultados si se concentrara en distritos clave que cuentan con incumbents demócratas que salen a dar batalla para ser reelectos en la cámara de Representantes. Del lado de la Cámara, los demócratas tienen una mayorÃa de cuatro escaños, pero los republicanos corren con ventaja para retomar la cámara, según el Informe PolÃtico de Cook.
La distancia de todas maneras se fue achicando en los últimos meses en coincidencia con una mejora en la economÃa que favoreció el renacer de Joe Biden en las encuestas de opinión. Si hace unos meses los republicanos esperaban quedarse con entre 235 y 240 bancas en la cámara de representantes, ahora se habla de una cifra que oscilarÃa entre 223 y 227. Trump podrÃa elevarla a 230.
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