Durante seis meses, después que Donald Trump anunciara su candidatura, el republicano ha visto aumentar su intención de voto a la par que se requerÃa su presencia en varios juicios y se especulaba con la fecha en la que el gobernador de Florida anunciarÃa su participación en la carrera electoral. Ahora ya es oficial, Ron De Santis es formalmente el principal peligro del ex presidente ante una batalla que, de momento, gana de manera holgada el veterano ex presidente.
Han sido siete años de liderazgo de Trump en el partido y a nadie le sorprende el estilo de un Trump confrontador, pero su reacción tras el anuncio de DeSantis ha sido algo crÃptica y ha generado mucho debate. La publicación de Trump en su propia plataforma Truth Social decÃa: "‘Rob', Mi botón rojo es más grande, mejor, más fuerte y está funcionando (¡VERDAD!), ¡el tuyo no! (según mi conversación con Kim Jung Un, de Corea del Norte, ¡que pronto se convertirá en mi amigo!)".
Trump ha respondido al desafortunado lanzamiento de la campaña presidencial de DeSantis con videos de un cohete estrellándose y se burló de la conversación en Twitter llena de fallas de su rival republicano con Elon Musk, mientras tanto, el portavoz de la campaña de Trump, Steve Cheung, dijo: "Problemas tecnológicos. Silencios incómodos. Un completo fracaso en el lanzamiento. Y ese es solo un candidato".
Trump ha atacado a DeSantis desde que se empezó a rumorear que serÃa su principal rival en la primaria republicana y el gobernador de Florida se mantuvo siempre al margen. DeSantis ha usado bien el tiempo, construyendo una operación de campaña vasta y bien financiada, a la vez que ha ido recaudando patrocinios.
Trump, lÃder en las encuestas nacionales, actúa como si la carrera ya hubiera terminado, incluso especulando que podrÃa saltarse los debates. Pero históricamente, a finales de mayo no es tan tarde para comenzar. Trump en 2016 y George W. Bush en 2000 ingresaron a mediados de junio; Joe Biden ingresó a la carrera de 2020 a fines de abril. Incluso antes de anunciarlo, DeSantis estaba más cerca de Trump en los primeros estados y muy por delante de cualquier otro republicano.
Ahora DeSantis puede presentarse a una audiencia nacional que ha escuchado mucho su nombre, pero que en realidad no lo conoce. Trump tiene casi 77 años y ha sido famoso por más de 40 años. Los republicanos solÃan nominar a hombres de orÃgenes humildes como Ronald Reagan, Richard Nixon y Dwight Eisenhower, pero en las últimas décadas se han inclinado por vástagos de riqueza y privilegios como Trump, los Bush, Mitt Romney y John McCain. DeSantis es hijo de floridanos comunes de clase media que se abrieron camino hasta la universidad. El partido solÃa nominar a veteranos militares y DeSantis encaja con esta versión porque sirvió en la Marina en Irak. Los republicanos solÃan postular gobernadores de dos mandatos en grandes estados, como Reagan y George W. Bush; DeSantis ha demostrado su capacidad para gobernar una Florida diversa y poblada y volverla mucho más republicana en su reelección. A los 44 años, también serÃa el primer candidato republicano menor de 50 años desde Nixon en 1960, y el primero menor de 60 en dos décadas.
La estrategia de Trump es ampliamente conocida y todos los analistas resaltan su ventaja en las encuestas y su fuerte base de apoyadores entregados. Los enigmas son, por un lado, si puede DeSantis convencer al votante entregado a Trump y, si en caso de hacerlo, Trump podrÃa crear una escisión posterior y debilitar al partido, en caso de no imponerse en las primarias. El ex presidente siempre ha jugado a ser ganador, pero ahora, el escenario judicial al que tiene que hacer frente, le permite experimentar un nuevo acercamiento, el de vÃctima, el de foco de una caza de brujas. Este papel de mártir, le ha reportado un empuje cuando todo parecÃa deshincharse. Y es importante ver qué consecuencias tienen las nuevas entregas de su periplo judicial.
Un juez de Nueva York fijó como fecha de juicio el 25 de marzo de 2024 para el caso penal contra Trump, lo que podrÃa crear un espectáculo mediático en medio de la temporada de primarias presidenciales republicanas. La fecha del juicio se fijó durante una breve audiencia el martes en la que el juez latino Juan Merchan leyó a Trump una orden sobre lo que puede y no puede decir públicamente sobre el caso y la evidencia que su equipo legal obtendrá de los fiscales para prepararse para el juicio.
Trump se declaró inocente el mes pasado de 34 cargos por delitos graves de falsificación de registros comerciales con la intención de ocultar una conducta ilegal relacionada con su campaña presidencial de 2016. Los abogados de Trump presentaron una moción para trasladar el caso penal a un tribunal federal en Manhattan, e intentar huir de Alvin Brag, el fiscal de Manhattan que llegó al cargo con la tarea de perseguir al ex presidente. La solicitud de la defensa de trasladar el caso a la corte federal no detiene el cronograma continuo de la corte estatal y el próximo mes tendremos una nueva audiencia.
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