Donald Trump alista todas sus armas para volver al ruedo polÃtico. Después de un decepcionante resultado para sus candidatos en las elecciones de mitad de término, el ex presidente que iniciará su campaña hacia el 2024 a finales de mes desde Carolina del Sur, está rearmando su fortaleza mediática en las redes sociales.
Mientras que Truth Social, la red creada por él mismo cuando fue expulsado de todas las demás, pasa desapercibida y con serios problemas financieros, Trump pidió a Meta (la compañÃa dueña de Facebook) que le levantara la prohibición para volver a utilizarla. Esto, sumado a que su cuenta en Twitter ya fue restablecida por Elon Musk (pero el republicano aún no volvió a tuitear) marcarÃa el regreso de Trump a las plataformas que lo catapultaron a la presidencia en 2016.
El primer paso ya fue dado. La campaña de Trump envió una carta a la empresa matriz de Facebook, Meta, pidiéndoles que desbloqueen su cuenta de Facebook. "Donald J. Trump es un candidato declarado a la presidencia de los Estados Unidos. Creemos que la prohibición de la cuenta del presidente Trump en Facebook ha distorsionado e inhibido dramáticamente el discurso público", dice la misiva que publicó NBC.
La red social venÃa advirtiendo que en enero de este año definirÃa la situación de Trump. De hecho, se espera que en las próximas semanas haya una decisión tomada. Pero todas las apuestas son a que el ex presidente recobre su cuenta y sus seguidores. Para los polÃticos mediáticos como Trump, las redes son no sólo un lugar para exponer sus ideas, sino una fuente inagotable para lanzar masivas campañas de recolección de fondos.
Como advertencia a sus rivales internos, Trump viaja a la tierra de Nikki Haley para abrir su primer año de campaña CNN dice que la decisión de permitir que Trump regrese a Facebook e Instagram está siendo debatida por un grupo de trabajo interno especialmente formado en la compañÃa.
Sea como fuere, el ex presidente tiene un batallón de admiradores en las redes que juegan un partido determinante en el armado de las campañas polÃticas. Trump tenÃa 88 millones de seguidores en Twitter y 35 millones en Facebook y utilizaba sus cuentas personales más que las oficiales, incluso para declaraciones polÃticas.
Quienes critican al ex presidente sostienen que reiteradamente violaba las normas de las redes contra las expresiones de odio pero hasta los meses finales de su mandato, publicaba todo lo que querÃa sin que nadie filtrara sus mensajes.
Su utilización de las redes hizo que se convirtieran en un espacio importante para el discurso polÃtico. Incluso el bloqueo de Trump a quienes lo criticaban en Twitter generó una demanda y en 2019 una Corte sentenció que su cuenta personal era un "foro público" que debÃa permitir todas las voces.
Las grandes redes sociales toleraron muchos de los comentarios incendiarios de Trump, hasta que sucedió el ataque al Capitolio. Pero antes de eso se negaban a eliminar contenidos falsos o agraviantes de Trump porque, decÃan las empresas, a pesar de que Trump transgrediera sus normas, los comentarios de un presidente de Estados Unidos debÃan ser mantenidos porque eran noticia.
La relación entre las empresas de redes y Trump era fluida. A tal punto que el ex presidente invitó en 2019 al fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, a una cena privada en la Casa Blanca.
Ya en 2020, Facebook y Twitter comenzaron a añadirle etiquetas de advertencia a muchos mensajes de Trump. Por ejemplo cuando instó a votar dos veces: una por correo y otra en persona. "Cuando se abran las urnas, vayan al local de votación para ver si su voto fue contado. Si no es asÃ, ¡voten¡", posteó.
En junio, Facebook eliminó un anuncio publicitario que utilizaba el triángulo invertido que los nazis colocaban a los presos en campos de concentración y gradualmente las grandes plataformas procuraron moderar los mensajes del presidente.
Facebook eliminó un comentario en el que afirmó que Estados Unidos habÃa "aprendido a vivir" la temporada de gripe "tal como estamos aprendiendo a vivir con el covid, que en muchas poblaciones es, por lejos, menos letal". Twitter ocultó ese mensaje y requerÃa a los usuarios hacer clic para verlo.
Pero todo eso es el pasado. Ahora el ex presidente intenta recuperar uno de los motores que lo llevaron a la Casa Blanca. La pregunta es si volverá a ser tan efectivo como antes.
Please do not cut or paste our notes on the web, you have the possibility to redistribute them using our tools.