Destinado a que su nombre quede en la historia una y otra vez, Donald Trump fue imputado este jueves por primera vez por delitos federales y se convirtió en el primer ex presidente de Estados Unidos en recibir una acusación de ese tipo.
La noticia tiene un innegable trasfondo polÃtico. Nombrado por el Departamento de Justicia que dirige Merrick Garland, el fiscal especial Jack Smith culminó su investigación y su imputación fue aprobada por el gran jurado de Miami, el estado que gobierna el republicano Ron DeSantis.
Trump tiene que presentarse ante los tribunales el martes que viene pero la nueva ofensiva judicial en su contra ya genera impacto. Una vez más la campaña quedó tomada por su situación y las especulaciones en torno a la posibilidad de que vaya efectivamente a la cárcel.
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En conjunto, los cargos que acumula en su contra podrÃan derivar en una sentencia histórica en su contra: una violación del estatuto de retención ilegal, por ejemplo, exige una pena máxima de 10 años de cárcel y el delito de manipulación de testigos conlleva un máximo de 20 años.
El expediente contra Trump ya habÃa generado un estruendo el año pasado, cuando Garland presentó la denuncia en su contra por los documentos clasificados que el ex presidente se llevó en forma ilegal a Mar-a-Lago. En aquella oportunidad, los agentes del FBI -una agencia a la que Trump acusa de manera permanente- que registraron la mansión encontraron miles de documentos clasificados y confidenciales.
El responsable de la acusación contra, Smith, tiene 54 años y está lejos de ser un principiante. Es un exfiscal de carrera del Departamento de Justicia que también dirigió la Sección de Integridad Pública del departamento. Para asumir el cargo de fiscal especial que ocupa desde noviembre pasado, cuando Garland lo puso a cargo de la causa contra Trump, renunció como fiscal jefe de un tribunal especial en La Haya que investigaba crÃmenes de guerra en Kosovo.
De acuerdo a la acusación del fiscal Smith, el candidato republicano que más chances tiene de ganar las primarias de su partido y arrasa en todas las encuestas cometió siete delitos federales por el manejo de los documentos clasificados que tenÃa en su mansión en Palm Beach, Florida y retuvo pese a los requerimientos para que los entregase.
Cuando se conoció la acusación, Trump y su equipo cenaban en el el Trump's National Golf Club de Bedminster. Poco después, el ex presidente salió a apuntar directamente contra el presidente Joe Biden.
"La corrupta Administración Biden ha informado a mis abogados de que he sido acusado, aparentemente por el bulo de las cajas, a pesar de que Joe Biden tiene 1.850 cajas en la Universidad de Delaware, cajas adicionales en Chinatown, D.C., con aún más cajas en la Universidad de Pensilvania, y documentos esparcidos por todo el suelo de su garaje donde aparca su Corvette, y que está ‘asegurado' solo por una puerta de garaje que es de papel fino, y abierta la mayor parte del tiempo", escribió.
Trump ya habÃa hecho historia de manera involuntaria hace tres meses cuando fue imputado por 34 cargos de falsedad derivados de tres pagos para ocultar escándalos con la actriz porno Stormy Daniels en la campaña de las presidenciales de 2016. Un juez de Nueva York ha fijado para el 25 de marzo de 2024 el juicio del caso. Tras el indicment de marzo, Trump no paró de crecer en protagonismo y todos lo sondeos mostraron que amplió de manera exponencial su ventaja sobre DeSantis, su principal rival.
Ahora, la acusación es mucho más grave. Ya no se trata de una denuncia por un tema personal o moral sino que es la primera vez en la historia que un expresidente de Estados Unidos es objeto de cargos federales.
La causa que apunta a Trump altera por completo el mapa polÃtico. Nadie sabe cuál será la respuesta de la campaña del ex presidente ni en qué puede terminar un proceso judicial que impacta de lleno en la carrera hacia la Casa Blanca. Sin embargo, no es solo Trump el que se ve en una situación complicada sino que es el Partido Republicano el que queda envuelto en la confusión y dividido entre quienes lo apoyan y lo rechazan.
Aunque figuras importantes del partido como Kevin McCarthy se solidarizaron con Trump en forma inmediata, hubo otras que delataron su incomodidad. Desde Texas, a donde habÃa ido en busca de recaudar fondos, DeSantis difundió un mensaje general en el que atacó a los fiscales y se preguntó por qué no investigan a Hunter Biden. Sobre los delitos de los que Trump es acusado, en cambio, el gobernador de Florida prefirió no decir nada.
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