A sus 80 años, Bernie Sanders sigue en campaña. El senador demócrata socialista se mueve como si estuviera dispuesto a lanzarse por tercera vez a pelear por la presidencia y apuesta fuerte en las primarias del partido de gobierno. Sanders aterrizará este viernes en San Antonio, Texas, para darle el respaldo a la candidata Jessica Cisneros, la abogada de inmigrantes que desafía al representante federal conservador Henry Cuéllar.
El viaje de Sanders a Texas se da a pocos días antes de las elecciones de segunda vuelta y después de una semana en que los candidatos progresistas derrotaron a los moderados alineados con Joe Biden en Pensilvania y Oregón.
Cisneros y Cuellar fueron los dos candidatos más votados en la contienda del 1 de marzo y disputarán el martes la segunda vuelta, en la que el ganador será el nominado de su partido para las elecciones en noviembre. En marzo, la aspirante de raíces mexicanas obtuvo 46,8 % de los votos en su contienda por el Distrito 28 del sur de Texas, mientras Cuéllar, de 66 años y con más de una década y media en el Congreso estadounidense, recibió 48,5 %.
Sin embargo, el desembarco de Sanders en el distrito gobernador por el republicano Greg Abbott se enmarca en un proceso de ebullición que protagonizan los sectores progresistas dentro del partido demócrata, en lo que aparece como un desafío -más o menos explícito- al presidente Biden.
Montado a la ola sindical, Sanders no descarta pelear por la presidencia por tercera vez
Sanders y el ala que lo respalda vienen de obtener dos buenos resultados el martes pasado. El más importante fue en Pensilvania, el estado swinger que fue decisivo en las elecciones de 2020. Allí, el ex alcalde y actual vicegobernador John Fetterman le ganó las primarias para el Senado al centrista Conor Lamb. Fetterman es un gigante que mide dos metros de altura, usa tatuajes y pertenece a la clase trabajadora.
La noche de los comicios, Fetterman estaba en el hospital tras haber sufrido la semana pasada un ataque al corazón. Su apoyo a Sanders en las presidenciales de 2020 le costó que su rival interno lo acusara de "socialista" pero no impidió su victoria. Entre sus propuestas históricas, figuran las de aumentar el salario mínimo, expandir la atención médica, reactivar la fabricación, detener la violencia armada en comunidades de bajos ingresos y legalizar la marihuana.
Además de la victoria de Fetterman, una candidata aún más ligada a la izquierda, Summer Lee, que se aferraba a una ventaja -todavía minúscula- frente al más centrista Steve Irwin en las primarias de la Cámara en el distrito 12 de Pensilvania. La semana pasada, Sanders viajó para respaldar a Lee en uno de sus últimos actos de campaña.
La tercera victoria que animó a los progresistas del Partido Demócrata fue la de Jamie McLeod-Skinner: se trata de la candidata que venció en el quinto distrito de Oregón a Kurt Schrader, el representante que había recibido el apoyo manifiesto de Biden. Durante la campaña, McLeod-Skinner apodó a Schrader el "Joe Manchin de la Casa" y la etiqueta parece haber dado resultado.
En el recién creado sexto distrito de Oregon, mientras tanto, se impuso Andrea Salinas en las primarias demócratas para la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Prácticamente desde su inicio, la carrera electoral fue objeto de una intensa atención por parte de los medios que se centró sobre todo en el oponente de Salinas, Carrick Flynn, cuya campaña fue generosamente financiada por el comité de acción política (PAC) Protect Our Future, respaldado por el multimillonario CEO de FTX, Sam Bankman-Fried. El PAC pagó una avalancha de publicidad en apoyo de Flynn.
La competencia enfrentó una vez más a los sectores que respaldan a Biden con el ala progresista del partido. Mientras Salinas contó con el aval de Elizabeth Warren, Flynn también recibió un millón de dólares de apoyo del House Majority PAC, identificado con la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. La senadora Elizabeth Warren contrarrestó ese movimiento apoyando a Salinas.
La disputa entre los candidatos progresistas y los fondos del súper PAC se replica en distintos estados, camino a las elecciones de medio término. En los últimos días, Sanders salió a cuestionar el esfuerzo de los "demócratas corporativos" para derrotar a la izquierda en las primarias.
Según evaluan los observadores, el lado ganador terminará con una mayor influencia en los últimos dos años del mandato de Biden.
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