La Asociación de Escritores de América (WGA) ha movilizado a miles de escritores que llevan semanas de piquetes en California y Nueva York, con protestas ante los grandes estudios e incluso bloqueos en la producción en los platós.

El conflicto no tiene antecedentes en los últimos 15 años. La última vez que la WGA se declaró en huelga fue en 2007, cuando el streaming era una tecnología incipiente. Fue un punto importante de discordia en las negociaciones, porque cada vez que cambia la tecnología de distribución, los escritores han tenido que hacer huelga para asegurarse de que reciben una compensación justa.

En la huelga de 2007, la WGA se aseguró de que los "nuevos medios", básicamente, todo lo que se distribuye en línea, estuviera cubierto por el Acuerdo Básico Mínimo (MBA) del gremio, que garantiza las cantidades más bajas que se pueden pagar a los miembros por su trabajo. Los 15 años transcurridos desde entonces han visto una explosión en la producción de televisión ligada en gran medida a los servicios de streaming, lo que significa que cada vez más escritores están haciendo un trabajo que paga peor y menos seguro.

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Es probable que el público general no sienta todavía el impacto de la huelga de escritores de inmediato, pero si la medida continúa durante un período prolongado, se hará cada vez más evidente.

En Nueva York, frente a los estudios de Netflix en Manhattan, una nueva protesta masiva reclamó salarios justos para los escritores. En este evento, LPO conversó con la actriz Cyntia Nixon, muy conocida por su papel en la serie ¨Sexo en Nueva York¨ y también relevante en el mundo de la politica por su candidatura a gobernadora de Nueva York en 2018.

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Nixon, de 57 años, se postuló sin éxito para gobernadora en Nueva York como retadora progresista del entonces gobernador Andrew Cuomo con el foco en los temas de justicia racial y económica. Tras su campaña, pasó a ser habitual en mítines del senador Bernie Sanders o aparecer en eventos con la congresista Alexandria Ocasio Cortez.

Estoy aquí como actriz, recordando que sin los escritores mis personajes no tendrían nada que decir. Solo estamos pidiendo que se devuelva menos del 2% a las personas que crean todo este contenido.

La incursión de Cyntia Nixon en la política tuvo un importante impacto en un público joven y, pese a haberse retirado de la primera línea, la actriz mantiene un compromiso activista y constante apoyo a nombres propios en el ala progresista del partido demócrata.

¿Por qué decidiste sumarte a las protestas?

Estoy aquí como actriz, recordando que sin los escritores mis personajes no tendrían nada que decir. Todo proviene de los escritores, son la base de una industria increíblemente rentable. Solo estamos pidiendo que se devuelva menos del 2% a las personas que crean todo este contenido. No podemos permitir que sus salarios sigan bajando y bajando.

¿Eres optimista de que va a lograrse un acuerdo?

Veo mucha motivación en muchos sindicatos. Si el propio presidente, que no es precisamente el más progresista en el mundo, está con los escritores, eso dice mucho. Hay que ser conscientes que sin escritores no hay películas ni series y el 98% de los miembros están apoyando esta huelga.

Los estudios invierten 19 billones en el contenido que los escritores preparan. Cuatro veces más de lo que gastaron 4 años atrás. Y ese dinero va para todo el mundo menos para los escritores. Dieza años atrás un tercio de los escritores de series cobraban el salario mínimo, y ahora la mitad está en esa situación. Durante esa próspera década, los salarios no han aumentado, pero han caído un 4% con el ajuste de la inflación.

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¿Cómo se entiende el problema y cuál es la precariedad exacta en el sector?

Este movimiento es insostenible y esta huelga le cuesta a la industria 30 millones de dólares al día. Todo lo que pedimos es que los beneficios masivos sean revertidos en los que crean el contenido, pero ni tan siquiera es algo exagerado: tan solo representa el 2%. Los estudios quieren convertir a los escritores en freelancers, y eso significa más y más precariedad. El rechazo a sentarse en la mesa que vemos es simplemente negarse a convertir a los escritores en freelancers. No lo vamos a permitir.

Si el propio presidente, que no es precisamente el más progresista en el mundo, está con los escritores, eso dice mucho. Hay que ser conscientes que sin escritores no hay películas ni series. 

En el pasado ya vimos huelgas de escritores, ¿qué ha cambiado?

Fueron huelgas largas, y creo que esa es una de las razones por las que todos se están volcando en los piquetes para tratar de hacer el mayor ruido posible desde el principio. No nos vamos a romper, y tienen que negociar, sino ya saben lo que sucede, pues sin escritores, no hay películas.