Graciela "Gracie" Saenz es abogada. Hasta 2022, se desempeñó como Consultora de Compromiso Comunitario en la Oficina del Fiscal del Condado de Harris. En 1992, Gracie fue la primera mujer latina en ocupar el cargo de Miembro del Concejo Deliberante de Houston. Allà sirvió por tres mandatos consecutivos y luego fue nominada como la primera latina Alcaldesa Pro-Tempore por el Alcalde Bob Lanier. Gracie también ha estado involucrada en varias juntas sin fines de lucro y ha recibido numerosos premios por su trabajo comunitario, incluido el Premio Distinguished Lifetime Achievement del Alcalde de la Ciudad de Houston en 2018. En esta entrevista le cuenta a La PolÃtica Online cómo es hacer polÃtica para un latino en los Estados Unidos.
¿Cuál es su perspectiva sobre el crecimiento y la evolución de la comunidad hispana en Houston a lo largo de los últimos treinta años?
La ciudad de Houston es una ciudad latina. El 46 por ciento de sus habitantes son de origen latino. Según el censo de 2020, somos el 45 por ciento de Houston, pero sentimos que el número es mucho mayor debido a errores en la medición. De todas formas, de acuerdo al censo, aun con este 45 por ciento de la población de la ciudad, somos ya mayoritariamente una ciudad latina. Y entre esa población tenemos personas que vienen de diferentes lugares por muchas generaciones.
¿PodrÃa explicarlo?
En un primer momento, hace más de 300 años, esta ciudad estuvo dominada por los españoles. Después de España, vino México y la ciudad cambió mucho. Aquà ha habido y sigue habiendo muchas personas de raÃces mexicanas que han vivido en Houston durante muchos años. Por ejemplo, mis abuelos llegaron a Houston en 1910, y mi papá va a cumplir 97 años y nació aquÃ. Sin embargo, este flujo migratorio no siempre fue constante. Lamentablemente, en 1930, durante la Gran Depresión, hubo una expulsión de personas de raÃces mexicanas en Estados Unidos. Se estima que entre 600 mil y un millones de personas fueron expulsadas durante esos años. Luego, a los mexicanos y españoles se les sumó la inmigración de personas de Cuba. En los últimos años de la década de 1950, llegaron los puertorriqueños. En los años 1970 y 80, Houston recibió a muchos centroamericanos, principalmente salvadoreños, guatemaltecos y nicaragüenses. En 1990 llegaron los sudamericanos, especialmente desde Venezuela y Colombia. Ya para los años 2000 comenzaron a llegar personas de México nuevamente, pero con un perfil diferente. En los primeros años, hubo mucha inmigración de personas que fueron campesinos. Ahora están llegando a Houston muchas personas de origen latino con un alto nivel educativo.
Es una ciudad latina, pero, ¿usted cree que Houston se reconoce a sà misma como tal?
No. Es algo que verdaderamente se ha vuelto muy difÃcil. Las personas que tienen puestos de liderazgo, los puestos importantes para administrar esta ciudad, no son latinos. Entonces, en las juntas directivas de las corporaciones, de los bancos, de las universidades y colegios, la mayorÃa de las personas en esos puestos no tienen raÃces hispanas. Por lo tanto, son los no latinos quienes dominan el mensaje sobre qué tipo de ciudad somos.
¿Por qué cree que Houston nunca eligió, por ejemplo, un alcalde hispano?
Hay muchas razones. Hubo diferentes momentos en los que tuvimos esa oportunidad y no se logró. En 1997, yo misma me postulé para la alcaldÃa, aunque sin éxito. Se dice que hubo un acuerdo entre diferentes niveles polÃticos para elegir a un alcalde afroamericano en esa elección. Y después se hizo mucho más difÃcil para nuestra población creer en nosotros mismos. Por otra parte, hay que decir también que los hispanos de Houston somos una población muy joven. El 50% de esta población tiene menos de 18 años y no puede votar. Del otro 50%, aproximadamente la mitad son personas que, aunque viven en Houston, no tienen ciudadanÃa estadounidense y no pueden votar en los Estados Unidos. En cuanto a aquellos que sà podemos votar, estamos participando casi al mismo nivel que los otros grupos étnicos y raciales, como los afroamericanos y los anglosajones de diferentes sectores de la ciudad. Entonces, por una combinación de todas estas razones, aún no hemos tenido el poder polÃtico.
"If the parties do not try to mobilize the young Hispanic vote, there is no way to win an election"
¿Y qué desafÃos u obstáculos se encontró en este camino en 1997 cuando se propuso ser alcaldesa?
Durante ese tiempo también hubo una investigación del FBI contra los concejales. El FBI, que es el Buró Federal de Investigaciones de los Estados Unidos, estaba tratando de averiguar si los concejales estaban involucrados en sobornos. Pero no fue igual para todos: sólo se investigó a los concejales de color y a las minorÃas étnicas. Hubo un gran fracaso que llevó a la comunidad a perder la confianza en los polÃticos. Entonces, la comunidad latina optó por no participar en esa elección. Sin embargo, ha pasado suficiente tiempo y los latinos han recuperado la confianza en los lÃderes polÃticos de nuestra comunidad. Ahora tenemos nuevamente esa oportunidad. Hay muchas personas bien preparadas y educadas, listas para ocupar estos puestos. Ojalá tengan la oportunidad de servir en el concejo y la alcaldÃa.
¿PodrÃa mencionar nombres de hispanos que están creciendo en polÃtica y que usted ve con futuro?
En este momento tenemos a Gilbert GarcÃa, que es candidato a la alcaldÃa y es un hombre de negocios muy exitoso. GarcÃa es dueño de la firma GarcÃa Hamilton & Associates, una firma que gestiona fondos de pensiones de muchas personas. Los montos que esta firma maneja superan los 22 mil millones de dólares. ¿Qué significa esto? Que Gilbert no solo es un candidato educado, sino que también está bien preparado para el puesto, ya que tiene experiencia en la gestión responsable de grandes sumas de dinero. La ciudad de Houston tiene un presupuesto de 6 mil millones de dólares. Entonces, necesitamos a alguien allà que sepa cómo manejar ese tipo de presupuesto. Además, tenemos a Conchita Reyes, que también se postula para el cargo de concejal en la ciudad de Houston. Ese cargo era el que yo tenÃa. Desde que lo dejé en 1997, no hemos tenido otra representante hispana a nivel de la ciudad. Además, tenemos a Holly Vilaseca, que también se ha postulado para el puesto número 2, a Richard Cantú para el puesto número 3 y a las personas que están tratando de alcanzar los puestos a nivel de distritos, como JoaquÃn MartÃnez en el Distrito I, Cynthia Reyes-Revilla en el Distrito H e Iván Sánchez en el Distrito J. Todos ellos estarán tratando de alcanzar esos diferentes puestos en el consejo en la próxima elección.
Conchita Reyes, además, es su ahijada polÃtica, ¿verdad?
Bueno, no solo es mi ahijada polÃtica, también es mi sobrina (risas). Ella es una polÃtica muy bien preparada. Es contadora y estudió aquà en Houston. Además, es bilingüe y, sobre todo, tiene un gran corazón para la comunidad.
¿PodrÃa compartir alguna anécdota o proyecto en el que usted trabajó y que tuvo un impacto en la comunidad hispana durante sus años en el Concejo Deliberante?
Durante esos años, tuvimos el Tratado de Libre Comercio, NAFTA, Tratado de Libre Comercio de América del Norte. El alcalde me eligió para liderar el comité de la ciudad en ese momento. Nos propusimos hacer todo lo posible para que el tratado se aprobara y se convirtiera en ley tanto en Estados Unidos como en México. Me tocó liderar ese comité y tuve la oportunidad de viajar tanto a Washington como a Los Pinos en la Ciudad de México. También estuve presente cuando se firmó el tratado. Además, lideré una organización sin fines de lucro llamada Houston International Initiatives. A través de esta organización, realizamos muchos viajes comerciales a ciudades de diferentes paÃses de América Latina. Cada año realizábamos tres viajes comerciales y llevábamos con nosotros a personas de negocios de la ciudad de Houston a otros lugares. Los destinos incluyeron la ciudad de Guadalajara y Tabasco en México, asà como Costa Rica, Perú, Chile y Panamá. También me encargué de lo que se llamó The World Energy Cities Partnership, una organización que representaba a las ciudades conocidas mundialmente como capitales del petróleo y la energÃa. La ciudad de Houston ya era una de esas ciudades en ese momento, y yo fui su representante durante esos años. Además, como representante de toda la ciudad, tuve oportunidades de representarla a través de mi cargo de Mayor Pro-Tempore en diferentes congresos. Por ejemplo, fui seleccionada por el presidente Bill Clinton para formar parte de un congreso nacional llamado The Conference for Children and Youth. En ese proyecto nos enfocamos en crear y modificar leyes para ayudar a nuestra juventud. Gracias a ese puesto, tuve la oportunidad de regresar a la ciudad de Houston y crear programas para nuestros jóvenes que se implementaron gracias a la colaboración de los departamentos de policÃa y bomberos de Houston, las bibliotecas, los parques y el Departamento de Salud. Cada uno de estos departamentos se centró en crear programas para atraer a los jóvenes, protegerlos, supervisarlos, proporcionarles orientación y evitar que se metieran en problemas. Fue algo muy positivo para la ciudad.
Con toda esta tradición de flujos migratorios en Houston, pero también en todo el estado de Texas, ¿cómo es posible que un gobernador encuentre rentable un discurso antiinmigrantes?
El gobernador es una persona que siento que toma decisiones en función de quienes lo apoyan, sus votantes y su base. Lo que ha hecho en materia migratoria es racista y su gestión como gobernador de Texas no representa en absoluto al estado de Texas en su totalidad, y muchos menos a la comunidad latina.
Un artÃculo reciente en Houston Chronicle relató hechos de discriminación intraétnica, es decir, dentro de un mismo grupo étnico, en los latinos en especial. ¿Qué formas existen de esto?
Esto es algo que ha estado ocurriendo desde hace muchos años. Por ejemplo, debido a mi color de piel, que no es blanco, he enfrentado discriminación a lo largo de mi carrera profesional y polÃtica. Pero hay personas de raÃces hispanas que son blancas y tienden a pensar que, por eso, deben ser tratadas como anglosajones. Como resultado, pierden su cultura y sus raÃces. Han intentado dejar atrás su herencia latina porque se les ha dicho que es negativa. Cuando yo estaba en la primaria, mis maestros me decÃan: "Habla solo en inglés porque el español es malo y si lo hablas, serás castigada". Entonces, pensaba que si me castigaban tanto por decir malas palabras o groserÃas como por hablar español, entonces, en mi mente, el español era algo malo. En mi niñez, me negaba a hablar español. Esto continuó hasta la escuela secundaria, donde se requerÃa un segundo idioma para asistir. No entendÃa por qué se nos prohibÃa hablar español. Algunas personas lo han dejado por completo y no quieren ser parte de una minorÃa. También hubo un tiempo en el que algunos hombres se casaban con mujeres más blancas para asegurarse de que sus hijos no fueran morenos. Ha habido personas que nos han discriminado a nosotros, los latinos, y también hemos discriminado a personas de otras etnias y a nosotros mismos. Tengo amigos que actualmente apoyan al gobernador y la candidatura de (Donald) Trump. Personalmente, no los entiendo.
¿Qué consejos tiene usted para aquellos que aspiran a servir en un cargo público y abogar por su comunidad en el gobierno local?
La preparación y la educación son lo más importante. La persona debe entender que los cambios son constantes y debe estar preparada para reconocer estos cambios, obtener información, negociar y presentar propuestas o ideas de manera profesional. La educación es crucial, especialmente sobre nuestra historia. Cuando uno no conoce su historia, cualquiera puede venir y decirte cuál es tu historia, y tú puedes creerlo o no. Depende de ti, pero si no conoces tu historia, alguien más te la impondrá. Por último, quisiera mencionar la ética que los lÃderes necesitan para ocupar cargos públicos. Los lÃderes necesitan aprender a hacer "lo correcto" antes de dedicarse a la polÃtica. Existe una gran tentación por el poder que proviene de estas posiciones polÃticas. Hay muchos ejemplos de personas que perdieron su camino porque fueron tentadas por el poder, la fama y la avaricia. Por lo general, suelo preguntar a cualquier persona que esté a punto de postularse: "¿qué o quién te mantiene responsable?". Siempre me resulta reconfortante escuchar sus respuestas. A veces se trata de su cónyuge, sus padres, sus hijos, sus electores o su Dios. Cualquiera sea su respuesta, al final del dÃa, hay algo que les recuerda que su conducta siempre debe estar al servicio de los demás. En resumen, la preparación, la educación, el conocimiento de la historia y la ética son las principales herramientas que un polÃtico, especialmente uno que proviene de una minorÃa, tiene.
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