En medio de la escalada mundial por los precios del combustible que llegó a u$s120 el barril, los precios de la gasolina se dispararon a más de 4 dólares por galón en promedio (hay estados donde superan ese valor y superan los 5 dólares). Esto se produce mientras que crecen los rumores en Washington acerca de distintas iniciativas para potenciar la producción de crudo, tales como negociar con Venezuela, Arabia Saudita e incluso Irán.
La plataforma de análisis de precios de combustible GasBuddy informó que el promedio nacional alcanzó un máximo de 14 años de $4,104 por galón, superando el máximo histórico anterior de $4,103 registrado en 2008.
La administración demócrata inicia diálogos con Arabia Saudita en medio de la crisis petrolera
Pero dependiendo de estados se ven precios disímiles: en California el galón cuesta 5,37 dólares, en Nevada 4,60 dólares mientras que en Washington asciende a 4,38 dólares.
Estas son malas noticias para la Casa Blanca que batalla contra una inflación que sigue en ascenso y que presiona sobre la popularidad de Biden en un año clave como éste por las elecciones de noviembre.
Por ahora, oficialmente, no se descartan medidas con otros países para impulsar la producción de crudo. Si bien la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, rechazó que esté cerrado algún tipo de acuerdo con estos países a los que Washington calificó como "cuestionables" por su poco apego a los derechos humanos y otras críticas, admitió que se está negociando.
"Creo que eso es avanzar varias etapas en cualquier proceso", dijo Psaki cuando le preguntaron si ya estaban concluidas esas negociaciones. Y agregó que el petróleo era solo un elemento de las discusiones con esas naciones: "En este momento, no tengo nada que predecir. Está en curso".
Psaki añadió que si bien la seguridad energética fue una parte clave de las reuniones en Venezuela, los funcionarios estadounidenses también discutieron el bienestar de los ciudadanos estadounidenses detenidos.
Tuvo un mensaje similar sobre las negociaciones en Arabia Saudita e Irán, señalando que las conversaciones estaban en progreso y que la energía era solo una parte de las múltiples discusiones. En febrero, Brett McGurk, coordinador para Medio Oriente y África del Norte, y Amos Hochstein, enviado especial del Departamento de Estado para asuntos energéticos, viajaron a Arabia Saudita, donde Psaki dijo que los funcionarios discutieron una variedad de temas.
Y confirmó que Biden no tenía planes en este momento de viajar al país."Ellos fueron a Arabia Saudita para discutir una variedad de temas, incluida la guerra en Yemen, incluida la seguridad en la región y, ciertamente, la seguridad energética. Tuvieron la discusión, a todos les interesa reducir el impacto en el mercado mundial del petróleo", señaló.
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