Todo pasó en cuestión de horas. El allanamiento del FBI en la mansión de Donald Trump en
Mar-a-Lago generó un estruendo en la polÃtica, extremó la polarización y revirtió la tendencia que se inició en enero de 2020. Por primera vez, la enorme mayorÃa de los republicanos salieron en defensa del ex presidente que se despidió del poder con una insurrección basada en denuncias de fraude nunca demostradas. Entre los republicanos más destacados que salieron a solidarizarse con Trump, estuvo Ron DeSantis, el candidato preferido del ala dura del partido para encarnar el trumpismo sin Trump.
El gobernador de La Florida estaba obligado a tomar partido por partida doble: la operación del FBI habÃa sido en su territorio y su opinión -debido a sus aspiraciones nacionales- era una de las mà s esperadas."La redada en Mar-a-Lago es otra escalada en el uso de armas de las agencias federales contra los opositores polÃticos del régimen, mientras que personas como Hunter Biden son tratadas con guantes de seda", escribió en sus redes sociales.
Trump ubicó a DeSantis como su eventual vice y le recordó: "Fui responsable de su éxito"
Ese solo pronunciamiento interrumpió la saga de tensión que envuelve a Trump y DeSantis desde hace meses y abrió un nuevo panorama todavÃa impreciso. Con el ex presidente que se resiste a dejar el centro de la escena polÃtica y un gobernador que no hace más que ganar adhesiones del establishment republicano, las diferencias entre ellos saltaron a la vista hasta el lunes pasado.
Pese a que sus discursos polÃticos tienen claras coincidencias, DeSantis gobierna un Estado clave para los republicanos, es el candidato favorito para jubilar a Trump en todos las encuestas, tiene el activo de pertenecer a una nueva generación y viene capturando el respaldo de antiguos sponsors de Trump que quieren presentar una nueva oferta en 2024.
La tensión era tan clara que hace apenas unas semanas Trump buscó frenar el operativo clamor por DeSantis y salió a recordarle que le debÃa mucho de lo que era. El allanamiento al ex presidente disipó por el momento la disputa entre ellos. Pero no fue el único dato que sugiere un cambio de clima.
DeSantis se queda con donantes de Trump y lo supera por primera vez en una encuesta con miras a 2024
Apenas unas horas antes de que el FBI sacudiera la escena nacional y victimizara al ex presidente, el gobernador de La Florida habÃa generado un movimiento que llamó la atención de los entendidos. Anunció que harÃa campaña a favor de candidatos respaldados por Trump en los estados de Arizona, Nuevo México, Ohio y Pensilvania. De Santis anticipó que participarán de los actos "Únete y Gana" para presentar su apoyo a funcionarios de el próximo 14 y 19 de agosto.
DeSantis se postula para la reelección pero es una figura nacional y con la gira que piensa iniciar en los próximos dÃas no hace más que confirmarlo. La decisión del gobernador es producto de la invitación que le hizo la organización Turning Point Action, como parte de una jugada para unir a los republicanos en la pelea contra la administración Biden.
De Santis estará el domingo 14 en Phoenix para respaldar a dos candidatos que ya cuentan con el apoyo de Trump, Blake Masters y Kari Lake. Masters es un joven libertario que tiene su campaña a senador financiada por el multimillonario Peter Thiel y Lake viene de vencer en primarias Karrin Taylor Robson, la postulante del ex vicepresidente Mike Pence. En Ohio, además, el veterano de guerra de Irak apoyara al best seller JD Vance y a Doug Mastriano, dos de los candidatos que contaron con el apoyo del ex presidente.
Con el apoyo financiero de Thiel, Masters logra la bendición de Trump para la primarias en Arizona
El apoyo de DeSantis a los candidatos de Trump va a contramano del desafÃo que otros republicanos como Pence, Mike Pompeo y Nikki Haley le vienen haciendo al ex presidente en estados como Georgia, Pensilvania y Carolina del Sur.
TodavÃa es prematuro saber si es parte de un acercamiento coyuntural o de fondo. A Trump no le disgustarÃa para nada contar con DeSantis como candidato a vicepresidente en 2024. Pero el gobernador, el establishment republicano y un grupo de empresarios importantes ya dieron indicios de que preferirÃan dar por terminado el ciclo del ex presidente. Falta mucho y nadie puede precipitarse. Por lo pronto, el dato es ineludible y notorio: el FBI y las primarias acaban de juntarlos por primera vez.
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