
La causa judicial que persigue al senador Bob Menéndez afecta a un actor permanente del establishment demócrata y tiene un impacto polÃtico indudable en distintos ámbitos a la vez. El cubano-americano que presidÃa hasta el viernes el Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara es un peso pesado con influencia en la polÃtica exterior demócrata y conexiones de alto voltaje en el poder económico latino estadounidense.
Conocida la investigación que lleva adelante en su contra el gran jurado de Manhattan, la primera reacción del senador fue presentarse como una vÃctima de una cacerÃa de brujas que irÃa, según dijo, dirigida en contra de los latinos. "Quienes están detrás de esta campaña simplemente no pueden aceptar que un latinoamericano de primera generación de orÃgenes humildes pueda llegar a ser senador de los Estados Unidos y servir con honor y distinción. Peor aún, me ven como un obstáculo en el camino de sus objetivos polÃticos más amplios", afirmó a través de un comunicado el viernes pasado.
Este lunes en conferencia de prensa, cuando anunció que no pensaba renunciar a su banca en el Senado, Menéndez reiteró el argumento en defensa propia: "No se me escapa lo rápido que algunos se apresuran a juzgar a un latino y expulsarlo de su asiento. No iré a ninguna parte", dijo en tono desafiante.
El argumentó generó rechazo de parte de miembros de la comunidad latina. La voz más influyente que desautorizó a Menendez fue la de la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortez. La representante de Nueva York rechazó la tesis de que estén juzgando a Menendez por su condición de latino, afirmó que la acusación en su contra es "extremadamente grave" la acusación de que recibió "cientos de miles de dólares" en sobornos. Además, la dirigente latina de Nueva York exigió la renuncia del senador cubano-americano. "La situación es bastante desafortunada, pero creo que lo mejor para el senador Menéndez es que renuncie en este momento", recomendó AOC en el programa Face the nation, de CBS News.
Para rebatir la idea de que hay una campaña contra el senador latino, Ocasio-Cortez expuso un argumento que comparten en la Casa Blanca y es considerado clave para diferenciarse de la situación judicial que enfrenta Donald Trump. "La coherencia importa. No deberÃa importar si es un republicano o un demócrata. Los detalles de esta acusación son extremadamente serios. Implican la naturaleza no solo de él sino de todos nuestros escaños en el Congreso", añadió la congresista.
Tal como anticipó LPO la semana pasada, el senador cubano americano y su esposa Nadine están acusados por tráfico de influencia. Se los señala por haber intercedido ante el Departamento de Justicia para beneficiar a un empresario que se reconoció culpable de fraude y al gobierno egipcio. El fiscal federal Damiam Williams dijo que Menéndez proporcionó información confidencial a funcionarios egipcios y tomó medidas para ayudar, en secreto, al Ejecutivo de ese paÃs a cambio de fondos.
Ocasio-Cortez habló en su condición de dirigente latina y consideró que hay muchas formas de que haya un sesgo sistémico. Sin embargo, remarcó que lo que ocurre en este caso es "bastante claro".
"A todas las personas se les debe extender la presunción de inocencia hasta que se demuestre su culpabilidad. Esa es la realidad jurÃdica en nuestro paÃs. Pero cuando se trata del nivel polÃtico y de dignidad que queremos mantener para el público en el Congreso de los Estados Unidos, creo que (la renuncia) es lo mejor para nosotros", dijo.
La postura de la congresista que hoy trabaja en lÃnea con la polÃtica de Biden puede ser leÃda de diferentes maneras. Pero sus posiciones chocan con las de Menendez dentro del Partido Demócrata. Las diferencias son ideológicas como cualquier observador puede notarlo pero además generacionales. En la Casa Blanca, apuestan a una renovación y buscan que la edad de Biden sea compensada con la juventud de nuevos dirigentes que lo acompañen en su intento de ser reelecto. Menéndez representa otra cosa.
El escándalo que involucra a Menéndez no es el primero de una historia larga que lo tiene protagonista. En este caso, los demócratas de Nueva Jersey también salieron a tomar distancia y pedir su renuncia. El gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, le pidió diera un paso al costado hasta que se definiera su situación judicial. Lo mismo hicieron otros dirigentes del estado demócrata. Sin embargo, los allegados a la Casa Blanca sostienen que se trata de un estado que no corre peligro, donde cualquiera que pertenezca al partido de gobierno puede ganar la elección. Distinta es la situación en el universo del poder latino demócrata que representa a los exiliados de Cuba y Venezuela. Ahà Menéndez juega un papel fundamental y no tiene reemplazante.
Please do not cut or paste our notes on the web, you have the possibility to redistribute them using our tools.